Left Alone.

3.3K 138 9
                                    

Todos reíamos y tomábamos del vino de comunión que el padre Gabriel nos había dejado tomar mientras comíamos de las latas de reserva que habían encontrado en la salida. Miré a mi derecha, donde Rick estaba con Judith, haciéndola reír. Sonreí cuando la bebé me miro y se extendió hacia mi para darme un frijol que tenía en la mano. Lo comí aunque no me gustaran y la pequeña rió, mirándome y luego a su padre, cubriéndose parte del rostro con sus pequeñas manitas. Mire a Daryl quien estaba a mi izquierda y noté que él ya me estaba mirando, con una pequeña sonrisa en sus labios. Se acercó lentamente y me dio un beso, uno como nunca me había dado antes. Era solo eso, un beso. Sin segundas intenciones, sin mano bajo alguna de mis prendas, sin guiarme a una cama en el proceso. Y me hizo feliz.

Le sonreí luego de este y sentí mis mejillas arder mientras él acomodaba un mechón de mi pelo tras mi oreja. Rozó mi mandíbula con sus dedos y termino con estos bajo mi barbilla — Sos hermosa, y lamentó no decirlo tan seguido. — no pude más. Me abrace a él por el resto de la noche, hasta que mi hermano se paro en el medio de todos y a la vista de cada uno. Me aparté un poco de las caricias que Daryl dejaba en mi brazo y me acerqué, intrigada, cuando mi hermano comenzó a hablar.

— Antes que todo, son mi familia. Cada uno de ustedes, y les agradezco por todo, en verdad. — Will bajo la mirada y se asintió a si mismo — Me mordieron, en la expedición. — dijo con dolor. Sollocé ante estas palabras, negándome a creerlo, pero era cierto, mi hermano iba a morir — No quiero convertirme. — pidió — Me gustaría que fuese afuera y... — me levante de mi lugar y lo abracé con todas mis fuerzas. No quería que se fuera — Annalise, estarás bien. — susurró en mi oído, con la voz tan quebrada como mi alma en ese momento.

Negué con temor, con las lágrimas cayendo de mis lagrimales con tanta facilidad como el aire al salir de mis pulmones — No, no sin vos. — susurre — No podes dejarme. — dije con desesperación — Siempre fuimos nosotros contra el mundo, sin vos no hay un nosotros, Will. Sin vos hay solo un triste e inservible yo. — sollocé en su hombro.

— Eso es más que suficiente para ganarle a este mundo.

《 -------- 》

Tome la pala de la pila de tierra y di el primer montón en la tumba. En cuanto está toco el frío pecho de mi hermano retrocedí unos pasos y caí en el piso, llorando, viendo como continuaban enterrándolo.

Mi respiración agitada se escuchaba por todo el tétrico y callado ambiente.

La tumba ya estaba llena de tierra y el padre Gabriel le dio una bendición a mi hermano Will. El grupo se alejo para darme espacio para llorar enfrente de su tumba, mientras me preguntaba por qué él y no yo, mientras rogaba que esto fuese una pesadilla.

Sentí unas manos tomándome por los hombros y entendí quién fue el único que se quedo. Daryl.

Me ayudó a levantarme aunque no quería hacerlo, aunque sólo quería enterrarme al lado de mi hermano para no sufrir. Lo abracé, era todo que me quedaba para amar, todo lo que tenía, y no estaba segura si verdaderamente era mío.

Sollocé en su hombro, desesperanzada de todo y le pedí que no me dejará.

Me llevo hasta la iglesia y dormí en la cama de Gabriel. Dormí hasta la noche cuando los gritos de Sasha llamando por Bob me sacaron del sueño, y cuando me despabilé lo único que entendí fue que Daryl no cumplió su promesa, que se había ido, que estaba completamente sola.

《 --------- 》


Salí de la casa, decidida a seguir el consejo de Maggie e ir a esa fiesta en la casa de Alexandria. No había porque hacerle caso pero lo hice. Fui a esa estúpida fiesta, sintiéndome tan fuera de lugar como es posible, incluso más.

Deje ese patético lugar y fui a casa. Me quede en la cocina leyendo un pequeño libro de ciencia que había en la librería de la sala. Era de química y entendía bastante, siempre tuve una agilidad en esa materia.

Sin darme cuenta comencé a llorar cuando recordé a Will, a Bob, Beth, Tyresse. Todas buenas personas, en verdad buenas. Dudo Bob o Tyresse hayan matado más que caminantes, porque sabía que ni Will ni Beth lo habían echo.

Daryl entró y, al notarlo, me levanté de la banqueta y comencé a irme, pero él no me dejo.

— Estabas llorando Ann. — recalcó, haciéndome detener — Te vi por la ventana. Podes hablarme.

— No quiero. — suspiré.

— Sé que no te gusta hablar esas cosas, pero te conozco, lo necesitas. — lo mire enojada y negué.

— ¡Vos no sabes una jodida mierda de no que necesito! — ladré, alterada — Quiero hablarlo pero no con vos, Daryl.

Su cara quedo en una mueca de incomprensión y tristeza — ¿Por que?

Negué arrepentida de haberlo dicho todo — No importa. — dije con cansancio, queriendo irme del lugar.

— Entiendo que lo qué pasó con tu hermano te estropeó pero estoy intentando aquí. — baje la cejas con tristeza. Después de todo este tiempo, seguía sin entender.

— Realmente no lo entendes ¿Verdad? — negué, triste — No fue por lo qué pasó con Will, Daryl. Fue porque me dejaste. — frunció el ceño, confundido — Te pedí que te quedaras pero no lo hiciste. Y sé que fue para salvar a Beth, pero todo este tiempo lo seguiste haciendo. Me dejaste sola. — dije con lágrimas en los ojos — Y entiendo que estabas mal, en verdad lo hago, pero yo-yo también estaba mal, y te necesitaba pero no estabas ahí. Nunca lo estuviste.

— Ahora lo estoy. — se apresuró a decir.

— Pero ya no te necesito. — susurré, tan dolida como él, tan rota como él.

— Por favor, no nos hagas esto. Te amo, vos a mi. — me congelé al escuchar esas dos palabras. Nunca nos habíamos dicho eso.

— Ya no, Daryl. Vos nos hiciste esto primero. — dije calmada y con la voz quebrada al verlo a punto de llorar. Lo miré una ultima vez antes de irme, rompiendo su corazón tanto como el mío.

☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆ ☆
La sadness rulea el mundo.

Desaparecí nuevamente. Entenderán que tengo mis deberes y obligaciones [como cierres de trimestres, extracurriculares y demás], como todos. Además, el miércoles fue mi cumpleaños y estuve muy distraída con eso.

¿Qué les pareció el capítulo?

Besos ♡
Mai[tén]

One Shots // Daryl Dixon // Norman Reedus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora