One Shots // Daryl Dixon // Norman Reedus.

Enough. Part 2

Aún acostada con la cabeza en el pecho de Norman, algunas lágrimas caen ante mis pensamientos, haciendo que Norm las seque y me contenga con más fuerza, meciéndonos con lentitud y suavidad, susurrándome cosas bonitas sobre mi frente.

— Perdón. — le pido, hundiendo mi cabeza sobre su pecho y abrazándolo con fuerza.

— Hey, — me llama, subiendo mi cabeza al tomar mi mentón — no es tu culpa ¿Está bien? — asiento, mirando sus tranquilizantes ojos, aferrándome a ese hermoso celeste que choca contra mis ojos hazel.

Se escucha la puerta principal abrirse y a Mingus llamar "Ma, papá, estoy en casa"

Me separo de Reedus para que se pueda parar y vestir mientras yo busco mi ropa. Por lo que va de nuestra relación Gus no nos vio en ropa interior o en el medio de la acción y sería bueno mantener ese récord intacto.

— No quiero que vea que estuviste llorando. — me dice y asiento, secándome las lágrimas frente al espejo — Se preocupa demasiado por vos. — dice abrazándome desde mi espalda y luego depositando un beso en mi mejilla. Por mi parte, asiento, sabiendo que eso es la pura realidad.

Norm sale, me miro al espejo y seco las últimas lágrimas que cayeron por mis rojas mejillas. Mis ojos están algo rojos pero es probable que no lo note. Colocó un poco de polvo maquillador para aclarar mi nariz y mejillas. Suspiro una ultima vez, convenciéndome que estoy bien, y salgo de la pieza.

— Gus. — lo llamo y el joven adolescente no duda en cortar la conversación con su padre para correr a saludarme. Río mientras abrazo al pequeño de quince años, viendo como Norman nos mira con una media sonrisa desde detrás de la mesada, preparando unas tostadas.

El rubio corta el abrazo y lo vuelvo a mirar, pero él frunce el ceño — ¿Estabas llorando?

Lo miro algo sorprendida — No se te escapa nada ¿No, pequeño? — le digo divertida pero él me regaña con la mirada — Estaba llorando pero, te prometo, estoy bien. — el pequeño -ya no tan pequeño- me mira, escéptico — Te lo prometo. — le aseguro y, sin otro remedio, le extiendo mi dedo meñique.

El lo toma con el suyo, haciendo una promesa que quiero cumplir.

— ¿Desayunamos? — le pregunto, y él asiente, animado.

Vamos al sillón mientras Norman lleva la comida allí y Mingus prende la televisión. Siento a Eye sentarse sobre mis pies cuando le comienzo a preparar una tostada con manteca y mermelada a Mingus y otra para mi mientras él baja por los canales buscando algo que ver. Deja uno de esos programas de famosos cuando Norman aparece en cuadro.

— Se rumorea que, Norman Reedus, actor que interpreta a Daryl Dixon en la serie The Walking Dead, está saliendo con la joven Emily Kinney, quien también actúa en ésta serie como Beth Greene. Ninguno de los actores negó o ni afirmó dicha relación. — bajo la mirada, quizás él sí sale con quien quiere.

— Mingus, apaga eso. — le ordena su padre al ver como unas lágrimas caen de mis ojos cerrados — Eso no es cierto, June. Yo te amo. A vos. — me asegura, susurrando en mi oído. Y asiento, pero no a sus palabras, sino que a mis pensamientos. Debo irme. No ahora, cuando Norman lleve a Gus con su madre, entonces me iré.

Paso el día hasta la tarde evitando los malos pensamientos, dándoles la mejor tarde, la última en verdad.

Cocino panqueques para merendar mientras ellos juegan con la X-Box a un juego de guerra. Los veo reírse y mirarme con sonrisas mientras cocino los panqueques, intento reír de las tonterías que Norman hace para que su hijo ría pero no lo logro, como es usual.

Voy hacia ellos, balanceando tres platos repletos de la masa ya cocinada y dejándolos sobre la mesa mientras ellos ponen pausa en el juego. Mingus está por atacar a la comida cuando Norman lo detiene — ¿Te lavaste las manos? — el joven hace una mueca y se dirige al baño antes de que Norm pueda decir otra sílaba.

Lo miro mientras él me sonríe antes de besarme. Toma mi pequeña cintura entre sus manos y yo colocó mis manos en su nuca, el beso es tierno, es de esos que das cuando está tu familia cerca pero no podes evitar besarlo.

Lo miro luego de ese perfecto último beso, aunque él no sepa que lo es, y lo abrazo, escondiendo mi rostro en su cuello.

Te voy a dejar ser libre, Norm.

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Día dos, aunque me atrase por una hora y veinticuatro minutos.

Hoy a la tarde subiré la siguiente parte.

Besos ♡
Mai[tén]