Andy's Little Sister. Part 2

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Ella intento restarle importancia pero le significaba mucho como para dejarlo así. Por las insistencias del hombre que interpretaba Daryl Dixon, ella fue la que uso el casco por seguridad. En el viaje sintió unos calambres en el estómago cuando la mano del hombre se posó sobre su desnuda rodilla mientras ella se sostenía por su cintura, no pudo evitar sonreír mientras él acariciaba con lentitud su piel.

Minutos después, se encontraban en la puerta del departamento de la chica. Ella le pasó el casco cuando se lo saco y él rió al ver la mitad de sus cabellos aplastados y la otra mitad en un pequeño revoltijo. La acompañó hasta la puerta Sin explicación alguna para la chica tomo la pequeña brocha de pelo que sostenía el sofisticado peinado, soltándolo, dejando ver su belleza natural mientras las mejillas se le tornaban rojizas y ella apartaba un poco la mirada, sintiendo las yemas de los dedos del actor rozar sus mejillas. Mary finalmente miro a Reedus y siguió esos impulsos que siempre ignoró; lo beso, tomándolo por el cuello de la camisa y rezando por que no la aleja como si estuviese loca.

Él siguió el dulce beso de la joven, excusándose por dentro que era el poco alcohol que había consumido, pero sabía que no era eso. Lo había pensado más que algunas veces, la hermana menor de Andy era hermosa, inteligente y graciosa, sus actitudes y inmadurez combinan a la perfección con Reedus y muchos, como Jeffrey, Danai y Lauren, lo notaban.

La chica no sintió más que felicidad cuando Norman a tomo por la cintura, pero ese sentimiento hizo lugar para una corriente eléctrica sobre su cuerpo cuando él acaricio su labio superior con su lengua.

El actor comenzó a besar el cuello de la joven secretaria, acariciando su muslo derecho al mismo tiempo, haciendo que está suspire agudamente con deseo sobre su oído, encendiéndolo aún más — ¿Subimos? — preguntó Norman con la voz ronca y seductora antes de que se suba más de tono en la puerta de ese viejo edificio. La joven asintió y entraron con una calma juguetona.

Llevaron ese lento viaje de ascensor entre besos calenturientos y caricias para nada inocentes, para cuando llegaron al quinto piso Norman tenía la mano sobre las sexys bragas de la joven y besaba la parte superior de sus semicubiertos pechos. El timbre sonó pero eso no los interrumpió en lo más mínimo, llegaron a la puerta entre besos y la joven, torpemente, luego de intentarlo varias veces, abrió la puerta, dejando paso libre al departamento, pero mas importante, para ellos, la cama.

Fueron con rapidez hasta pieza donde se desnudaron sin mucho apuro, disfrutando la piel del otro. Mary Ann besó el cuello de Reedus mientras él se encargaba de desabrochar su corpiño, deleitándose con el masaje que la chica le daba a su miembro por debajo de la tela      — Me vas a terminar matando. — murmuró con la voz ronca sobre el oído de la chica.

Ella sonrío. Era algo que quería hace un no muy largo tiempo y se sentía feliz de ser medianamente correspondida.

Norman dejo caer el corpiño de la chica al piso de la habitación y acaricio la suave piel que la tela cubría mientras guiaba a la joven hacia la cama.

Ambos cayeron en el colchón sonriendo sobre los labios del otro. Durante esa movida noche, Norman se encargó de darle nada más que placer a Mary. Oírla gemir, verla morder su labio inferior mientras pedía por más, era lo que él quería y logró. A lo último ella fue quien devolvió el gesto, colocándose sobre él y dándole todo su cuerpo para deleitarse, besando cada centímetro de la piel del actor, satisfaciéndolo con cada movimiento.

Miro a Norman mientras se acostaba a su lado, ambos con la respiración agitada y exhaustos. Norman volteo a mirarla y se quedaron estacados en el rostro del otro por minutos, hasta que él no pudo soportar la culpa. Se paro de la cama dejando a la joven de veintiocho años desconcertada.

— ¿Norman, qué pasa? — le pregunto mientras se sentaba sobre la cama, pero entendió al ver cómo el actor se vestía — Oh. — murmuró con desilusión.

— Lo siento, Mary.

— No, no. Lo entiendo. — dijo sin poder quitar la desilusión en su voz — Te arrepentís. — esas cinco sílabas alcanzaron los oídos de Norman, haciéndolo sentirse la peor mierda del mundo. Él no se arrepentía, en verdad le había gustado, pero que Mary era la hermana menor de Andy, eso le hacía sentirse un traidor con su amigo.

El actor tomo el rostro de Mary Ann entre sus manos mientras se arrodillaba frente a ella — No me arrepiento, no podría, Mary. Se sintió bien, correcto. Pero... mierda, sos la hermana de Andy, y solo tenes veintiocho. Yo...

Los labios de la joven lo interrumpieron. Ella sabia todos los pros y contras, los había contado innumerables veces. Se había torturado sobre la diferencia de edad, su poca madurez, su cuerpo lejano al de las chicas con la que Norman había salido, incluso sobre lo que su hermano pensaría, pero, cuando lo beso, cuando finalmente fue suya, todo eso se desvaneció. Solo eran él y ella, nada más.

El beso les quitaba el aliento, era lo que Norman estaba buscando y lo que Mary Ann había deseado. No era sexual, aunque la chica no llevaba ropa alguna y él solo tenía los calzoncillos puestos. Ella lo tomaba por la nuca mientras él tomaba su pequeña cintura de una manera delicada. Era un beso que fue echo para una despedida que se transformó en una bienvenida.

— Quizás haya sido un error, Norman, — susurro la joven cuando separaron sus labios, quedando con sus frentes unidad y sus manos sobre la piel del otro — pero estoy jodidamente segura que lo cometería mil veces. — admitió muy cerca de sus labios, tentándolo con una pequeña sonrisa juguetona. Y Norman cayó, no solo sobre la tentación de volverla hacerla suya sino que por ella.

La joven río suavemente sobre el oído de su acompañante mientras este la recostaba con apuro en la cama, devorando su cuello en el proceso. Reedus bajo sus besos y suaves mordidas por el cuerpo de la muchacha pero algo lo detuvo. Ese algo era el sonido de la puerta de entrada del departamento de Mary. Había dos personas que tenían la llave, Andy y Kate. Para su suerte, era su amiga la que se encontraba en el otro lado de la pared.

— Vamos, dormilona. Veamos cómo está esa resaca. — dijo la joven desde la otra sala. Norman se separo de Mary para que está pueda vestirse y sacara a su amiga.

Mary se puso un vestido viejo, suelto y bastante corto, que estaba en su armario, mientras Norman se ponía sus pantalones la miro con descaro cuando se vestía, ella se dio cuenta y lo único que pudo hacer fue sonrojarse.

Ann salió de la pieza, su amiga la miro y lo supo sin siquiera escuchar una palabra de la joven — ¡¿Con quien dormiste?! — preguntó con emoción. Según ella, estaba estancada en el amigo de Andy y esto le significaba que lo había superado, no podía estar más equivocada.

— Mierda, cállate, todavía está ahí. — le dijo después de chitarla — Ándate, después hablamos.

Kate hizo caso, yéndose tan rápido que como llego.

La puerta de la pieza de Mary se abrió y la joven Clutterbuck sintió las cálidas manos de Norman posarse en sus caderas mientras él acercaba su cuerpo al suyo. Su cuello era testigo de los perfectos labios del hombre mientras su cuerpo sufría un repentino acaloramiento cuando él pasaba sus manos por el vientre de la joven, dirigiéndose a su parte intima mientras la apretaba a él — Creo que podemos volver a lo que estábamos. — susurró Reedus sobre su oído, apretándose más a ella.

One Shots // Daryl Dixon // Norman Reedus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora