~ Norman Reedus ~
Tomo el pedido que se encuentra en la ventanilla de la cocina y lo llevo hasta su mesa, la trece.
— Buen provecho. — les digo con una sonrisa forzada pero creíble al dejar el plato con cuatro tostadas, un batido y un capuchino.
Avanzó a de nuevo a mi puesto pero algo me detiene — Cecilia Singley y Norman Reedus encabezan una de las más queridas parejas del año, siendo su primer año de relación. Aunque últimamente no se los ve mucho, — mi vista se nubla y agacho la cabeza. Si él está feliz, yo lo estoy por él — las demostraciones de afecto y salidas que la pareja mantuvo durante el pasado año mantuvo a las cámaras ocupadas y satisfechas. Luego de liberar los rumores que corrían sobre él y Emily Kinney, el actor comen... — el canal se cambia y entiendo que fue mi hermana Annie.
— Gracias. — susurro.
— June... — niego.
— Estoy bien, creo que tomaré mi receso de almuerzo ahora, si eso está bien. — digo, limpiando la lágrima que cae molestamente por mi mejilla derecha.
— Anda, yo cubro tus mesas.
Asiento mientras encaró a los vestidores. Dejo mi delantal y tomo mi chaqueta y celular. Salgo por el callejón trasero y camino hasta el puesto de comida qué hay en la plaza Tramway, donde muchos estudiantes almuerzan y desayunan, al igual que los turistas.
Luego de recibir mi ensalada, me siento en un banco y comienzo a comer la única buena comida de aquel vehículo. No lloro, me lleva todas mis fuerzas pero logró evitarlo.
Mi celular vibra y lo tomo para ver qué pasa.
Charlie - Mañana hay un evento de no sé qué en el bar, venís conmigo apenas oscurezca, no hay otra opción
Abro el mensaje y contesto
No quiero salir
Lástima, vas a salir
Mañana a las ocho llego a tu casaTe detesto
Me amas
Dejo el celular, volteando los ojos al mensaje de mi amiga en el proceso.
Miro al frente y me congelo al verlo a tan pocos metros de mi. Él me ve y siento toda mi sangre bajar a mis pies. Niego y acomodo todo para tirarlo a la basura mientras Mingus deja a sus amigos por unos minutos y se acerca rápidamente a mi.
— June. — me llama y evitó reconocer que está ahí mientras tiro las cosas en el tacho de basura — Ma. — me congelo sobre mi lugar con las lágrimas a flote, a punto de caer.
Volteo a verlo. Está tan alto y se está pareciendo a tanto Norman que me sorprendo — Hola, Gus. — digo con la voz llorosa pero feliz de verlo, aunque también éste espantada.
Presiento que me va insultar por dejarlo a él y su papá pero, como siempre, estoy equivocada. El ya para nada pequeño Reedus me envuelve en sus brazos y yo hago lo mismo con él. Es tan diferente abrazarlo ahora, pero sigue siendo lo mismo. Su altura lo hace diferente, su amor sigue allí.
— ¿Por que te fuiste? — me pregunta mientras me separa de él, mostrándome sus ojos afligidos.
— Es complicado, Gus. — vaciló sobre mi respuesta, dándole lugar para hablar.
— Papá te extraña. — dice, generando que mi corazón se retuerza. Niego, abrazándolo otra vez.
— Él está bien. — digo, siendo un tanto condescendiente, estando segura por las noticias que escuche por lo que va del último año. Pero Gus me separa de él y niega, mirándome seriamente.
— Ella no lo quiere, solo está por la fama. Papá no la ama, yo lo sé y él solo se quiere convencer de lo contrario. — mi corazón late con rapidez y fuerza ante sus palabras, pero recuerdo mis motivos y me aseguró en tranquilizarlo — Esa chica no me agrada y creo que no le agrado.
— Es imposible que no le agrades, Gus. — le doy una triste sonrisa y él me la devuelve. Mierda, los extraño tanto — Pero no me fui por los rumores de Emily, ni las cámaras, ni nada de eso.
— ¿Entonces por qué? — se apresura a preguntar y un conflicto se crea en mi mente. Quiero decir algo pero ninguna palabra sale de mi boca.
Niego, cerrando los ojos y frunciendo mi ceño con tristeza. Lo vuelvo a mirar a los segundos, con los ojos nuevamente cristalizados — No lo sé. — miento. Sí lo sé pero me sería muy difícil explicárselo.
Un pequeño silencio se crea pero el vuelve a hablar.
— Todavía te ama.
— Gus, ya pasó más de un año, hay que dejarlo ir.
— Te extraña, yo también. — continua, haciendo oidos sordos a mis palabras — A papá no le salen los panqueques como a vos, los quema cada vez. — lo miro tiernamente, sonriendo, tendrá dieciséis pero sigue siendo el pequeño niño de nueve años que conocí alguna vez.
Beso su frente con las lágrimas aún bajando, tomando su cabeza para traerlo a mi. Nos abrazamos nuevamente, y por una última vez.
— Me tengo que ir. — le digo, viendo la hora en mi reloj — Si alguna vez me necesitas anda a la cafetería Little Collins, está a unas cinco cuadras de acá, y pregunta por mi. No importa cuando, iré, te haré panqueques y hablaremos cuanto quieras ¿Está bien? — él asiente con una media sonrisa parecida a la de su padre y le asiento en devolución. Me estoy a punto de ir pero lo recuerdo — ¿Podrías no decirle a Norman que me viste? — el joven, no muy convencido, asiente, y me voy, sonriendo por haberlo visto nuevamente sabiendo que, si él lo quiere, lo veré de nuevo.
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El hermoso maratón de ocho días está ya en el quinto día y no podría sentirme mejor con todos sus votos. Sinceramente, gracias.
Les advierto que Wattpad me anda medio mal y altera un poco el texto [repite oraciones, corta párrafos, sube tan solo una parte selección capítulo?, Ect] Disculpen si esto pasa también en este capítulo, como paso en los otros, intento arreglarlo pero no puedo.
Voten y comenten.
Besos ♡
Mai[tén]é
ESTÁS LEYENDO
One Shots // Daryl Dixon // Norman Reedus.
FanficAlgunas pequeñas historias con Daryl Dixon y otras con Norman Reedus. Porque, seamos sinceras, ambos están más buenos que la pizza. Y son como el verano y el sol, si te gusta uno te gusta el otro.