Todo parece un sueño

Capítulo 8: Diario íntimo de Sofía

Octava semana:

Y otro día más me encuentro en su habitación, tal como la dejó la última vez. Me recuesto en su cama y respiro profundamente. Su olor. Su lugar.

Me levanto y recorro la mediana habitación blanca, con cortinas, sábanas y muebles amarillos. Me acerco a su estantería y observo la cantidad de libros que había. Su felicidad. Recuerdo que siempre decía que leer libros la hacía libre. Mi dedo toca el lomo de cada uno de ellos, leyendo sus nombres, y se detiene en uno completamente negro. Me extraña un libro así, entonces lo agarro, sintiendo un escalofrío.

"Diario íntimo de Sofía" Decía en la primera hoja, y el gran dibujo de la rosa me sorprendió. Corro a la segunda hoja y decía en cursiva "No leer" con el dibujo de una niña recostada sobre su cama, paso a la próxima "¿Por qué seguís leyendo?", y el dibujo me dejó boquiabierto, recordando recién que Mar me había contado sobre esto, pero en verdad no lo había imaginado así: Una niña llorando pedía silencio con su dedo sobre sus labios.

Al leer las primeras páginas reacciono de la misma manera en que Mar lo hizo cuando me contó: no lo podía creer. Era su vida contada por otra persona en un diario que apareció de la nada.

Con el abdomen contraído de los nervios, sigo leyendo.

"Cumplió 16 años.

Se dio cuenta que se estaba enamorando de un chico que en ese entonces ya eran mejores amigos.

Lo conoció por su mejor amiga..."

Me salteé cuatro páginas de cosas que no interesaban mucho, hasta llegar al siguiente año.

"Odiaba no poder animarse a decirle lo que sentía.

Él salía con una bonita chica. Pero jamás estuvo enamorado de ella..."

Paso a otra página sin terminar de leer.

"Estaban todos felices, faltaba un año para BARILOCHE"

Otras páginas más...

"18 años y él..."

Corro unas páginas más, leyendo solo el principio, sin interesarme de algunas cosas.

"Ella de un día al otro se sentía rara, extraña... no quería darse cuenta pero: lo que veía en su cabeza estaba pasando."

Sigo leyendo, alterado, las siguientes páginas.

"Él se dio cuenta que se estaba enamorando de esa maravillosa chica.

Ella estaba desesperada. Lloraba la mayoría de los días. Ocultaba un gran secreto y no podía decírselo a nadie. No se animaba, intentaba por todos los medios evitarlo. Sola.

Es que nadie jamás sabrá lo que ella sentía al ver la muerte de la persona que amaba. O eso ella creía."

Respiro entrecortadamente. Y cambio a la siguiente hoja, pero ya no me animo a seguir. Simplemente lo cerré. Asustado. Acobardado.