18 de Junio de 2024.
-Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz –Canturreaba papá cuando recién abría mis ojos. La luz entraba por la ventana de la pieza de mamá y no me dejaba abrir por completo mis ojos. Me siento, bajando mis piernas de la cama y lo miro con una sonrisa dibujada. –Ya sé, ya sé. No te gusta, o no nos gusta festejar, pero hoy es un día muy especial. –Dijo después de que yo haya puesto los ojos en blanco. Me corro a un costado de la cama, dándole espacio para que se sentara. Traía un regalo en sus manos, y era pequeño. Antes de que pudiera entregármelo, me animé a decirle lo que hace mucho quería decirle:
-Pa, ¿me contas la historia de cuándo nací?
-Pero ya te la conté... -Me contesta confundido.
-Si –Sonrío irónica –Hace dos años.
-Mm... bueno... -Me dice dudoso, sonriéndome. Antes se recuesta al lado mío y yo apoyo mi cabeza en su pecho, escuchando sus acelerados latidos, mientras él acaricia mi cabello. –Hace 10 años atrás... me había enterado que tu madre estaba embarazada. Vos solo llevabas unas pocas semanas en su pancita, pero yo ya lo sabía porque cada vez que la tocaba, me invadía felicidad pura. Pero, era un caso muy especial. Ella estaba en coma, era casi imposible que en el accidente no te haya perdido. Pero ambas sobrevivieron. –Me dice con felicidad, y luego se ríe –¿Sabes?, los médicos casi me trataban como loco, pero cuando vieron un "abultamiento anormal" como ellos lo llamaron, pensaron que hasta podía ser un bloqueo digestivo, pero cuando hicieron los análisis recién creyeron lo que yo decía: Estaba embarazada de vos. Una felicidad increíble me invadió, y aunque la mayoría de los médicos nos decían que lo mejor era abortar, ya que esto era muy peligroso para ambos, tu abuelo y yo decidimos que no. En verdad teníamos muchísima fe en ambas, si Mar era tan fuerte, entonces vos también. Y así fue, ella aguantó muchísimo tiempo, como para que vos ya estés lo suficientemente desarrollada. Cuando cumpliste los siete meses, ella estaba demasiado debilitada, entonces los médicos creyeron que lo mejor era hacer la cesárea lo antes posible. Y ese "lo antes posible" fue tres días luego. Nadie jamás imaginó que la vida y la muerte podrían cruzarse en un mismo instante, en una misma piel. "Feliz cumpleaños, mi amor" le dije antes que el electrocardiógrafo marcara el fin de sus latidos, y vos estabas tan tranquila apoyada en su pecho con ayuda de mis brazos... ella esperó al momento de tenerte en su pecho para irse, que te aseguro que se fue siendo muy feliz. –Dijo y pude notar sus ojos brillando.
-Me encanta haber nacido el mismo día que ella –Susurré. –¿Soy parecida a ella? –Él me sonríe.
-Sos igual. En actitud como también en físico. Siempre dije que en tus ojos se reflejaba la vitalidad de Mar. –Yo sonrío, feliz.
-¿Y? ¿Me vas a dar ese regalito? –Digo luego de un rato, y él se ríe, asintiendo, y me lo tiende. Yo lo agarro. -¿Qué es?
-Unos años atrás, cuando revisaba la valija de Mar, encontré un cuaderno, y dentro de él se encontraban dos cartas. Una que decía "Amor" y otro que decía "Sofía".
-¿Cómo? ¿Y no me lo diste?
-Dejame terminar, niña. –Me dice con una sonrisa y con su dedo índice, roza mi nariz, como me lo suele hacer el abuelo. –En mi carta me pedía que la tuya recién te la diera cuando cumplieras los diez. –Me quedo observando la carta luego de que destruí el envoltorio. Y luego de unos minutos, me besa en la frente y se levanta de la cama. –Te dejo sola. –Le sonrío y asiento. En verdad quería leerlo sola.
"15 de noviembre del 2013.
Querida hija: Si ahora estás leyendo esto, quiere decir que acabas de cumplir 10 años. Y también quiere decir que tu padre encontró las cartas que dejé para ambos, y él ya debe saber todo. Todo lo que ahora también te contaré a vos.
Antes que nada, le había pedido a tu padre que te la entregase cuando cumplieras 10 años para que se te sea más fácil entender todo; aunque entender me costó hasta a mí.
Mi vida ha sido muy difícil, Sofía. Si, sé tu nombre, y te lo explicaré:
Un día, cuando era muy joven, había encontrado un pequeño diario dentro de un escondite que estaba en mi casa, detrás de mi ropero.
Años luego, cuando lo abrí, me di cuenta que no era cualquier diario, era un diario especial, un diario tuyo. Y sé que ya lo tienes, y sé que también te escondes en ese pequeño lugar donde yo lo hacía. Y sé que ahí lo tienes. No entiendo cómo, no entiendo por qué. Pero a la vez que vos lo escribías, contando la historia de tu padre y mía, también yo lo tenía en mis manos, leyéndolo.
Eres una gran artista, hija. Estoy tan orgullosa, aunque no esté hoy con ustedes. Me encantaría que así fuera, pero el destino ya estaba escrito. No sabes cuánto me gustaría haberte conocido. Pero quiero que sepas que estaré contigo siempre que tú quieras, dándote mi apoyo en todas tus decisiones.
Antes de que encontrara el diario, estaba pasando unos días bastantes feos para mí. Estaba sufriendo. Hace días me despertaba teniendo pesadillas que no recordaba al momento de despertarme, pero sí la recordaba minutos antes de vivirlos.
Era todo tan raro para mí.
Al pasar el tiempo, algo aún peor me atacó. Y eran imágenes que pasaban por mi cabeza, de un gran accidente, de una muerte. Y lo guardé solo para mí, porque estaba asustada.
Hoy es 15 de noviembre del 2013, son las dos de la madrugada, te escribo desde Bariloche, a dos días del accidente. A un día de haberme animado a leer completamente el diario que vos escribiste. Lo había traído conmigo al viaje por simple intuición. Algo me decía que lo llevase conmigo. Y menos mal que lo hice. No querría perder la oportunidad de poder hablarte. De saber que estoy embarazada. Sufrí tanto al principio, saber que todo era un gran riesgo. Pero después vi las últimas imágenes, vi lo de tu padre, y lo vi todo; todo el futuro que depararía pasó por mi cabeza en unos minutos. Eternos y fugases minutos a la vez.
Y entonces supe que todo estaría bien.
Vos me diste la fuerza que tanto necesitaba.
Un momento antes de haber leído el diario me puse a pensar, tirada en la cama del hotel, en todas las premoniciones que tuve, y por fin me puse a pensar claramente, y no cegarme en el pensamiento de que estaba viendo la muerte de tu padre. Y entonces, la sangre en su cabeza, solo era una herida, que él estuviera en la sala de emergencias, solo estaba siendo atendido, no estaba "por morir" como siempre lo pensé. Y yo, que en algunas visiones solo veía y no escuchaba, que cuando lo miraba a G por esa ventanilla en la sala del hospital yo no sintiera nada. Jamás vi la muerte de tu padre, siempre fue la mía. Y me emocioné. Pensar que él estaría bien, me emocionó tanto. A pesar de todo.
Ahora, que sé que los dos estarán muy bien, solo quiero pedirles que se mantengan así. Unidos. Que tú le des fuerza a tu padre, y que él te de fuerza a vos. Manténganse fuertes, por mí.
Sofi, mi amor, espero que jamás dudes que te amo, estoy segura de que en este momento estoy a tu lado, leyendo cada palabra contigo.
Feliz Cumpleaños.
Los amo, eternamente.
Mariana Lasserre."
Después de 2838292 años, el final ha llegado señoras y señores. *Nadie estaba presente*, da igual, algún día tendré más leidos *soñar es gratis gente💕*
Me despido hasta nuevo aviso, (estoy escribiendo una novela de ciencia ficción y otra de una ninfómana -zuculemto. No apto pa' menores-) jjajajajaja gracias a aquellas personitas que leen, si arroba -kissxs persíguete porque sos la única ahre jajajajajja. Fracasando siempre yo.
Okey, me voy ya.
Baibai, espero haya gustado😁.
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Todo parece un sueño
Romance"Todo parece un sueño" se centra en una chica común y corriente, que quiere vivir su adolescencia al máximo, fiestas, diversión, amigos... amor; pero un día despierta sintiéndose muy extraña por un sueño que no recordaba. A pasar los días, seguía te...