Capítulo 11: Mar

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Décima tercera semana:

Después de tantas idas y vueltas, decido ir en busca del libro.

-Gustavo, ¿puedo ir a su casa un rato? Quiero ir a la habitación de Mar... usted me entiende. –Le digo a penas salgo de la sala después de una visita a Mar, viéndolo en la silla. Me sentía intranquilo.

-¡Claro! –Me dice sin dudar, ya estaba acostumbrado. –Por favor, deja de tratarme de usted, ¿dale? –Yo asiento y me cede las llaves.

Cuando llegué, sin vacilar busco el libro negro en sus estantes y lo vuelvo a abrir, sentándome en la cama. Corro bastantes páginas y empiezo a leer. El corazón me latía demasiado fuerte, estaba acelerado, y sentía un agudo dolor de cabeza.

Algo raro hay acá.

"Bariloche.

Primer "te amo".

13 de noviembre: Un día de alegría con amigos, lleno de temor por un accidente helado, y después una noche inolvidable, especial, llena de magia, solo de ellos dos."

[El día que Mar y yo...] Pienso, y luego sigo leyendo. No puede haber tanta casualidad. Esto no puede ser real.

"Último día.

No hay algo que le torture más. Se siente horrible. Y su mejor amiga lo descubre. No aguanta y le cuenta todo.

Él también se siente horrible. La nota así a su amor y desespera al no saber qué es lo que le pasa.

Ella y su mejor amiga planean algo para poder detener el colectivo. Es que en sus premoniciones ve que un camión de gas frena de golpe y desde esa acción se produce todo el accidente. Lo que ella nunca supo... es que no veía la muerte de su amado, lo que veía era su propia muerte; y el destino sí estaba escrito.

Eso me dijo ella en la carta que me dio. Qué lindo regalo fue leer eso."

Mis lágrimas no dejaban de caer por mi rostro y el nudo en mi garganta se formaba. Mi corazón latía demasiado fuerte y veo el dibujo debajo: Dos manos agarradas.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y entonces tengo que aceptarlo. Esta es mi vida y la de Mar. Apoyo el libro en mis piernas y trago saliva, limpio mis lágrimas y con las dos manos recorro todo mi cabello hasta llegar a mi nuca, entrelazando mis dedos allí. Cierro los ojos, aprieto la mandíbula y me dispongo a seguir. Corro otra página más, respirando entrecortadamente.

Esta vez es solo un dibujo.

Una mujer recostada en la camilla de un hospital, y un chico a su lado, en una silla, cabizbajo ya que solo se notaba su cabello... y la chica... tenía la cara tachada con el número 121.

La sala.

Con mucho miedo me animo a correr otra página más.

Los dos chicos en la misma posición, pero desde más cerca, y se ve como él le pone un anillo. En la puerta se ve un señor, también con la cara tachada, observando.

Mi vista se dirige hacia la próxima hoja.

Mar... con la panza de una embarazada.

Arrugo el entrecejo, y sin parar de llorar, noto como en mis labios se forma una sonrisa. Mi corazón sube a la garganta, y antes de que mi impulso me dirija hacia el hospital corriendo, reviso la próxima página.

Y en ese mismo instante veo otro gran dibujo, giro mi cabeza y me veo, exactamente como estoy ahora. Leyendo el diario, sentado en la cama.

Lo tiro al piso del susto y salgo corriendo al hospital, llorando como nunca antes. Sintiéndome feliz, asustado, confundido, triste, y millones de emociones más, juntas.

Llego y abro las puertas de la sala.

-Mar –Digo... y me recuesto en su abdomen, llorando. Y vuelvo a sentir un escalofrío, una oleada de felicidad recorriendo mi cuerpo entero, desde mis labios que besan su vientre, hasta la punta de los pies. Y entonces, llorando como un tonto, lo confirmo.

El capítulo anterior fue tan cortito que me dio lástima y decidí subir el último. Mañana subo el epílogo💕💕😍
Espero que les haya gustado el final. Mañana van a entender todo,
Baibai...

Todo parece un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora