El mundo que solo Guido y yo veíamos paró por un instante, estábamos paralizados. Pero los segundos se contaban, los pájaros cantaban, los autos seguían pasando, y la voz de Seba también seguía. Todo estaba. Menos Guido y yo.
Él me miraba sin ningún gesto en su rostro. Yo lo miraba como si tratara de decirle que no fue nada. Que solo estaba confundida.
Fue el momento más corto, y más largo de mi vida.
En un instante se me cruzaron por la mente las infinitas explicaciones que quería decirle, pero ni una salía de mi boca. Aunque tampoco entendía por qué debería explicarle, si no somos nada.
Cuando tragué saliva, cuando por fin me pude mover, Guido miro hacia adelante y siguió su camino como si nunca hubiera visto nada, como si nunca hubiera pasado por mi casa.
-Mariana, ¿Estás bien? –Por fin dejo de mirar hacia donde el chico estaba.
-Andate Sebastián. –Solo atiné a decir, cuando lo miro. Me sentía realmente muy mal. Y como ya sabía que iba a pasar, apareció un nudo en mi garganta.
-Perdoname, besarte fue un impulso... Mariana, cada vez que te veo, cada vez que escucho tu voz, no paro de imaginarnos juntos, besándonos... ¡Perdoname si te molestó! ¡No fue mi intención! –Me dice tratando de mirarme, pero yo lo esquivo mientras le abro el portón.
-Andate, por favor, no te quiero tratar mal. –Fue lo último que dije, con mi voz ya quebrada, y corriendo fui hacia mi habitación. Sin darme cuenta ya estaba tirada en mi cama llorando. Al instante me seco las lágrimas, tratando de contestar las preguntas que tenía en mi cabeza. [¿Qué hago llorando?, ¿Qué hacía acá, Guido?, ¿Por qué siento que tengo que darle una explicación? ¿Y... por qué él se puso así?...] Esa expresión vacía... no tengo manera de interpretar que sintió, qué le pasaba.
De la nada también pensé en Sebastián, arrepintiéndome de haberlo tratado así cuando no se lo merecía. Estaba angustiada. Y cuando lo estoy siempre trato mal a los demás... Me odio por eso. Eran muchas cosas en mi cabeza, me siento una mierda sabiendo que me besó la persona que Cami ama y me siento también una mierda sabiendo que por mis acciones también lastimo a Seba.
Y de repente me detengo de cualquier pensamiento al sentir el escalofrío de siempre:
Fue algo confuso al principio, eran imágenes borrosas que iban y venían, hasta que logro darme cuenta que éramos Guido y yo discutiendo... luego... ¿Lupi? ¿Luli?, ¿Qué hacían?.
Me es imposible dilucidar las imágenes, traté de imaginarme la escena pero no entendía nada. Lo único que saco de esta visión, es que Guido estaba irreconocible, nos trataba mal... estaba como... violento.
Estoy sola en mi cuarto, en mi casa. Me entro a bañar, para relajarme, y con agua fría, quería despejarme de absolutamente todo. Solo necesitaba un poco de soledad y paz. La música de mi celular sonaba en el baño cuando dejaba caer la lluvia sobre mi nuca, sobre mi cabello y luego sobre mi rostro. Y aunque no supiera el por qué, las lágrimas seguían cayendo, desapareciendo con el agua.
So you can keep me
Inside the pocket of your ripped jeans
Holding me closer 'til our eyes meet
You won't ever be alone...
No tengo nada para hacer más que estudiar, lo hice solo para mantener mi cabeza en otra cosa. Pero no pude, era imposible concentrarme.
Nada logra que deje de pensar en lo sucedido.
Odio este año, es uno de los peores después del año de la muerte de mi abuela y la fugaz desaparición de mi amiguito Sebastián. De pronto algo sí me quita del pensamiento a Guido, Sebas y Cami, y es el libro que tiré a la basura.
Todavía seguía sin creerlo.
Quiero convencerme de que tal vez lo había escrito yo y no me acordaba, pero es imposible. ¿Por qué inventaría las fechas y el nombre? ¿Y por qué lo contaría como si fuera una historia y no lo contaría en primera persona?. Quiero saber qué era, pero a la vez no. Siento mucho miedo.
Al rato ya estaba tratando de convencerme de que tal vez todo es coincidencia. Aunque sigo pensando que es imposible. Simplemente no puedo creer que así sea, porque hasta las fechas coincidían pero en distintos años.
Y sin más, segura, vuelvo hacia el tacho de basura de mi pieza y lo saco de allí, volviendo a las páginas donde habíamos quedado.
"Él estaba de novio, aunque estaba seguro que no sentía nada. Por nadie. De vez en cuanto se sentía solo, me dijo. Aunque tenía a su mejor amiga. Me contó que siempre la vio tan hermosa, con su cabello ondulado y sus ojos marrones claros... su sonrisa. Sus ojos se iluminaron cuando me contó de ella y su sonrisa."
Definitivamente no entendí nada. ¿De quién hablaba?.
Observo detalladamente el dibujo que yacía debajo del texto. Era fascinante. Un chico estaba pateando un tacho de basura. Y otra vez, su rostro estaba tachado.
Iba a seguir con la siguiente página pero la voz de mi madre llama a mi nombre y decido cerrarlo y ponerlo entre mis demás libros en mis estantes. Observo la hora en mi celular: 22:32hs.
Yendo hacia el living me doy cuenta que la mesa estaba puesta y mi mamá sentada allí por cenar, y, por primera vez luego de tanto tiempo, cenamos juntas. Igual comió a las apuradas, tenía que irse a un lugar. Como siempre. "Me tengo que ir a un lugar".
No pude aguantar y le pregunté si sabía quién vivía acá antes de nosotros.
Me contestó de mala gana que la abuela los conocía, eran algo así como primos lejanos...
-¿Y quiénes eran?
-Te dije que la abuela los conocía.
-¿Vos no?
-No. –Se para de la mesa y se va al baño a lavarse las manos. Yo la sigo. Esta noche está más oscura de lo normal, al igual que la casa. La casa esta tan oscura que da miedo. Prendo la luz del pasillo.
-¿Había una niña?
-Creo que sí.
-¿Y cómo se llamaba?
-¡No lo sé! –Aumentó la voz.
-¡Como no vas a saber! ¡¿La abuela no te hablaba de ellos?! -No me di cuenta pero estuve algo irritante. Es que insistí mucho con la cuestión.
-¡Deja de molestarme Mariana! ¡Con la abuela no nos hablábamos! –Me gritó enojada, cerrando con sus fuerzas la puerta del baño. Yo retrocedo y no me quedo atrás, le grito unas cuantas malas palabras, arrepintiéndome al instante, pero ella no tendría que haberme tratado así. Igual pedí disculpas. Ella no.
Suena la alarma. Nueve y punto. Me despierto, me levanto, voy al baño, me lavo la cara. En casa no hay nadie.
Pero de pronto me sobresalto pensando que había alguien, viendo un reflejo mío. Me río sola. Desde que leí el diario de la tal Sofía estoy paranoica, tanta coincidencia da miedo.
Me preparo un café con leche y tomo con unos bizcochitos que sobraron de ayer.
Después ordene y limpié un poco la casa, me bañé, y por fin me senté en el sofá a descansar.
"Hola, me llamo Mariana. Estoy preocupada por mis amigas que en todo el día de ayer no me llenaron de mensajes." Escribo en el grupo. El mensaje no envía. Me extraña al principio, pero luego me río, otra vez de mí misma, al darme cuenta que tenía desactivado el Wi-Fi. Lo conecto y ahora sí me llegan los mensajes. Muchos mensajes.
Nada importante, los chismeríos de siempre.
"Eh?" Pone Luana al no entender mi mensaje.
-Nada, nada. No me llegaron los mensajes de lo que hablaron ayer... -Le explico.
"Jajajaj. Que cuentan gentee?" Pone Bella y de repente empiezan a hablar todas de todo.
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Todo parece un sueño
Romance"Todo parece un sueño" se centra en una chica común y corriente, que quiere vivir su adolescencia al máximo, fiestas, diversión, amigos... amor; pero un día despierta sintiéndose muy extraña por un sueño que no recordaba. A pasar los días, seguía te...