My Future with You (OtaYuri)

¿Niños?

– Llegué – su lindo rubio se había convertido en un patinador famoso, todo un príncipe del hielo - te noto nervioso - a pesar de que ahora el tuviera 28 y su esposo 25 seguían siendo los mismos en muchos sentidos.

Continuó caminando por aquella bella casa decorada por fotos de ellos, medallas, recuerdos de sus viajes, su vida realmente había cambiado en el buen sentido. Logró casarse con el amor de su vida, su carrera como patinador fue bastante buena aunque no se comparaba con la de Yuri, también logró cosas bastantes importantes con su pasatiempo como DJ pero ahora era un profesor en la Universidad de Cambridge, especializado en electromecánica mientras su esposo continuaba patinando aunque por el momento estaba pensando en su retiro para dedicarse a su pasatiempo de diseñador, su pasión sobre la ropa inspirada en los grandes felinos había llegado a otro nivel y debía aceptar que el rubio tenia talento.

— ¿me vas a decir que te pasa o no? —Aunque su pregunta sonaba brusca su mirada era dulce y serena — te noto nervioso desde unos días, creo que es hora que me digas que sucede... — el rubio decidió sentarse en uno de los grandes sofás hasta finalmente mostrarle unos papeles — Beka...quiero que seamos padres y esta vez no me refiero a gatos —

Aquel tema siempre lo tensaba un poco porque sabía que seguir ese camino era colocarse de nuevo como el plato fuerte de la prensa gracias a que eran hasta cierto punto figuras públicas y él seguía siendo muy malo lidiando con la atención o malos comentarios, más si iban dirigidos a Yuri — cariño...es una gran responsabilidad y sabes que el trámite es muy largo pero eso no nos asegura que todo resulté como lo planeamos —sería una mentira decir que no deseaba niños, la idea de tener una familia lo emocionaba pero al enamorarse del ruso dejó aquel sueño de lado.

Adopción era lo único que podía pensar mientras Yuri le explicaba los detalles hasta tenía una presentación en su laptop — Yura... lo pensaré — fue lo único que dijo cuándo la brillante presentación terminó, aceptaba que la idea de tener un hijo lo emocionaba pero al mismo tiempo le preocupaba.

El resto de días su lindo esposo realmente se esforzó en persuadirlo de diferentes maneras hasta que terminó enojándose por su indiferencia — déjame pensarlo un poco más — intentó marcharse pero el rubio termino jalando para que no huyera — perdón por molestarte con el tema ¿acaso no quieres tener una familia? Beka... deseo que mi abuelo pueda tener bisnietos, quiero poder ser un buen padre porque los míos fueron una mierda... —

Aceptaba que aquello le había dolido pero finalmente le ayudo a despejar su mente — adoptaremos pero me debes hacer caso — los ojos del rubio brillaron mientras lo abrazaba cubriéndolo con su delgado cuerpo, ahora era más alto pero seguía teniendo esa figura delicada.

— Nada de redes sociales, no le daremos de que hablar a la prensa porque sabes muy bien que Costantino nos tiene siempre en la mira — aquel hombre era un Italiano dueño de una revista muy popular en el mundo entero y aunque su especialidad era la moda siempre que tenía la oportunidad atacaba a su matrimonio.

Después de eso todo paso con calma, el hecho de haberse mudado hace varios años a Inglaterra ayudó bastante en el proceso porque en Rusia la aceptación a los homosexuales por parte del gobierno y la sociedad no era la mejor, cosa que se repetía en su país natal aunque en ambos fuera legal ser homosexual. Nunca se encontraron en peligro pero no deseaba exponer a Yura a problemas sobre todo porque Costantino parecía estar decidido en que el odio cayera sobre ellos.

— Es hermoso... — sus ojos ardían mientras veía al pequeño cuerpo en la cuna del hospital, al final no fue una adopción porque Yura tenía la idea sobre un "vientre de alquiler", se opuso bastante a eso pero al final se encontró enganchado y ansioso en cada parte del proceso hasta que finalmente podía tener a su pequeño hijo que dormía como un pequeño ángel, en ese momento algo nuevo nació en él y el resto fue mágico.