Otabek estaba acostumbrado a despertar con Yuri entre sus brazos pero esta vez su hija también se encontraba a su lado, específicamente utilizando su torso como cama — papá — susurraba jalando las mejillas del kazajo en su intento de despertarlo — Bekaaa — empezó a jalarle las orejas, llenarlo de besos y golpear un poco el pecho con sus manitas hasta que finalmente el héroe de Kazajistán abrió los ojos encontrándose con aquella pequeña rubia — ¡papá duermes como un oso! — soltó entre risas antes de parar de golpe para llevarse un dedo a los labios — papá Yura está dormido — ambos miraron al ruso que no parecía tener intención de levantarse — es mejor dejar dormir al tigre — comentó Otabek al tiempo que quitaba con cuidado su brazo con la mayor delicadeza del mundo hasta conteniendo la respiración junto con su hija para no despertar a su esposo.
Cuando finalmente lo logró tomo en brazos a su única niña para marcharse rumbo a la cocina, todavía era temprano pero era normal que Aisha y Nikolai sean los primeros en despertar mientras Andrew al igual que Yuri dormía hasta tarde y se desvelaba.
Mientras bajaba las escaleras no podía evitar sentirse vacío por no ver a Niko con su radiante sonrisa — ¡quiero panqueques! — La voz de Aisha lo regresó a la tierra, debía dejar la paranoia a un lado para que sus hijos crecieran sin límites — lo que quieras princesa — su pequeña era su adoración, sentía una conexión especial que había aumentado su lado protector. Adoraba consentirla y mimarla de todas las formas posibles, no dudaba en dejar absolutamente todo lo que estaba haciendo para prestarle atención y en ocasiones hasta decidía quedarse horas al lado de su cama sosteniendo su manita cuando estaba dormida.
No le molestaba quedarse viendo película de princesas, tener que actuar como un príncipe, ir a esas tienda donde se encontraba rodeado de madres que parecían querer devorarlo o simplemente llevarla de comprar o elegir vestidos para ella cada vez que pasaba por una tienda. En resumen la pequeña Aisha era su adoración, quizás se debía a que le recodaba mucho a Yuri cuando lo vio por primera vez en ese campamento o porque lucia tan frágil como si fuera de cristal. El kazajo no sabía a ciencia cierta de que se trataba pero estaba seguro que no podía negarle nada a su princesa.
— ¿también quieres frambuesas? — Aisha se encontraba en los hombros de Otabek mientras observaba como se movía de un lado al otro para prepararle el desayuno — papá yo siempre quiero frambuesas— contestó divertida sin dejar de abrazarle la cabeza — ¿ayer estabas enojado con papá Yura? — aquella inocente pregunta logró que el cuerpo del ex patinador se tensará un poco, realmente se sentía terrible por haberle alzado la voz a su esposo. Él normalmente era dulce y paciente con todos en la casa, podía llegar a tener un tono severo pero nunca gritaba — no, simplemente estaba pensando en cosas — supuso que la conversación terminaría en ese punto pero la curiosidad de su pequeña hija no se conformaría con algo así.
— ¿Qué cosas? —
— cosas de adultos —
— papá Yura es un adulto —
— lo sé —
— entonces él te puede ayudar —
Las palabras de su hija lo mantuvieron pensativo por un rato, realmente no quería involucrar a Yuri en aquel problema pero tampoco le gustaba mentirle — no, esta vez papá Yura no puede — contestó mas para el mismo que para Aisha la cual le jalo el cabello suavemente al notar que no le prestaba atención — ¿Por qué? — el kazajo suspiró, sabía que se venía otra ronda de dudas que prefería evitar por lo tanto la bajo de sus hombros con cuidado para dejarla sobre la isla de la cocina.
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My Future with You (OtaYuri)
FanfictionLa vida de Otabek y Yurio desde su decisión de formar una familia.