My Future with You (OtaYuri)

Hormonas

Dimitri se encontraba hablando por teléfono con una "amiga" mientras buscaba una camisa de pijama.

— terminamos, tampoco éramos tan ofíciales pero debo decirlo para evitar mal entendidos —

— ¡Dimitri eres un idiota! —

— también te amaba lindura ~

Soltó una leve risa, algo le decía que al llegar a Rusia recibiría una fuerte bofetada. Alissa era una chica agradable, pero por el momento quería un alto de su vida y situación sentimental ¿porque? Quizás cuando se va muy rápido, las energías se terminan antes de lo esperado. Tan lógico e ignorado por tanto tiempo.

— Dima... ¿puedo pasar? —

La voz de Nikolay lo sacó de sus pensamientos, se veía tan adorable en su pijama junto con aquel cabello sutilmente alborotado tras habérselo secado. Aquel niño realmente era un ángel a pesar de su actitud rebelde y prepotente mirada hacia sus contrincantes.

— claro, no necesitas pedir permiso —

Se sentó en la cama sin preocuparse por ponerse una camiseta — siéntate — tocó el espacio a su lado, sin embargo el joven Altin se sentó en su regazo con un pequeño sonrojo adornando su pálida y hermosa cara.

— esa noche me dijiste bebé ¿aún lo soy para ti? —

Dimitri no sabía dónde meter la cara, no quería hablar del tema. No deseaba aceptar en voz alta el echo de casi robarle la inocencia por estar bastante alcoholizado, eso sonaba demasiado pervertido hasta para el.

— me gusta cuando me dices bebé, pero solo si lo susurras contra mi cuello —

La voz de Nikolay sonaba aterciopelada, suave, sensual y se colaba por todos los poros del ruso. Lo deseaba, lo deseaba como nadie antes que él. Quería ser su primer beso y llenarlo de caricias hasta escuchar suaves jadeos por parte de esa boquita traviesa.

— Niko...por favor regresa a tu cuarto —

El menor simplemente se movió mejor hasta quedar sentado sobre la entrepierna ajena — Dima, yo no me quiero ir...quiero jugar contigo, enséñame cómo debo hacerlo — susurró abrazándolo del cuello, mirándolo con esos hermosos ojos verdes que doblegaban la voluntad no tan firme del mayor.

Bastaron solo segundos de su provocación, en ese tiempo Dimitri se adueñó suavemente de los labios del menor, quería ser brusco pero no lo haría. Deseaba darle el mejor primer beso del mundo, saborearlo por completo y dejarlo deseoso de más.

Sus manos no fueron tan educadas, rápidamente se colocaron lo suficientemente bajó para tocar aquel pequeño, redondo, firme y hermoso trasero que el menor poseía.

— hmmm —

Podía sentir el cuerpo de Nikolay pegarse más al suyo, deseaba entregarle todo y eso lo llenaba por completo ¿porque un ángel tan hermoso se denigraría hasta un demonio de su calibre?

— Bebé, abre la boca y muéstrame tu lengua —

Su pedido fue tan suave que decidió acariciar un poco más al menor en forma de recompensa al verlo obedecer sin ningún tipo de berrinche, aquel niño lo volvería loco.

Con cuidado colocó la lengua ajena en su boca empezando a succionarla, soltó una leve risa cuando el menor se sobresaltó al sentir el pirsing que descansaba en su lengua.

— tranquilo... —

Se volvió adueñar de aquella pequeña boca, explorándola por completo y entregándole placer simplemente con su lengua. El patinador soltaba pequeños jadeos durante el beso,  todas esas sensaciones lo estaban seduciendo por completo y el resultado estaba en su entrepierna. La cuál estaba siendo apretada gustosamente por el pecho del jugador.