¿Una chica Alpha?

Capítulo 22:Sangre

Hola. Lean el aviso al final, porfa.

Seguí caminando mientras las lágrimas se derramaban por mis mejillas.

*Si serás idiota. Te lo dije.*

Cállate.

* Eres un asco. Si tu fueras más como tu madre, quizás serías más soportable.*

¿No se supone que eres quien me dice lo correcto?

* ¿Y qué crees que te estoy diciendo? *

Lo que no quiero escuchar.

*Pues noticias, te digo sólo la verdad.*

¿Algún día me dirás algo amable?

* Eres horrenda,¿porque lo haría?*

Sal un rato.

Sentía los ojos de Rex en mi espalda. Cuándo no la sentí mire hacía atrás. El miraba el piso. Me apresure a la casa. Cuando estaba llegando empezó a salir el sol. Pare a verlo. Era hermoso. Siempre lo fue. Mi madre, siempre que viajabamos, me despertaba unos minutos antes. Para que viera el sol salir en muchos distintos paisajes. Cuando murió lo segui haciendo. Mi forma de estar con ella. Lo cómico es que jamás lo había visto aquí, en mi ciudad. No iba a dejar esto por él. Pasó rápido por mi lado y entró a la casa. Luego de que el sol salió yo también entre. Mire el reloj del celular. Faltaba 1 hora para clases. Rex estaba tomando café. Lo esquive y yo también me serví. Lo tome en 3 sorbos. Tome mi uniforme de mi bolso y me metí al baño para cambiarme. Me cepille los dientes y me desenrede el cabello. Me maquille un poco. Rimel y un labial claro. Me quería pasar delineador en la parte interna del ojo, pero decidí esperar a ponerme los lentes. Salí del baño y busqué una lima. Busque un espejo y lime mis colmillos. Los chicos empezaron a despertar. Adam me saludo con un beso. Desayunaban y se iban a lavar los dientes. Los limaban y se ponían los lentes.

-Ven. -Me dijo Adam. Con mi par de lentes. -Abre bien los ojos. -Así lo hice. Tomó los lentes y me los puso. Luego parpadee. -Wow. Ni siquiera tuviste un amague a cerrar el ojo.

Tome mi delineador y me puse frente al espejo. -Cuando haces esto, pierdes miedo. -Dije delineando el interior de mi ojo. Adam dejó escapar un quejido y desvió la vista.

-No entiendo como se animan a hacer eso.

-¿Costumbre?

Nos seguimos preparando hasta que se hizo la hora de irnos. Sentí muchas nauseas. Que iba a vomitar. Salí corriendo al baño. Los chicos me siguieron. Apenas llegue a vomitar.

-¿Estas bien? -Me preguntó Tristán.

-Larguense. -Les dije.

-Pero...

-Que se larguen. -Grite. Me hicieron caso y se fueron cerrando la puerta. Sentí que me sujetaban el cabello. Volví a vomitar.

-Dije largo.

-No me importa. -Dijo la inconfundible voz de Rex.

-Vete.

-Nunca me iré. -Volví a vomitar. ¿Cuándo había comido tanto?

Me sentí ya vacía. Baje la tapa y tiré la cadena. Limpie mi boca con el dorso de mi mano. Vi mi mano. Sangre. Me lave en el lavado. Cuando me limpiaba la boca salía rojo. Tocí y escupí sangre.

-Bree, ¿estas...

-Estoy bien.

-¿Estas...

-Que estoy bien dije.