Capítulo 32: Fiesta formal (Maratón 3k)

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—Yo también quiero hacerte el amor, bebé. —Sonrió inocente. En eso la mesera trajo la comida. La sirvió y se fue. Esta vez, por suerte ni  miró a mi novio.

Pasamos el resto de la cena hablando estupideces. Luego de unas horas Rex pidió la cuenta.

—Tengan. —Dijo dejando un recibo y en él estaba escrito su número de teléfono. Rex tomó una birome y escribió: “tengo novia”. Realmente me derritio el gesto.  Le sonreí. No me dejo pagar. Dejó el dinero y nos fuimos. Condujo él. Llegamos a su casa y bajamos. Me abrió la puerta. Lo besé. Me mostró toda la casa.

—Y este es mi cuarto. —Dijo abriendo una puerta. La habitación era de un azul oscuro. La cama matrimonial estaba hecha un desastre. Había ropa por todos lados al igual que vasos, platos y envases de comida. También había un ordenador. Y unas repisas con premios. —Lo siento. No esperaba visitas.

—Esta bien. Te ayudo a ordenar.

—No, no es necesario.

—¿Recuerdas el instinto maternal? ¿Qué diría tu madre si te viera?

—Ponte a recoger todo ya. —Dijo con voz aguda. —Es lo que voy a hacer ahora, ¿verdad?

—Sip. —Le dije. Lo besé.

—¿Y cuál será mi premio?

—Una habitación ordenada. —Levantó una ceja. —Con una cama despejada.

—Bien.

Nos pusimos a ordenar todo. Fue rápido por nuestra super velocidad. Rex lavaba los platos y yo ponía ropa a lavar. Terminamos media hora después. Pero aún teníamos tandas entrando y saliendo de la lavadora.

—Al fin. —Dije tirándome en la cama.

—Concuerdo. —Dijo imitandome.

Mi celular sono. Era el tono que le había puesto a mi padre. Conteste.

—Hola.

—¿Donde estas?

—¿Qué?

—Hoy es miércoles. ¿Lo olvidaste?

—Sí. Lo siento. Olvidé la cena.

—Ven. Todavía falta para que lleguen.

—¿Puedo llevar a alguien?

—Claro. Pero no toda la manada.

—Ok. Bye.

—Chau.

Corté.

—Tengo una cena formal de mi padre. ¿Vienes?

—Sí, ¿porque no, novia?

—No se te ocurra decirle eso a mi padre o hermano.

—No soy suicida. —Me reí.

—¿Tienes traje?

—Sí.

—Tómalo te lo pones allá.

—Ok.

Tomó su traje, zapatos y nos fuimos. Llegamos a mi casa. Entramos y directamente subimos.

Busque un vestido y zapatos. Cuando los elegí me fui a bañar. Cuando salí Rex ya estaba listo. Se veía de infierno.

 Se veía de infierno

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