capítulo 29: destrozar

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Llegué a mi casa. Entre con todos mis bolsos y los deje cerca de la puerta.

-Hola. ¿Hay alguien? -Grité.

-En la cocina. -Gritó mi padre. Fui a la cocina. Mi hermano estaba comiendo cereal y mi papá leía el diario. -Buen día. -Los salude con un beso en la mejilla.

-Hola. -Brent miró su celular.

-Mierda, se me hizo tarde. Bye. -Cuando me saludo le tomé la mano.

-Vamos al cine mañana.

-Me encanta la idea. -Dijo asistiendo. Le solté la mano y se fue.

-Yo tengo que ir a mi oficina. ¿te molesta estar sola?

-No. Está bien.

-Adiós. -Dejó el periódico sobre la mesa.Me saludó y se fue. Algo del diario me llamó la atención. Había una foto de un cuerpo cubierto con una manta blanca y un enunciado. "Masacre en el bosque" decía. Tomé el diario y empecé a leer.

"Hoy la Policía dio el informe del terrible ataque en el bosque. Especialistas y médicos forenses confirmaron que todo indica que fueron lobos. Sin embargo las huellas indican que sólo fue un lobo. También lo señala que todas las heridas son similares. Las autoridades están sorprendidos por la rapidez de sólo un lobo y también porque no se ha visto un ataque o lobos desde hace años. Los parientes están destrozados. A continuación les traemos algunos testimonios. " Paré de leer para prepararme por lo que venía a continuación.

" Ella era amable. Era su primer acampada. Mi hija no hizo nada malo en su vida. La vida es tan injusta. Ella iba a ser alguien. Una científica. Le encantaba la ciencia. La amaba tanto. No sé porqué ese lobo los atacó. Pero desearía no haberla dejado acampar." Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas. "El era mi hijo. Me arrepiento. De tanto. Lo último que hicimos fue pelear. Y yo no lo aprecie. Cuando me dijeron que estaba muerto pensé que quería al asesino muerto. Pero al enterarme que fue un lobo... pensé mierda. Es un animal. No puedo pedirlo muerto. Para él no es asesinato, es comida. Y quizás era un cachorro o una madre que les llevaba comida a sus bebés recién nacidos. Aún así, obviamente, hubiera preferido que fuera un venado." El artículo seguía pero yo no podía más.

Era humana. No era alimento. Era matar. Asesinato. Deje el periódico donde estaba y subí a mi habitación llorando. Sonó mi celular. Cuando lo revisé era de una aplicación de noticias. "Ultimo momento: Encuentran muertos a los padres de una de las víctimas del ataque del lobo. Su nota decía que no podían vivir sin su preciada hija, la luz de sus ojos." Y finalizaba con una pregunta. "¿Cuántas muertes costará este lobo?" Deje el celular en mi mesa de noche. Me sostuve en mi escritorio que tenía un espejo. Me mire en él para obligarme a dejar de llorar. Parpadee y mis ojos se pusieron azules. Luego empecé a ver una escena. En el bosque. Los cuatro chicos. Escuchaba sus gritos. Vi como les desgarraba la garganta. La sangre. Como me los comía. Quería gritar. Pero no podía. Moví bruscamente mi cabeza hacia un costado, provocando que mi pelo cayera en mi cara. Lentamente volví mi cabeza al espejo. Mis ojos pasaron lentamente a marrón de nuevo. Seguía llorando. Limpie mis lágrimas. Tomé unas toallas y me fui a mi baño. Abrí el agua y espere a que se calentara. Luego me metí. Me bañe tranquila hasta que me abrumó demasiado. Me largue a llorar y me recordé contra la pared. No podía con el dolor y la culpa de haber matado a alguien. Sobretodo a alguien inocente. No podía aceptar haberlo hecho. Lo había ignorado por días. Y ya no podía hacerlo. Maté a seis personas. Y destruí el alma de 4 familias.

Ya era suficiente. Y sin embargo, era la primera de muchas lunas. No iban a ser las últimas muertes. Lidiar con ello costaría. Pero lo haría. Por mi manada, mi familia y mis amigos. Aunque las tres cosas consistían de las mismas personas. No sabía si debía estar con ellos, para que me consolaran o sola, para pensar. Opté por la segunda. Es decir, sola, no preocupaba a nadie.

Pero Ryan tenía otro plan. Y me visitó de improviso.

-Hola. -Me saludó. Traía una bolsa en el brazo.

-Hola.

-Estuviste llorando, ¿No? -Asenti. Me abrazo. -¿Por la luna?-Asentí contra su pecho. Me apretó más fuerte. -Sh. Esta bien. Lo lei y creí que te vendría bien compañía.

-Sí, puede que sí. -Me separé.

-Puede no. Lo necesitas.

-Sí. Tienes razón.

-Siempre tengo razón. -Me reí. -Prefiero verte reír.

-Gracias. -Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

-Traje películas helado y chocolate.

-¿Qué películas?

-Toda la saga de Crepúsculo. Y te traje los libros.

-¿También "vida y muerte", "sol de medianoche" y "la segunda vida de Bree Tanner"?

-Sip.

-Te amo tanto. -Le dije abrazandolo.

-Lo sé.

Fui por unas cucharas. Nos sentamos en el sillón frente a la tele y puse la primera.

-Que cuerpo tiene Edward. -Dijo Ryan.

-¿Te gustan los hombres?

-Sip.

-No sabía que eras gay.

-Quizás porque no lo soy. -Lo mire desconcertada. -Soy bi.

-Oh. Eso tiene sentido. Entonces,¿algo más que deba saber?

-Tristán es gay.

-¿Si?

-Sip. Y también Rex.

-Esa sí no lo creo. -Empezó a reír.

-Ok, Rex no. -Rodé mis ojos.

-Estúpido... Gracias. Por animarme, digo.

-No hay por qué. Eres mi Alpha, mi reina. Y ahora yo soy tu bufón real. -No pude evitar reír.

-Gracias mi fiel sirviente.

-Bailemos, mi reina.

-Será un honor para mí.

Bailamos un rato. Se estába haciendo tarde.

-¿Te quieres quedar a dormir?

-Claro... pero no tengo ropa.

-Te doy de mi hermano.

-Bien.

-Vamos a preparar.

Subimos.

(...)

Me despertó algo húmedo.

-¿Ryan, que haces? -Pregunte sin abrir mis ojos. Silencio. -¿Ryan? -Abrí mis ojos y vi a un enorme lobo con su lengua afuera. -Idiota, Te pueden ver. Destranformate. -Se volvió humano. Desvíe la mirada y le tiré ropa.

-Gracias. -Me beso la frente y se acostó a mi lado.

¿Una chica Alpha?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora