capítulo 25: en la foto

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Me concentré en que estaba actuando como madre. Y que no debía enojarme. Respire profundo y me calme. Comencé a caminar para relajarme un poco. Para cuando llegue estaba completamente en Paz. Me puse a revisar Instagram. Los chicos llegaron 10 minutos después.

—¿Estas tranquila? —Dijo Rex dudoso.

—Sí. Lo siento. Creo que fue muy maternal.

—No, ¿tu crees? —Dijo sarcástico.

—No abuses. —Levantó las manos en señal de rendición. Adam se me acercó. Me quiso besar. Rex lo miraba con furia. Gire la cabeza. —Necesito hablar contigo. —Le dije.

—Claro. —Dijo. Me dirigí afuera con Adam atrás. Juro que vi una sonrisa petulante en la cara de Rex. Casi saltó sobre él de la rabia.

—Mira, —Le dije una vez fuera. —No sé exactamente qué es lo que tenemos. Pero… realmente no creo que debería seguir. —Dije tardando en pronunciar cada palabra.

—Si es porque no sabes que es sólo… —Empezó a decir pero lo interrumpí.

—No. No tiene que ver con eso. —Me apresure a decir. —Sólo… esto empezó cuando fui a tu casa y… ya sabes. No lo siento real. Como...

—Como si sólo algo te dijera que lo hicieras. —Completo por mi.

—Sí. Sin darme explicación. Sólo ordenar. —Dije. Justo lo que sentía. —Lo siento.

—Esta bien. No es problema, Alpha. Estoy para servir. —Dijo en tono de juego. Reí.

—Gracias. —Volvimos a entrar. Rex me miraba como si pudiera traspasarme con la mirada. —¿Vamos a entrenar? —Todos gruñeron casi a la vez.

—Asco.

—Bien. ¿Qué quieren hacer?

—Dormir. —Gritaron los diez.

—No hacía falta gritar. —Grité yo más alto. —No tengo sueño. ¿Ustedes sí?

—¿Primera luna? —Me preguntó Alex. Asenti. —Espera a la segunda, ya verás como si tienes sueño. —Fruncí los labios y asentí.

—Duerman. Iré a pasear.

Los deje y me fui pero primero tome el collar que me regaló mi madre. Volví al lago. Adoro ese lago.

Abro el collar. Pienso en las palabras de mi madre. No tengo ni puta idea de a qué se refería mamá. Tiene que ver con un libro y obviamente con el collar. A ver, pensé, si es el comienzo, haré una lista mental de comienzo y ahí empezaré. Nacer, nivel inicial, medio, superior y… ¿Qué más? Nada de lo anterior me sirve. No nacimos en el mismo lugar. Antes no se iba a la escuela. Mamá, eres la peor dando indicios.

*O eres mala siguiendolos.*

Genial. Volviste.

*¿Me extrañaste?*

Ayúdame o vete.

*Realmente eres idiota. ¡Tienes la respuesta en tu mano!*

Mire el collar. Sí, era idiota. Ese maldito lugar que malditamente no sabía dónde mierda quedaba. Fui de nuevo a la casa. Todos estaban dormidos. No quería despertarlos. Les Di un beso en la frente a todos y me fui a mi casa. Quería estar ahí un rato. Cuando me paré para saltar a la ventana, escuché una rama quebrarse detrás de mí. Me gire y vi a Rex.

—¿No tenías sueño?

—Sí, mucho, de hecho. Pero quería seguirte. Gracias por despertarme con el beso, por cierto. —No era mi intención. Deberías dormir.

—¿Puedo dormir aquí? —Preguntó.

—Claro que puedes. —Le respondí. —¿Subimos o te quieres quedar charlando? —Pregunté sarcástica. Rodó los ojos. Se le escapó un bostezo. Se acercó y me abrazo. Salte y entré a mi habitación. Deje el collar, que lo traía en la mano, en la mesita de luz.

—Acuéstate conmigo. —Me dijo con cara de cachorro mojado.

—No tengo sueño. —Intente luchar contra el cachorrito.

—Entonces no duermas.

—Eso no…

—Me haría sentir muy mal si no lo haces y eso me lastimaria. —Dijo buscando sacar mi instinto maternal. Y lo logró.

—Bien. —Dije rendida. Sonrió y se le escapó otro bostezo. Le di la espalda para asegurarme de que la puerta tuviera traba como la deje. Como así era volví a mirar a Rex que ya se había quitado los zapatos y se estaba quitando la remera.

—¿Qué haces?

—Siempre duermo en boxers.

—Sabía que habría una trampa.

—¿Que? ¿Tu como duermes?

—Con algo viejo o en ropa interior. —Dije.

—Ves. ¿Porque aún tienes ropa puesta?

No pude evitar reír. Me acerqué lo besé brevemente.

—Eres increíble.

—Lo sé.

—No lo decía en el buen sentido. —Se tiró a la cama. Me quite la ropa quedando en ropa interior. Me tiré sobre él con los brazos a los costados de su cabeza y lo besé.

—Sí. Me arrepiento. Sin esto.

Me reí.

—Duerme. —Le dije mientras me ponía a su lado.

—Como mandé. —Dijo. Me dio un beso en la cabeza y cerró los ojos. Lo mire un rato y luego mis párpados comenzaron a pesar. Minutos después caí en un sueño profundo.

(...)


Me desperté y Rex me miraba a mi.

—¿Cuánto dormí?

—Dormimos 2 horas. Ellos dormirán todo el día.

—Genial. —Me beso. Le devolví el beso. Me pegué más a él. —No. Espera. Tengo una pregunta. —Tomé el collar y lo abrí. Le mostré las dos fotos. —¿Conoces este lugar?

—Sí. Eso creo. Está a unos 10 minutos de la casa. No es muy lejos. Es un risco.

—Genial. Creo que es a lo que se refería mi madre.

—Bueno entonces hay que ir cuanto antes.

—Sí. Pensaba ir mañana. Luego de que le expliquemos todo a los chicos.

—¿mos?¿Plural?

—Sip. Plural.

Le guiñe un ojo y lo volví a besar.

(...)


—¿Y que se supone que buscamos?

—Un libro. Principalmente. O escrituras. O mensajes. O verdaderamente no tengo idea.

—Hace una hora que estamos aquí buscando.Creo que no hay nada. —Dijo Alex.

—Pero este es el jodido principio. Aquí es la foto del maldito collar. —Volví a ver la foto. —Por favor, mamá, haz que sea más fácil a la próxima. Toque su foto y sentí un relieve. Quite la foto. Había unos números. 47.24567802101 y de bajo -121.38793945.—¿Qué mierda?

—¿Puedo? —Pregunto Alex. —Son coordenadas. Muy exactas.

—¿Sabes leerlas?

—No pero mi celular sí.

—Me basta.


Hola. Lamento no haber actualizado el sábado. Pero estaba super enferma y no podía ni ver la pantalla del celular por la luminosidad. Así que ya estoy mejor. Sólo me duele todo lo que tengo que pasar de la escuela. Pero bueno eso es todo. Adiós mis lectoras favoritas 😘😘😘😘

¿Una chica Alpha?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora