Capítulo 32

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-¡Suéltame!-Grite con desesperación intentando quitar su agarre, para luego sentir como apretaba con más fuerza sus piernas a mis costados. Una sonrisa maliciosa se formo en sus labios, siendo lo único que podía ver de su rostro.

-Oh, pequeña muñeca, siempre tan débil.. A tú padre no le gustará para nada tu mal comportamiento.. Es tan extraño que la hija del creador de todo el daño de París quiera ser diferente.. El te necesita, requiere tu ayuda.

-No se de que hablas, así que te puedes ir a la mierda.-Dije firme para verlo con una mirada fulminante.

-No te hagas la olvidadiza, se muy bien quién eres, conozco todo de ti, de tu vida ____.. Oh... ¿Preferías que te llamará Miss Bug?-Mi expresión cambio inmediatamente a una atónita. Antes que pudiera formar una respuesta en mi mente, pude divisar una silueta a lo lejos, la cual se acercaba a gran velocidad.

-¿Qué ocurre?, ¿te sorprende mucho que sepa tu secreto hermosa?-Empezó a soltar fuertes risas la cual me creaban un nudo en mi estómago. 

-¡Ayuda!-Grite intentando quitar su agarre pero fue en vano.

A los pocos segundos cerré los ojos con fuerza al escuchar un gran golpe, y en ese mismo momento deje de sentir el peso sobre mí, junto el agarre de mis muñecas.

-¡Vuelve a tocarla y te juro que te mato!

Al escuchar esas palabras fue cuando perdí el miedo y abrí los ojos, dirigí mi vista inmediatamente donde se encontraba el hombre tirado a varios metros lejos de mí, con abundante sangre que salia de su boca. Éste voltio su rostro poco visible a mí. Aunque no se podían ver sus ojos se lograba sentir su odio.

Junto a él se encontraba un chico de espaldas, con un jeans color negro al igual que sus zapatos, una camina manga larga blanca, que hacia resaltar su cabello un poco más corto sobre los hombros color rojo.

El encapuchado se levanto tambaleando un poco, con su muñeca limpió parte de su labio. Luego guardo sus manos en sus bolsillos del suéter y salió corriendo a las sombras.

¿Qué demonios acaba de pasar?

¿Quién es?

¿Cómo sabe quién soy?

Y millones de preguntas más invadían mi cabeza, saber que alguien que no conoces sabe todo de ti es... Perturbador, y más al saber que puede arruinar todo el cambio que has logrado en cuestión de segundos. 

Mis pensamientos fueron interrumpidos.

Alguien tomo con cuidado mi brazo para levantarme del frío suelo, lo cual hice.

-¿Te encuentras bien?.. ¿Te lastimó?-Dijo una voz femenina para soltar mi brazo, al girar mi vista me encontré con una chica cabello rubio suelto largo, ojos azules, con un vestido ceñido al cuerpo sin mangas, en la parte superior color blanco y en la inferior negro como sus tacones. 

-¿Eh? oh, si estoy bien tranquila.-Desvié la mirada.

-¿Qué hacías aquí tan tarde?.. ¿Tus padres no te enseñaron qué es muy peligroso? 

-Déjala Chloe, sigue asustada.-Dijo aquel chico para colocarse frente a mi.-¿Te llego hacer daño?. ¿Cómo te llamas?

-Soy ____.-Subí mi rostro para encontrarme con esos ojos color turquesa que me miraban con una sonrisa de lado.- No te preocupes estoy bien. De verdad les agradezco por ayudarme.. ¿Pero no te lastimó?-Éste sonrió más al ver mi expresión de preocupación y luego negar con la cabeza.

-No fue nada, solamente un poco la mano por el golpe que le dí.-alzo su muñeca dejando ver sus nudillos rotos.

-Lo siento mucho, no era mi intensión que pasará esto, yo-. Me interrumpe.

-No te asustes, solo fue un rasguño. Además, me alegra que estés bien.

-Que pendejo eres.-La rubia se cruzo de brazos.-Deja de creerte el fuerte de una vez, debemos colocarte una bolsa de hielo.-Contesto firme Chloe, a lo que él bufó.

-Ok, ok, pero no querría perdernos la fiesta de Nino por esta pequeña herida.

-Estás muy arreglada, ¿ibas a la fiesta también?-Me pregunto la rubia con una ceja alzada.

-E-eh, claro.

-Bueno, como no lo dice éste maleducado.-Le mira con los ojos entrecerrados, para luego verme con una sonrisa.- Nos presento. El es Nathaniel Kurtzberg el pintor y yo soy Chloe Bourgeois, hija del alcalde.

-¿Cuantas veces tengo que repetirte que no digas mi apellido? No me gusta..-Se cruzo de brazos. 

-Un gusto conocerlos.- Sonrió levemente.

- El gusto es nuestro. Nos dirigíamos la fiesta que se encuentra en la mansión Agreste. Fue cuando escuchamos unos ruidos que venían de aquí, nos bajamos y paso todo el resto que ya sabes.

-Bueno, como vamos al mismo lugar, ¿quieres que te llevemos a la fiesta?-Preguntó contenta la chica. No lo pensé mucho y asentí.- Muy bien, síguenos, le pedí a mi papi que me diera una limusina, pero no me deja conducir entonces tengo mi chófer.

-Que pobre vida..-Me susurro divertido el peli rojo, para después llegar donde se encontraba estacionada la limusina y subirnos.

Ellos estaban hablando, pero no pude evitar perderme en mis pensamientos mientras miraba por la ventana, el cielo estrellado, frío el ambiente, y divisar una silueta negra con orejas sobre uno de los muchos tejados.


¡¡Hola!!

Siento mucho el retraso QnQ pero ya para la semana que viene tendré tiempo para subir más capítulos (/'w')/

Los amo :3 

La Hija Del Mal - (Chat Noir y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora