Capítulo 40

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Lentamente logré abrir los ojos. Me sentía mareada, desconcertada y tan cansada como si hubiera corrido un maratón. Pestañee un par de veces para entrar en razón. Al hacerlo no demoré en darme cuenta que me encontraba en una de las pocas habitaciones de la guarida. La cual era pequeña, colores opacos, sin una sola ventana o entrada de luz, llena de polvo y telarañas, con la puerta de metal en la esquina de la habitación, y sobre la puerta un reloj colgando, que era lo único que se escuchaba con su Tic-Tac, del resto era silencio, dirigí mi vista a los números de éste, 6:12. Intente levantarme pero obligatoriamente tuve que sentarme pues estaba amarrada fuertemente de manos y pies a cada costado de una silla vieja de madera, incluyendo una trapo amarrado a mi boca. Volví a ver la hora del reloj, 6:30. Y lo único que pude lograr durante ese tiempo había sido quitarme el trapo de la boca, al inclinarme y luchar para poder desatar en nudo detrás de mi cabeza y lastimarme las muñecas intentando quitar las ataduras. Empece a pegar pequeños saltos con la silla y de ese modo me pude arrimar un poco, pero me detuve al escuchar pasos acercarse. De un fuerte golpe la puerta se abrió pero no me inmute.

-¿¡Cómo te atreves a seguir con ese maldito después de lo que te dije!? -Gritó vuelto furia Hawk Moth. 

-Del mismo modo que me importa tu opinión. 

-¡¡Tú debías cumplir con mis ordenes no con lo que quisieras!!

-Da igual lo que digas. Termina como siempre, seguirás siendo la misma mierda.-Dije con la mayor indiferencia del mundo.

-¡¡Maldita perra!! 

Se acerca amenazante y me da un fuerte puñetazo en la mejilla que hace que me muerda y rompa el labio.

Sonrió sin importar el golpe para verlo con frialdad. 

-¿Sólo eso? creí que eras capaz de peores cosas, como intentar romperme las costillas o partirme la nariz. Oh verdad, ya lo intentaste pero no te sirvió. -Por un segundo pareció sorprenderle mi indiferencia, pero volvió a fruncir el ceño y apretar la mandíbula. 

-Si, soy capaz de peores cosas, como matar a ese gato. ¿Te dolería mucho verdad? de todas maneras es el único que te dio afecto o por lo menos fingió quererte. 

Niego con la cabeza, mientras suelto unas risas.

-¿De que te ríes? -Preguntó con evidente irritación. 

Alce la mirada para verlo a los ojos de manera fulminante, tanto que si las miradas mataran ya estaría a cientos de metros bajo tierra.

-Puedes jurar que tus palabras me afectan, pero en realidad no son nada viniendo de una boca tan repugnante como la tuya. Y si le pasara algo me aseguraría que no volvieras a ver la luz del sol.

Por un momento se tenso, pero luego relajo sus músculos.

-¿Qué dices? si eres tan inútil que no puede desatarte de una silla.

-¿De verdad crees tengo miedo de tus amenazas? -Alce una ceja con una amplia sonrisa. Lo cual me dolió por el roto que tenia en el labio. 

La verdad si lo temía, más que cualquier cosa era perder a Chat. Pero podía fingir a la perfección con una sonrisa ¿Seré la única que hace eso?

De pronto ese chico con capucha se puso en toda la puerta.

-Disculpe interrumpir. Pero tengo noticias.

-Espero que sean buenas. -Dirigió su vista hacia el chico con el ceño fruncido.

-Ya me encargue de su pedido acerca del maestro Fu. 

-¿Todo perfecto? ¿Dejaste huellas?

Que no sea lo que creo que es...

-Para nada, su muerte fue rápida, sin testigos y sin nada que pudiera culparnos. Además tengo el miraculous. -Sonrió sacando un objeto de uno de sus bolsillos del pantalón. Luego abrió la palma de su mano dejando ver una pulsera verde la cual llevaba con unas pocas gotas de sangre.

Me quede helada para sentir un escalofrió recorrer todo mi cuerpo. 

Esas palabras, que sonaron con mucho orgullo, hicieron que el de morado no pudiera evitar sonreír de manera cínica. 

-Pues ese miraculous te pertenece, eres el único leal aquí. 

-Muchas gracias Señor. -Él encapuchado giro su vista para verme pero no se inmuto. 

-Bien, te dejo con esta perra, torturarla si es necesario para que admita que dejará al gato o aceptará trabajar con nosotros. Si no acepta nada de las dos opciones, buscarás a Chat Noir y lo matarás. -Dijo para irse con toda la tranquilidad del mundo, como si no le afectara en nada sus palabras.

-¿Qué? ¿También me golpearás? -Solté desafiante. 

-¿No aceptarás el trato, verdad? 

Solté una risa irónica.

-¿Tengo cara que aceptaría esa basura?

-Deberías, total, nunca te intereso ese gato. No fue amor, sólo fue lastima. Si yo fuera tu me alejaría antes que los maten, no quisiera que ocurriera eso.

Inmediatamente fruncí el ceño.

-No tienes idea de nada, no espero que lo comprendas, todas las personas haces estúpidas suposiciones sin saber que pasa en realidad. Lastima que seas uno de ellos. 

Guardo silencio para cerrar la puerta de metal asiendo un gran ruido dejándonos solos. De repente saca una navaja de su bolsillo trasero y se acerca a mí. 

-¿Por qué haces esto? -Pregunte intentando estar tranquila sin dejar de ver el arma.

-¿De qué hablas?

-¡De todo!, tienes una buena vida, amigos que te quieren, familia ¿qué te ocurrió para que cayeras tan bajo para trabajar con alguien como él, a tal punto de volverte asesino?

 -No se de que hablas..

-Se quien eres, te quite la capucha, no veo el sentido por la cual la sigas usando si igual ya se quien eres. 

-Del mismo modo que tu seguías trabajando para él y por la razón que tendrás que irte. -Bajo la mirada.- Amenazas.

-Sácame de aquí por favor. -Mire suplicante para intentar desatarme, pero fue en vano.

-¿Por qué debería?

-Porque yo también tengo a personas que me importan y preferiría morir antes que algo les pasara. 

Botó un pesado suspiro. 

Se acerca y agacha a mí lado.

-Tienes suerte que te quisiera. -Dijo para usar su navaja y cortar las cuerdas que me tenían lastimada. -Ahora vete, tu Kwami esta en el mueble de la sala dormida por el efectos de las galletas que le di, escapa por la puerta trasera y vete hoy mismo si es posible de la ciudad.

Me levante torpemente, sin embargo pude mantener el equilibrio y dirigirme a la puerta.

Pero al abrirla con cuidado de no hacer mucho ruido su voz hizo que me volteara a verlo.

-Ten cuidado ____. Ésto que acabo de hacer es únicamente por hoy. Si se entera Hawk Moth me mataría. No te confíes y lárgate, o si no me veré con la obligación de cumplir con la misión de tu padre. 

Sonrío débilmente aun con un poco de sangre seca en mi labio.

-Espero que no... Cuídate Nino. 

¡¡¡Hola!!! espero que les guste como va la trama, pero si creen que es mucho, pues...Es sólo el principio... Los amo 


La Hija Del Mal - (Chat Noir y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora