La Hija Del Mal - (Chat Noir y Tú)

Capítulo 42

El sonido del ramo chocando contra el suelo se hizo presente, y varios pétalos regados fue lo único que veía.

-¿Q-qué?

-Mañana temprano me iré, así dejaré de ser una carga para Adrien. -Mi vista se empezó a nublar por las lágrimas que seguía conteniendo.- Y si es verdad que te importo, por favor... Deja de hacerlo.

-¿Qué? ¡No eres ninguna carga! Y no lo harás. No lo permitiré.

-¿Por qué?

-Te amo y necesito.

-¿No se supone que si amas algo debes dejarlo ir?

-Eso lo dijo un cobarde que no tuvo el valor de luchar por quien ama.

Negué con la cabeza.

- No es tan fácil Chat... Me iré pues no quiero que te hagan daño.

-¿Daño? ¿Quién me haría daño? 

Guarde silencio con la mirada perdida en el suelo. 

-Princesa, tu padre no me hará nada. Si lo hace o te llega a lastimar lo mató.

Inmediatamente abrí los ojos como platos. Subí mi vista atónita para sentir algunas lágrimas correr por mis mejillas, junto una corriente eléctrica por todo el cuerpo, mientras nuestras miradas chocaran.

-Lo se todo princesa.. Desde el día de la fiesta.

-Te lo dije ¿Verdad?

-De hecho no. Encontré tu carta.

Él se acerco y me enrollo en sus cálidos brazos.

-No me importa tu pasado o tus errores, yo también los tengo. Pero aun así abriste tu corazón para mí, arriesgando todo, lo lamento demasiado por no haberme dado cuenta desde mucho antes todo lo que estabas pasando.. Y si estas decidida cien por ciento a irte. Yo te acompañaré.

No contuve mis emociones y lo abrace con toda mi fuerza mientras escondía mi rostro en su pecho.

-¿Aceptas? -Preguntó acariciando mi cabello.

Alejados, de todo, sin amenazas o impedimentos.

¿Libres?

¿Juntos?

Por supuesto.

-Claro que si gatito. Pero..

-¿Pero..?

-Soy un desastre. ¿Por que te fijarías en mí?

-Supongo porque eres tan desastrosa como yo. -Besó mi frente.

Nos separamos levemente.

No podía evitar tener esa sonrisa tonta que me causaba.

-Excelente. Adoro cuando tienes esa bella sonrisa. -Pasó su pulgar por mi húmeda mejilla, (por suerte no la lastimada).

-¿Te quedarías conmigo pase lo que pase? -Pregunte agarrando con suavidad su mano que estaba en mi mejilla.

-Ya te había hecho esa promesa. Y yo siempre cumplo mis promesas -La sujeta y le da un corto beso.-Pero debes responder algo.

-De acuerdo. 

-¿Te escaparás conmigo? 

Sonreí de lado.

-Creo que no pensamos a donde ir. -Solté leve risa. 

-Sólo dime, ¿aceptas?

Me tarde varios segundos en contestar, pero mi respuesta no había cambiado. 

-¡Por supuesto! -Dije sin saber que seria nuestra sentencia.

Sonrió ampliamente.

-Me haces muy feliz mi bella dama. Porque igual me iba ir escondido en tu maleta y eso no sería muy cómodo. -Solté una leve risa.

El sonido proveniente de su anillo se hizo presente.

-Bueno, es hora que mi princesa descubra mi secreto.

Retrocedió pocos pasos.

-Eso ya quiero verlo. -Dije cruzando los brazos con una leve sonrisa.

-Pero primero..

Mire curiosa como buscaba algo entre sus bolsillos del traje.

Inclina una rodilla y la otra la coloca contra el suelo.

-Bugaboo, desde que te conozco vivo con miedo.. Miedo a despertar un día y darme cuenta que sólo has sido el más maravilloso sueño que jamás he tenido. El amor que siento por ti es tan grande que todo lo demás me parece estúpidos obstáculos. Estábamos destinos a conocernos y estar juntos.. Prometo protegerte, lo que más quiero es hacerte feliz y ver tu hermosa sonrisa cada día. Por eso. -Saca una pequeña caja negra, la abre dejando ver un brillante anillo plateado.- ¿Quieres casarte conmigo?

Su transformación acaba.