Capítulo I

317 15 2
                                    

Todo empezó el día que me robaron en casa. Yo había salido aquella noche, cuando a la una de la mañana me llamó un vecino. Me decía que había visto a alguien entrar en mi casa, y yo me dirigí hacia allí lo más rápido que pude.
Al ver que me habían robado, llamé a mi mejor amigo (su nombre no es muy relevante para esta historia), quien también vino enseguida. Él me dijo que conocía a un amigo suyo que era policía. Le llamó, pero ya eran las dos de la mañana y él no lo cogía.
Acabó por cogerlo, y tras minutos donde estuvieron hablando, el amigo de mi amigo (todavía no sabía su nombre) accedió a venir.
Mónica, te presento a Óscar. Óscar, esta es Mónica.
Encantada Óscar. dije yo, pensando en lo atractivo que era aquél hombre.
Al final, Óscar concluyó diciendo que el ladrón no había dejado ni pruebas, ni huellas. No encontramos al ladrón, no. Pero Óscar me había dado una sensación muy familiar, muy cálida.
Aunque lo malo era eso, solo sabía su nombre, nada más.

¿Estrellas, o tu mirada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora