La Destrucción de Nuestras Almas: Amores Imposibles en el Apocalipsis

Capítulo 2: El Caso Mendoza

Odio física. A parte de las matemáticas, física me resulta imposible. Sobre todo cuando es a primera hora cuando estoy agotada. Ayer tuve que esperar sentada bajo mi ventana a que mamá apagará la luz de su cuarto.

Andy me da un codazo e interrumpe mi poca concentración.

— Pedro Mendoza está enfermo.

— ¿Qué clase de cotilleo es ese? —pregunto mirando el asiento vacío de Pedro. No me sorprende lo más mínimo. Habrá tenido un coma etílico.

— ¡Que no he terminado, mujer! —me interrumpe y mira al profesor, pero este está distraído explicándole el problema a Roberto y sigue hablando. No parece que le haya afectado la fiesta de anoche, tiene que decirme que anti-ojeras está utilizando para ocultar sus ojeras y sus chupones del cuello... Aunque estos son más obvios, por más que se haya puesto una bufanda—. Lo que pasó es que después de que te fueras, se lo encontraron sangrando en el cuarto de baño.

— ¿Sangrando? —pregunto escéptica. Ahora se dedicaba a las peleas callejeras. Que sorpresa.

— Auri, préstame atención —dice Andrea cerrándome el libro—. Se lo estaba montando con una tipa cuando las cosas se pusieron demasiado calientes y ella le hizo un mordisco enorme en al cuello. No sabes cómo sangraba el pobrecito. Estuve el resto de la noche limpiando el estropicio del baño con David. A ella se la llevaron en ambulancia o algo parecido.

Al parecer, Pedro ha logrado aguar la fiesta... y la noche de Andrea y David.

— Eso le pasa por ser así —contesto abriendo de nuevo el libro—. ¿Pero dime, por eso está enfermo? ¿Por un simple mordisco?

— Se desmayó en la ambulancia y Luigi me ha contado que es rabia. Pero mira, ese tío está siempre fumado, ¿rabia? —exclama riendo—, se nota que es de letras. La rabia no funciona así.

— Seguro que todos estabais drogados y era un simple chupetón.

— Ve al hospital y pregunta por él. Está en cuidados intensivos.

— No me importa si está en cuidados intensivos o en Cancún. No me interesa y ahora terminemos el ejercicio. No quiero tenerlo para deberes.

— Buf, que aburrida eres, Auri. Además, por más que quieras negarlo una y otras mil veces, sois amigos de la infancia.

Aquella noche, después de terminar los deberes de física, me voy a ver la tele. Estoy haciendo zapping cuando me encuentro con la noticia de la enfermedad Necro. Voy a cambiar inmediatamente cuando el presentador dice que han encontrado brotes en nuestra provincia.

— La enfermedad es extremadamente contagiosa, los expertos la han calificado como un nuevo virus que mezcla las peores características de los patógenos de la lepra y la rabia. Por favor eviten los lugares llenos de gente y si se encuentran con alguien con un comportamiento fuera de lo normal, por favor comuníquenlo a las autoridades. No duden en llamar al número de teléfono que ven en pantalla.

— Y dinos, ¿hay alguna noticia en lo que concierne a Francia y el repentino cierre de fronteras?

— Miles de personas están intentando huir hacia Francia y la respuesta del gobierno Español...

La pantalla se vuelve negra y furiosa me vuelvo hacia mi madre.

— ¡Mamá! ¿No puedes dejarme ver siquiera la televisión?

— No tienes tiempo que perder viendo la tele y noticias sensacionalistas.

— He terminado ya con todos los deberes.