DARKLIGHT

V e i n t i c u a t r o

EL INICIO DEL FIN

PARTE II : LOCURA

Obligo mis pies a avanzar, mis pasos provocan un eco en el lugar el cual resulta escalofriante. A pesar de estar vacío todo se encuentra extremadamente limpio, y cuando llego a la cocina me doy cuenta que es el único lugar de la planta baja que da indicios de haber vida en este lugar.

Dos tazas. Una azul y una blanca reposan sobre una pequeña mesa de madera con solo dos sillas a los lados.

No había fotos familiares, no había una televisión, ni siquiera había muebles y no es como si se hubieran mudado la semana pasada, ni siquiera tres atrás.

Las evasivas de Khai sobre hacer el proyecto aquí ahora cobran sentido, incluso el hecho de que Julie nunca me invitara a venir.

Entonces la locura comienza a crecer en mi cabeza.

¿Quiénes eran realmente? ¿Quién era realmente la chica dulce y alegre que había considerado mi amiga todo este tiempo? No lo sabía, no tenía ni la menor idea.

No podía permanecer más tiempo aquí era como si el aire de este lugar se fuera esfumando poco a poco haciéndome imposible respirar con normalidad.

Vuelvo sobre mis pasos llegando hasta la puerta y corriendo en dirección a mi casa.Esto tenía que tener una explicación, tal vez aun no llegan todas sus cosas aquí o tal vez están haciendo una remodelación. Aunque algo me decía que solo me estaba engañando a mi misma.

—Regresaste rápido —dice la abuela poniéndose su abrigo cuando cruzo la puerta.

—¿Abuela? —digo en voz baja y ella me observa expectante a través del espejo—. Cuando Khai y Julie llegaron aquí... ¿viste algún camión de mudanzas?

Su gesto se torna pensativo lo cual provoca que sus cejas se frunzan.

—No, cielo estoy todo el día en la cafetería no pude darme cuenta. ¿Porque la pregunta?

Niego con la cabeza.

—Curiosidad —digo—. ¿Y a los padres de Julie y Khai? ¿Ya los conociste?

—No he tenido el gusto ¿tu si? —niego con la cabeza aturdida—. Estas pálida ¿te sientes bien?

Asiento.

—Recuéstate un poco ¿si? no quiero que te enfermes —dice tomando su bolso y el budín que preparó anoche entre sus manos—. Me voy a la cafetería, diviértete con Amir. No te vayas muy tarde y lleva un paraguas y una chamarra recuerda que se acerca una tormenta.

Vuelvo a asentir y ella se acerca a darme un beso en la frente.

Después de que se marcha me recargo contra la pared de la cocina totalmente en blanco como por una eternidad. No es hasta que el reloj de la sala marca que ya es medio día que salgo de mi ensoñación y camino a mi habitación.

Tomo mi celular que descansa sobre mi escritorio, siempre pensé que Khai tenia algo extraño ¿pero Julie? Observo su nombre en la pantalla del celular.

Había más probabilidades de sacarle la verdad a Julie que hacer que Khai hablara, así que le llamo y justo cuando pienso que me mandara a buzón responde.