MENTIRAS
Estoy por cruzar la puerta cuando el estruendoso timbre suena y un mar de cuerpos comienzan a salir de los salones impidiéndole alcanzar a Khai.
Mi corazón latía frenéticamente en mi pecho mientras me abría paso entre la gente. Él no podía decir algo asi y simplemente irse, necesitaba explicarse.
—¡Khai! —grité atrayendo las miradas de la gente a mi alrededor. No sabía si él no me escuchaba por el bullicio o simplemente me estaba ignorando—. ¡Espera!
Los alumnos seguían saliendo de los salones terminando de llenar el pasillo. De no ser porque Khai era muy alto ya lo hubiera perdido entre tanta gente.
—¡Kha...
Una mano sujeto mi brazo obligándome a detenerme. Me gire encontrándome de frente a Maddison y a dos de sus amigas porristas haciendo de guardaespaldas.
Me safe de su agarre.
—Tengo prisa —dije dándole la espalda pero Hanna apareció bloqueándome el paso, le dedique a Maddison una mirada cansada—. No tengo tiempo para esto ahora.
—Si, ya lo escuché — dijo con la misma sonrisa que había visto cientos de veces en los carteles de campaña para reina del baile y presidente estudiantil—. Sabes, rara vez he tenido que repetirle las cosas a alguien, porque detesto tener que hacerlo. Pero tratándose de ti haré una excepción. Alejate de Khai. Tenerte alrededor no ayuda a mi causa cariño, hazlo como un favor a una amiga.
—Nosotras no somos amigas.
Su sonrisa se comienza a borrar al ver que no estaba logrando lo que quería.
—Te deje muy claro mis intenciones con Khai.
—Si, tus intenciones. Pero no creo que sea correcto que decidas por tu cuenta sobre la vida de otra persona.
—¿Por eso formaste equipo con él?—dice con una mirada dura, ¿como se había enterado de eso?—. ¿Quieres verme molesta, cariño?
—No tengo porque darte explicaciones de lo que hago con mi vida —me gire dispuesta a apartar a Hanna yo misma si no se movía pero la voz de Maddison me congeló.
—Tu abuela tiene una cafetería muy linda en verdad, pero algo esta fallando en ella. ¿O no chicas? ¿Será el servicio? ¿La comida? Aún no lo decido...
Mis ojos estaban llameando, no tenía miedo de Maddison Maxwell pero que llegara a este punto solo para hacerme retroceder me ponía furiosa.
Por primera vez experimentaba lo que todos murmuraban pero no se atrevían a decir, lo escondido detrás de la sonrisa perfecta, las tácticas de Maddison para conseguir lo que quería.
Apreté mis puños.
—Si piensas que...
Todo mi enojo se vio bloqueado por la voz que resonó detrás de nosotras.
—Cuatro contra uno no parece muy justo —dice Khai con una mirada glacial—, necesitan al menos otras dos porristas para poder con ella. Pero tendrá que ser después.
Entonces me tomó por los hombros ante la furiosa mirada de Maddison y me encamino hacia fuera. Trate de quitarme sus manos de encima pero me lo impidió.
Una vez que estuvimos afuera le grité.
—¡Porque has hecho eso, aún no terminaba de decirte todo lo que merecía que le dijera!
—Solo te estaba provocando, no tienes porque caer en su juego.
—No le tengo miedo, pero esto es muy absurdo —patee una piedra que choco contra un bote de basura. Khai se recargo contra la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados, hacia mucho eso, como si estuviera cansado del mundo—. ¿Escuchaste todo?
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DARKLIGHT
FantasyEmma Campbell tenía una vida tranquila que se veía empañada por los extraños sueños que la atormentaban por la noche. Pero esos sueños empiezan a parecer cada vez menos locos después de la llegada de los hermanos Julie y Khai al pueblo y la tranqu...