DARKLIGHT

T r e i n t a

Dedicado a un ángel que ahora me cuida desde el cielo.

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CICATRICES

<< Tú >> Esa palabra viaja por el aire, casi burlándose antes de penetrar en mi cabeza y provocar un caos dentro de ella.

Por varios minutos mi voz no sale, el silencio de la noche nos rodea y casi puedo escuchar los acelerados latidos de mi asustado corazón. 

—¿Estas bromeando?

Espero ver una de las insolitas sonrisas de Khai diciendome que no es verdad y solo está molestando, pero como era de esperarse eso no ocurre. Él nunca bromeaba.

—Es verdad, Emma —Julie, que mira muy atentamente el piso, concuerda con su hermano.

—No —niego con la cabeza—. ¿Por que piensan eso?

—No nos mudamos a esa casa solo porque lucia linda —responde Khai mientras se aleja del demonio—. Cuando llegamos aquí nos dimos cuenta que los demonios siempre merodeaban esta área pero nunca lo relacionamos contigo... no hasta que el demonio Neruk te atacó, después descubrimos tus habilidades y esto—señala al demonio muerto—, termino por confirmarlo todo.

—No queremos asustarte —interviene Julie.

—Muy tarde —mi voz sale temblorosa y evito a toda costa mirar al demonio muerto a tan solo unos metros—. ¿Por qué me buscarían a mi?

—La única explicación lógica que tenemos es el fuego.

—Necesitamos saber más de esto, Emma —comenta Julie—, para poder ayudarte.

La determinación en los ojos dulces de Julie hace que suelte mi brazo que inconscientemente pellizcaba con la esperanza de que esto no fuera real. Como si fuera a despertar de una horrible pesadilla.

—Yo tampoco sé que es lo que me pasa.

—Pero sabes más que nosotros —insiste Khai con voz fría—. ¿Hay algo que no nos hayas dicho?

La incredulidad me consume haciéndome retroceder unos pasos. Todo esto esta tomando un giro que no me gusta, ahora Khai esta del otro lado y yo soy la acusada.

—Creí que confiabas en mi.  

—No mentía, pero ese no es el punto aquí.  

—¿No lo es? —pregunto enojada—. Porque parece que me están acusando de algo que no comprendo. Yo no llame a esas cosas aquí. ¡Por Dios! Yo ni siquiera sabía queexistían hasta hace unas semanas. 

—Lo sabemos, no estamos tratando de decir lo contrario—dice Julie—. Perotodo lo que si sepas es importante para descubrir quién eres y porque te buscan.        

—Yo sé quién soy —grito defendiéndome a pesar de que las palabras no se sienten correctas en mis labios—, o al menos lo sabía hasta antes de que todos ustedes aparecieran aquí.

Noto el grado de daño de lo que acabo de decir al ver la mirada herida de Julie y la mandíbula apretada de Khai. Me había arrepentido al apenas notar que lo estaba diciendo.

 —Tal vez deberíamos hablar de esto mañana —sugiere Julie.

—Lo siento, ustedes no tienen la culpa —sostengo mi cabeza entre mis manos—. No sé qué me pasa.