Un corazón cálido
Estoy frente a la gran puerta de madera de la estación debatiéndome si esto es en realidad una buena idea o no. Pero era tarde para eso a estas alturas ya habíamos pinchado la llanta Amir estaba escondido entre los arbustos y yo estaba aquí parada, no había vuelta atrás tenía que entrar.
Inspiro profundo por décima vez en la noche, despejo mi mente y abro la puerta.
El lugar estaba tranquilo y silencioso solo se escuchan mis pasos al caminar por el brilloso mosaico. Una única luz iluminaba el escritorio donde Darren Lane estaba sentado, solo, tal y como lo dijo Amir. Según el su compañero en estos momentos estaba comprando comida en el único lugar abierto en la madrugada.
— ¿Te puedo ayudar en algo?
— Yo... — me observa alerta.
— ¿Te encuentras bien?
Odio esto pero es necesario.
— Mi auto — logro decir haciendo señas hacia afuera —, iba de camino a casa y una llanta... creo que pase por encima de algo.
— Esta bien — dice buscando algo en los cajones de su escritorio —, ¿esta lejos?
Niego con la cabeza.
— Esta casi enfrente.
Se lo piensa un segundo antes de tomar una linterna.
— ¿Tienes repuesto?
— Si lo tengo pero no se cambiarlo.
— Vamos.
Cuando estamos bajando los escalones el pensamiento fugaz de que cierre la puerta con llave pasa por mi mente, pero si lo iba a hacer al ver el carro justo cruzando la calle desistió.
Cuando Darren esta agachado sacando el repuesto de la cajuela veo la sombra de Amir correr hacia la puerta.
Fase dos completada.
— Necesito que sostengas la linterna.
Me acercó a él tomándola y rogando que Amir se de prisa.
— Te conozco — comenta de repente haciéndome pegar un brinco —, eres nieta de Rudy ¿no es así?
Asiento. No creo que el hecho de que me conozca sea bueno.
— Me encanta su pay de manzana— dice mientras mueve mi mano para que aluce correctamente —, pero normalmente voy a su cafetería por las mañanas supongo que tu estas en la escuela.
Se gira a verme y sus ojos resplandecen por la luz de la linterna.
— ¿Qué hacías sola a las dos de la mañana?
Mierda.
— Bueno, es viernes — digo como si eso lo explicara todo pero él me sigue observando —. Me invitaron a una fiesta en Farrick, vengó de ahí.
Me mira de arriba abajo.
— No sabía que así se vestían en las fiestas.
Me miro, traía mi ropa de siempre.
— No soy fanática de la moda — contestó encogiendome de hombros; eso era verdad.
Darren esboza una sonrisa y continúa con su trabajo.
Después de un largo rato las luces de un vehículo iluminan entre la niebla a lo lejos. Automáticamente miro la puerta de la estación.
Por favor que solo sea un auto que va de paso.
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DARKLIGHT
FantasyEmma Campbell tenía una vida tranquila que se veía empañada por los extraños sueños que la atormentaban por la noche. Pero esos sueños empiezan a parecer cada vez menos locos después de la llegada de los hermanos Julie y Khai al pueblo y la tranqu...