T r e i n t a y c i n c o

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FLINK'S

Veinte minutos más tarde nos  encontramos fuera de Flink's, hubiéramos llegado antes si Amir no se hubiera pasado la mitad del tiempo discutiendo con el conductor del autobús sobre dejar subir a Malvavisco. Al final resulta no ser un problema porque en el estacionamiento aun no hay señales de la patrulla de Carl, tan solo unos pocos carros enmarcan el frente del local.

Flink's es el punto de reunión para todos en Wickhill por eso no me sorprende cuando a unos chicos del equipo de Lacross saludan a Amir desde la barra cuando entramos. Sin perder tiempo nos dirigimos a nuestra mesa habitual al fondo.

—¿Seguro que se verían aquí? 

—Cien por ciento, tranquila aún es temprano —dice y cuando se va la mesera agrega—: Con el estomago lleno se piensa mejor, tal vez así se te ocurra alguna salida.

Dejo escapar un largo suspiro y miro el menú sin mucho interés la verdad no tengo apetito en estos momentos, pero para evitar que Amir se sienta mal ordeno unas papas fritas y una soda, él por su lado no se contiene y termina ordenando varias cosas del menú, además de un vaso con agua para Malvavisco que esta atado afuera.

Estoy pensando en las diferentes formas en las que esto  puede salir mal y como no llegar a ninguna de ellas cuando mis ojos se topan con los de un chico dos mesas atrás de Amir. Me observa con ojos entrecerrados mientras muerde el popote de su vaso, vuelvo mi vista hacia la puerta ignorándolo pero el que no deje de mirarme me pone incómoda y se que algo anda mal cuando por el rabillo del ojo veo que le da un codazo al sujeto que esta a su lado y apunta con su barbilla hacia mi justo antes de susurrarle algo.

—Lo único que te pido es que no me uses como distracción, la última vez mi madre me descubrió y de castigo no me dejo entrar al departamento hasta que no le conseguí su té de guayusa.

—¿Qué es guayusa? 

—Una planta rara, la vende una anciana a las afueras del pueblo —dice en tono derrotado—. Pero no acepta dinero como pago si no cosas extrañas, fue horrible. Esta loca.

—¿Cosas extrañas?

—Nunca hablare de eso —Amir toma su cabeza entre sus manos y niega repetidamente, una sonrisa escapa de mis labios pero no dura mucho porque justo me doy cuenta que al menos ya cuatro de los cinco chicos de la mesa de antes voltearon a vernos "discretamente"—. ¿Qué sucede?

—Nada —digo volviendo mi atención a Amir—, y puedes estar tranquilo no planeó meterte en problemas.

Podía reconocer al menos dos de los chicos de una vez que Amir tuvo que ir a detención y a otro de una pelea después de un partido de lacrosse, aquí el problema era que no tenía idea de donde pudieran conocerme ellos a mi. 

—Pero si quieres puedo ir yo —dice al darse cuenta de mi semblante intranquilo—, exigirle que me regrese lo que sea que se haya llevado, todo delante de Carl, así no tendrá escapatoria.

¿Qué?

—No, no puedes hacer eso —la cabeza me da vueltas al pensar en Amir entre Darren y Carl—. Es complicado, pero confía en mí. Bajo ninguna circunstancia alguien puede ver el artefacto que tiene Darren.

Amir me mira como si le hubiera dado una misión que no duda en aceptar, pero aún así eso no borra la confusión en su rostro.

—Un artefacto... supongo que es todo lo que obtendré ¿no?

Muerdo mi labio sin responder y regreso mi mirada a la puerta. Se que Amir esta siendo demasiado paciente conmigo y si no hace mas preguntas es porque esta esperando a que yo quiera hablar, pero se que su preocupación por mi va a llegar pronto a un limite del cual ya no podre huir.

DARKLIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora