CAPÍTULO 1

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N/A: Referencias al final del capítulo.

"Todo comienza por un final y todo final tiene un comienzo. Todos moriremos en algún momento, entonces, sabiendo eso y siendo conscientes de que luego de haber usado todo el tiempo de nuestras vidas trabajando y estudiando; cuando el último grano de arena pasa por ese estrecho reloj de vidrio, todo ese esfuerzo ya no sirve. Yo no tengo miedo, yo solo me lo cuestiono".

Sonó la alarma de mi celular. Levanté la cabeza de la almohada rápidamente por los -habituales- gritos de mi hermana de cada mañana quejándose de la alarma.

-¡Deja de gritar!- dije con los ojos cerrados.

Pasaron unos segundos y los abrí de a poco.

Vi mi reflejo en el espejo de mi tocador negro (pintado a mano por mí ya que al parecer, el resto de mi familia no tiene tiempo para mis cosas...o para mí) con bombillas alrededor del espejo que se encontraba apoyado sobre la pared enfrentada a mi cama.

Vi mi despeinado cabello y cundo fui consciente de que en quince minutos debía ir al colegio (o como le decía yo; infierno), fui corriendo hacia el baño; apliqué un poco de delineador a mis ojos color azul claro, lavé mis dientes y peiné mi cabello lacio dejando en el cepillo algunos largos mechones rubios.

Al cabo de quedar "presentable", volví a mi oscura y desordenada habitación, y escogí un conjunto al azar de mi gran armario:

Desgastadas zapatillas negras, Jeans negros rasgados en las rodillas, una remera blanca con rayas negras o negra con rayas blancas y una chaqueta de cuero negra(1).

Con pocos minutos de sobra, recogí un destartalado diario de un cajón que se encontraba junto a mi cama deshecha. Rápidamente, tomé una pila de ropa que se encontraba en el suelo y lo arrojé en el armario. Lo cerré, acomodé mi cama(2) dejando todos mis libros debajo del acolchado. Levanté la persiana, mi cuarto lucia luminoso y "normal", al igual que yo.

Tomé mi mochila negra y salí de la habitación.

Bajé a comer rápidamente, estaba hambrienta y llegar tarde al colegio no estaba en mi lista de quehaceres –ya que me habían llamado la atención más de una vez por llegar tarde a mis clases-. Mientras tanto revisé mi teléfono: ninguna notificación (como siempre). No esperaba tener mensajes ni nada por el estilo ya que socializar encabezaba la lista de cosas que odio(3) .

Me pasaba todo el día leyendo libros preferentemente de William Shakespeare, encargándome de ser algo a lo que yo llamaba ser invisible y en verdad era algo que hacía muy bien.

Terminé de bajar las largas escaleras de madera.

-Hola- dijo mi madre mientras chequeaba su celular por enésima vez en la mañana.

No dije nada, sabía que ella no estaba escuchando. Tan solo me largue a la cocina y comencé a freír un poco de tocino mientras buscaba una taza en donde servir mi café.

-¿Sigue en el baño?- me preguntó concentrada en un email, no en mí. Yo entendía que trabajar como una importante ejecutiva de una empresa de era algo duro pero al menos podría tomarse el tiempo, en algún momento de su maldita vida, de decir "April ¿Por qué andas siempre tan abatida? No quiero que termines suicidándote" o "Thalía, hija ¿Puedes dejar de ser tan zorra en algún momento? Vas a hacer que tu hermana termine dándote con UNA MALDITA BAZUCA EN EL MEDIO DEL PECHO". Pero no, ella no se tomaba el tiempo ni para prepararme un café.

-¿Quién? ¿Thalía? Sí, ella sigue en el baño de arriba – dije inexpresiva.

Tomé taza blanca que me había regalado mi tía en algún cumpleaños mío, tenía una inscripción que yo siempre me quedaba observando La vida es lo más bello eso no tenía sentido, ¿y si la muerte era algo mejor? Nadie lo sabía.

April's Diary // COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora