CAPÍTULO 14

77 10 0
                                    

Habían pasado varios días en los que ir a clase dependía de mi estado de ánimo; que aunque siempre era horrible, algunas veces mejoraba levemente.
Aquel miércoles había decidido ir a un par...

Caminaba por los pasillos con ropas que me quedaban un poco más grandes de lo habitual y miraba lo que me rodeaba; la gente seguía con las mismas actitudes, los autos que se veían por las ventanas continuaban circulando, la bolsa seguía aumentado o disminuyendo sus números, los países perpetuaban la guerra, el mundo giraba...todo era como siempre, excepto yo...quien ni siquiera con una brújula podía direccionarse, quien ni siquiera siguiendo los pasos de los libros de autoayuda -que por cierto, detestaba- podía ser feliz, quien no veía señales de avance en los sucesos... Quien veía sentimientos malos en todo. Absolutamente todo.

Era realmente horrible. Comía en la cafetería y vomitaba en el baño, ya era una costumbre; de hecho muchas de las veces que entraba a nausear escuchaba en otro baño a una chica haciendo lo mismo. Me compadecía un poco de ella, hasta que recordaba que estaba haciendo lo mismo y me sentía una basura por eso.

Volvía caminando a casa -algo que últimamente me resultaba un poco cansador-, era como la rutina de antes, solo que más deprimente. En mi habitación veía el techo, veía las ventanas y los espejos; objetos inanimados que alguna vez me habrían inspirado a escribir poesías estúpidas hablando sobre todos los recuerdos que acogían estos.
Poesías que ahora no me gustaban.

El poco espíritu que solía tener, se había borrado: las personas eran basura, las cosas eran basura, el mundo era basura, la basura era basura y yo también lo era.

Las cosas no tenían ningún sentido, ya no podía observar nada sin degradarlo por completo.

April's Diary // COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora