Hogwarts ; Zodiac.

.7.

*Libra En Multimedia*

Narra Ciara.

Después de un par de días festejando por fin llegaba la primer salida a Hogsmeade, estaba muy orgullosa por el juego y mi participación en él pero también estaba consciente de lo buenos que eran los del equipo Gryffindor y lo mucho que les afectó esta derrota, y aunque nos vieran con todo el odio que pudieran ahora estaban al otro lado de la sala formados para salir junto con nosotros y cinco minutos antes yo me acerqué a los miembros del equipo, que parecían muy decaídos y al verme sólo actuaron como si estuvieran completamente bien.

—¿Qué necesitas?—preguntó con dureza el capitán, con el resto del equipo mirándose sin despegar la mirada—¿Echarnos en cara su victoria como siempre hacen cada que ganan?

—No—Contesté, conteniendo mis ganas de reir—Sólo quería invitarlos a celebrar con nosotros

—Y eso que dijiste que no—escupió la buscadora, con vendas en los brazos y piernas, y con la cara con uno pequeños moretones. Mi culpa—¿Ver como celebran su victoria en nuestras caras? No gracias

—Como prefieran—alcé los hombros con indiferencia—Yo sólo quería que celebraran que ustedes también han dado un buen juego, son buenos contrincantes y no se trata de quién gana o no, sólo de celebrar la buena jugada de cada equipo, pero esa no es mi decisión así que.....adiós.

Volví con mis amigos mientras me bombardeaban con preguntas y yo sólo les decía la verdad, ellos estuvieron de acuerdo conmigo pero no parecieron molestos cuando les dije la respuesta de los Gryffindor, en realidad tampoco yo lo estaba pero creo que eso de que una derrota te afecte tanto es imposible para mí. 

Cuando llegamos a las tres escobas todo el mundo pidió Cervezas de mantequilla y algo para llenar el estómago, todo fue muy rápido y yo me sentía agobiada por estar alrededor de tanta gente, así que salí por un momento hasta que di con Honeydukes, entré ahí jurandome que después de comprar todo lo que yo creyera necesario para mi dieta a base de un millón de calorías saldría del puesto para ir directo a Zonko's, seguramente el profesor George y el fantasma de Gryffindor, Fred, me ayudarán a realizar todas las bromas que quiera a todos los profesores ya sea que me cayeran mal o bien, siempre hacía eso y no me importaban en lo más mínimo los vociferadores que recibía de mis padres, a ellos sólo les importaba por quedar bien y no porque quisieran que fuera "mejor".

Pasaron unos minutos y yo ya necesitaba mucha ayuda para cargar todos los dulces, y a pesar de eso necesitaba más y más, todas las golosinas y chatarra que yo comía era para infartarse y no entendía como mis 55 kilos seguían ahí a pesar de todo lo que le metía a mi estómago. Estaba prácticamente cayendo hasta que sentí unas manos quitándome la mitad lo que yo tenía y cuando estaba a punto de gritarle, el chico que tenía delante de mí me calmó

—Tranquila, sólo quiero ayudar—dijo él, metiendo todos los dulces en una canasta y ayudándome a meter los que yo cargaba—Por cierto, mi nombres es Aris y creo que tu llevas dulces para un ejército

El chico era bastante más alto que yo incluso cuando yo de por sí ya era alta, tenía el cabello alborotado con unos ojos muy azules y alguna cosa rara que colgaba de su labio, cuando no obtuvo respuesta y se dio cuenta de que lo estaba estudiando sonrió de lado, tenía una sonrisa bonita. Creo que ya lo había visto antes, pero no sé de donde, aunque incluso su nombre se me hacía muy conocido

—Tu eres Ciara, la buscadora que dio un gran espectáculo en la apertura del torneo de Quiddich—Salí de mi transe por un momento e intenté tomar la cesta, él la apartó-Creo que no estás tan estable como para cargar todo esto tu sola, déjame ayudarte

—Yo puedo hacerlo—Me quejé, aunque sabía que él no iba a dejar que lo hiciera de todos modos. Acepté, no sé porque sí siempre que me pasa algo así apartar a las personas, siempre he sido muy desconfiada pero este chico daba la impresión de ser alguien de mucha confianza.

—¿Esto es todo lo que llevarás?—Me preguntó, a lo que yo sólo asentí y fuimos directo a cobrar toda la pila de dulce que había llevado.

Narra Aris.

Me causó mucha gracia que Ciara estuviera casi cayéndose de todo lo que tenía y me sorprendí mucho al ver la cantidad de dulce que llevaba. Cuando me acerqué a ella me puse bastante nervioso y mis manos no dejaban de temblar, era la primera vez que me acercaba a ella y le hablaba.

Aunque ella pareció no reconocerme yo estaba feliz de que hubiera aceptado mi ayuda, principalmente porque sabía que algunas personas que ya lo habían intentado y los había mandado por un tubo, no por ser descortés si no porque era una chica muy reservada y apreciaba mucho su privacidad y todo el momento que ella pasaba sola.

Cuando terminó de pagar todo terminé cargando con una bolsa más grande que yo, ella volteó y me dio las gracias, pero no me hecho ni nada a lo que yo la seguí y me dio tanta impresión que no dijera nada, que asumí que podría seguir con ella y eso sólo me dio más ilusión. Una cosa era esperar que me dejara ayudarla por un rato y otra era ¡Pasar el día entero con ella!, y eso era mucho mejor que sólo 10 minutos mientras chocábamos con un mar de gente solo por pagar.

—Es hora de las bromas—chilló emocionada, estábamos fuera de Zonko's y yo también estaba emocionado por eso, era mi tienda favorita y al parecer la de ella también

—Entremos—Dije. Ella fue corriendo mientras yo encargaba la gran bolsa de dulces en el mostrador y me unía a ella buscando y buscando hasta que encontré los que buscaba, Caramelos Escupe-fuego.

Ella, por otra parte, tomaba todo lo que encontraba a su paso, desde tinta reveladora hasta dulce de hipotós, parecía una niña en una juguetería, aunque probablemente si le digo eso ella acabe por preguntarme que es una juguetería, deje que comprara todo lo que necesitara hasta que acabamos, cobramos todo y al comprarlo terminé cargando dos bolsas gigantes. Ella había insistido en ayudarme pero soy el chico más terco, según ella, y no la deje hacerlo.

Estábamos justo en el puente que daba la mira a la casa de los gritos, había dejado por unos momentos las bolsas y los dos nos sentamos arriba del muro. Ella estaba perdida en el paisaje y yo estaba perdido en ella, no podía desaprovechar la oportunidad, y menos si esto me daba un pase para poder al menos ser su amigo.

—¿Por qué no estás en las tres escobas celebrando con el equipo?—le pregunté, a lo que ella volteo topándose con mi mirada, aunque yo no la deje de mirar ella al instante poso su vista en el suelo

—A veces me molesta está rodeada de mucha gente—alzó los hombros—me gusta estar sola y caminar o hacer cosas conmigo misma de vez en cuando, aunque también estoy mucho con mis amigos y me gusta hacer picnics con ellos cuando acaba el horario de clases

—Eso suena interesante—sonreí, ella también los hizo. Platicamos mucho ese día a pesar de que parecía no poder expresarse muy bien de acuerdo a lo que sentía, era como un libro cerrado al que yo iba intentar abrir.

¡Voten y comenten si les gustó! quiero aclarar que los personajes narran conforme naturalmente están localizados los signos así que si esto trata de las narraciones sólo de Aris y Ciara es porque Después de Capricornio va Acuario y así yo lo he planeado.