Narrados omnisciente.
Sabrina despertó en el gran salón rodeada de muchos cuerpos inertes y también personas quejándose levemente a quienes reconocía como magos o estudiantes, estaba desconcertada pero se paró rápidamente e ignorando los gritos de la enfermera hecho a correr hacia la sala de pociones, sabía que ahí estaban olvidando vigilar y ella tendría que hacerlo.
Pero no fue sola, algunos hechiceros la seguían de cerca mirando a los lados y sacando a cualquiera de encima, pasaba fugazmente mientras ella estaba decidida a ir hacia aquel pasillo, lanzaba hechizos a su paso cuando alguien quería atacarla o atacar a los que estaban atrás, no quería que le pasara nada a nadie mientras estuvieran con ella.
Y claramente ella tenía razón, al momento en que llegaron al pasillo donde se encontraba la sala de pociones llovieron los golpes, literalmente. Iban de uno a otro, ella luchaba contra 15 mientras que sus colegas lo hacían uno a uno rápidamente, estaban tomando fuerza y eso era algo bueno.
Hasta que se debilitaron todos. Liam estaba por acabar con uno cuando le dio el primer bajón de energía, cayó hacia atrás y respiró con dificultad hasta que con su fuerza restante sólo pudo con unos cuantos y comenzó a toser descontroladamente. Aris lo resintió en el camino mientras luchaba cuerpo a cuerpo con uno y lo lanzaba por la barandilla, este le había querido quitar las plumas de las manos.
Georgi cayó justo cuando estaba ayudando a una estudiante herida a llegar al gran salón, había caído junto con ella y se sintió completamente débil en ese momento, pero se levantó como pudo y logró su cometido para después correr hacia donde la necesitaban, aunque lo hacía muy costosamente inclinada hacia delante y apenas manteniendo los pasos, se mareaba cada 5 segundos y en su interior sentía un vacío que le dolía, estaba viendo manchas en donde quiera que posara los ojos y sentía que en cualquier momento de desmayaría.
Eva estaba junto con Cameron y Patch cuando todo esto pasó, los tres se hicieron para atrás cuando se marearon y comenzaron a debilitarse, Cameron cayó al suelo y entonces Patch y Eva tuvieron que dividir su trabajo. Por suerte, ahora los caídos eran mucho menos que ellos y tenían una gran ventaja, porque de los muchos que habían llegado ahora sólo quedaban como mínimo 500 de ellos, y si pudieron con 200 en menos de 1 hora y media entonces podrían con ellos pronto, si es que se los permitían sus fuerzas.
Avery estaba con un bajón muy grande por todas sus heridas anteriores, apenas y podía mover la varita y le dolía solo dar unos cuantos pasos, pero lucho como pudo, aunque sentía golpes por todo su cuerpo mezclado con lo frío de su sangre y el contraste de su sudor cálido, vio a un profesor batallar mucho con un caído y entonces fue hacía el corriendo, como ya no recordaba bien por el mareo entonces decidió atacar con el cuerpo, se abalanzó sobre el chico y le quitó su arma que era sólo una vara larga y puntiaguda, entonces hizo lo único que se le ocurrió hacer con eso y lo atravesó en su V invertida, la que había localizado con facilidad puesto que la sentía.
Vio una pluma salir del chico que ahora se encontraba paralizado en el suelo, y miró a todos lados viendo como Aris iba hacia a ella como si le doliera, cuando estuvieron frente a frente no dejaron de lanzar hechizos y estar alertas, pero el chico le grito a ella algo que ya había descubierto por si sólo.
—Tienen sus plumas, cada vez que están abatidos las pierden—Le dijo en voz baja, más por su debilidad que porque realmente lo quisiera así—si nos deshacemos de ellas entonces se irán
—Pero ¿Cómo vamos a hacer eso?—Preguntó la chica, que ahora estaba viendo la cara de su amigo borrosa y temblando, estaba desequilibrándose.
—Quemándolas, creo que es la opción más viable y antes había escuchado que era la única salida para que ya no te atormentaran, tenemos que buscar plumas
—Porque ahora todos están así—Razonó la chica—Entonces hay que decirles a todos nuestros amigos
Entonces se dividieron, iban de un lado a otros hasta que llegaron a todos los oídos, para este momento los caídos no bajaban de 500 o menos, y se estaban desesperando, porque en el gran salón ya había muchos que no podían, muchas personas que estaban heridas y muchas otras que ni siquiera estaban aquí. Eso los hizo sentir culpables, amigos habían dado su vida por ellos y no les pueden pagar perdiendo una guerra que resultaría en tragedia para todo el mundo y no sólo para la magia.
Para el final de la hora ya habían recolectado cientos de plumas, pero también estaba mucho más débiles y apenas y podían luchar. Cameron se paró con una punzada en el pecho y miró hacia arriba, una chica muy bonita pero no tanto como Eva, estaba justo frente a él sonriendo cínicamente, como si ya diera por hecho la perdida de ese chico aunque ella no sabía exactamente quién era el.
Cuando intento arrancarle el corazón, a pesar de que pudo meter su mano y tomarlo con facilidad no lo pudo sacar, como si fuera indestructible. Cameron gritaba de dolor, salían lágrimas de sus mejillas por el esfuerzo que hacía de mantenerse despierto, no quería hacerle daño a una mujer pero sabía que ella ni siquiera podía catalogarse como una, entonces con sus pocas fuerzas alzó su varita y la utilizó como escudo, hasta que un Ex – estudiante llegó a ayudarlo.
Tom miraba a Ly y Ciara con desespero, les habían proporcionado fuerza a todos ellos pero la habían perdido por un descuido, lo peor es que ni siquiera podían hacerlo de nuevo porque los caídos interceptaban a sus aliados, y entonces si hacían un mal movimiento les darían las fuerza a sus enemigos y no a los que realmente querían dársela.
Ly no estaba pensando en eso ahora, se concentraba más en mirar los momentos y sacar a algunos caídos del camino cuando parecían una gran amenaza, asimilaba con un palo el cuerpo de sus enemigos y hacía con ellos lo que quisiera y entonces eso se volvía realidad, como muñecos vudú pero menos estilizados.
Tenían muchas plumas consigo, porque sabían desde el principio que eso les ayudaría pero no querían ganar de esa manera, no ahora que todos pensaban que ahora ellos tres los habían abandonado. Pero ahora los caidos tomaban la ventaja, los gritos comenzaban a ser más de los aliados que de los enemigos, las voces roncas y los gemidos de dolor los hacían enojarse cada vez más.
Entonces un rayo cubrió todo Hogwarts con un sonido ensordecedor que hizo a los caídos retroceder, una luz azul cruzó por todo el castillo dejando sin visión a todos excepto por los 12 chicos, una explosión rechinó en los oídos de todo el mundo y entonces los 3 que quedaban, escondidos pero ayudando en todo momento se miraron entre sí y sonrieron con suficiencia.
—Es la señal más obvia que es visto en mi vida-—Dijo Ciara con ironía, para después salir corriendo de donde estaba junto con Ly y Tom, separándose en un punto donde suspiraron y asintieron con la cabeza, haciendo oficial su plan.
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Hogwarts ; Zodiac.
Random◖Prometemos solemnemente que nuestras intenciones no son buenas◗