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Narra Ciara.

Desperté en el mismo lugar oscuro de siempre, o al menos desde que recordaba, ahora mismo no sabía nada de mi ni de quien era antes de estar aquí, no sé de dónde vengo o si tengo familia, desde hace unos dos días me habían empezado a preocupar que estas extrañas personas con marcas por el cuerpo fueran verdaderamente mi familia. Me dolía el pecho y me ardían los ojos, sentía un gran nudo en mi garganta y sólo quería dejar de pensar por un minuto para no querer derrumbarme más de lo que ya estaba, pero no lo lograba.

A veces oía a mi lado respiraciones pesadas y quejidos a mi izquierda y a mi derecha, las dos voces parecían de hombre pero no decían nada que pudiera ayudarme a saber en dónde me encuentro. Cuando dormía la figura de un chico de ojos azules y cabello desordenado invadía mis sueños y no dejaba de hacerlo aun cuando despertaba, mi mente tenía solo un nombre pero no era el mío.

<<Aris>> ese era el nombre, y cada que lo recordaba algo dentro de mi pecho saltaba hasta que dolía y me sentía tan triste por no tener nada más que ese nombre.  apareció desde el primer día pero se iba desvaneciendo con el tiempo, ahora apenas y lo recordaba pero cuando lo hacía no sabía que era lo que me hacía olvidarlo o recordarlo.

Un minuto después de pensar,  gritos y golpes se escucharon por encima de mi cabeza, todos para mi eran reconocidos como los ángeles que habían venido a visitarme a veces a hacer cosas que ahora no quiero recordar, cosas que me lastimaron pero que podía soportar porque sabía que tenía que seguir haciéndolo. Algunos de esos gritos, por su parte, eran de voces que no reconocía pero suponía que eso debía suceder cuando alguien cruzaba territorio prohibido.

Me empecé a sentir más pesada de lo normal, mis ojos se cerraban inconsciente mente y de repente sentí un aire muy fresco chocar contra mi cuerpo, me desespere en silencio hasta que sentí que perdía la consciencia, poco a poco el techo se volvía más una luz que me hacía cerrar los ojos, y después se volvió todo oscuridad, ya no veía nada más que oscuridad. Y aspi fue hasta que ya no supe más nada, era como soñar sin estar realmente dormida, era como estar atrapada. Oía todo lo que pasaba a mí alrededor pero no lo veía y no sentía, era estresante y desesperante, no sabía cómo salir de ahí.










Narra Tom.

Aquella oscuridad se sentía fría y solitaria, no creía que tuviera sentido seguir pensando en posibilidades o en la vida, si no sabía nada de la mía entonces ¿Qué sentido tendría pensar en cómo sería? Y más si sentía que ahora yo mismo no me pertenecía, creía que ahora ese "sueño" sería mi nueva prisión.

Había tenido una conversación conmigo mismo para poder soportar esos gritos, algunos eran de terror y otros de euforia pero yo no sabía que estaba pasando.

De alguna forma quería ayudar pero no a aquellas personas que me habían tenido aquí por varios días desde que yo recuerdo hasta ahora, hace poco también me resigne a recordar algo sobre mí, pensé que comenzar a hacerme una idea de ser una buena persona sería mejor que esperar a saber quién fui antes.

Hogwarts ; Zodiac.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora