Hogwarts ; Zodiac.

38.

Hace 3 años.

Narra Tom.

El partido contra Gryffindor era pronto, con mi hermana estábamos preparándonos para ganar, me habían nombrado capitán este año por la renuncia del anterior que había cambiado de escuela, ahora él estaba en Ilvermorny. Siempre me había dado mucha curiosidad esa escuela, había dicho a mis padres que quería ir ahí cuando tenía 11 años pero ahora no me arrepiento de estar en Hogwarts.

—Vamos a ganar—Me tranquilizó Vira—o al menos recordarás que Georgi te estará viendo, a pesar de que apoye a su hermana.

—Eso me preocupaba—admití—Pero no lo había pensado. No puedo fallar esta vez como capitán, menos ahora que sólo contamos con este partido para ir a la final

—Slytherin ni nos verá llegar, tú sólo da todo lo que tengas.

Asentí. Cuando comenzamos el partido estaba inseguro hasta que íbamos ganando 30 a 0 y la Snitch ni siquiera aparecía, sentía electricidad por todo mi cuerpo. Sentí que estaba dando todo de mí y aun así estaba distraído, miraba para todos lados pero no sabía que estaba buscando, se suponía que estaba jugando.

Escuché una voz dentro de mi cabeza que susurraba mi nombre y entonces todo el campo a mi alrededor comenzó a dar vueltas, no podía enfocar nada ni a nadie. Mire hacia un lado pero la voz se iba haciendo más lejana, y sin embargo sentía que lo que estaba comunicándose conmigo estaba cerca.

Paré algo con mis manos, no sabía que era pero al parecer iba en torno al juego, aunque yo ya no estaba en el juego. Mire hacia arriba porque ahora parecía que algo estaba sobre mí y entonces vi algo, que de no ser porque lo sentía habría estado seguro que era de mi imaginación, Eran un par de alas blancas y un cuerpo entre ellas con una espada resplandeciente apuntando hacia un lugar del suelo, muy cerca pero muy lejos, un punto donde sólo lograba ver una mancha negra.

Me pareció ver un ángel, ahora que la magia era totalmente real y estaba metido en ella, cuando había visto criaturas que yo nunca habría imaginado ver en el mundo en donde yo vivía, seguramente yo no habría creído ver a una persona con alas, pero lo hice.

Y en ese momento acabó el partido, fui a ducharme rápidamente y entonces me apresuré a comer, tenía que ir a la biblioteca a investigar un poco de esto aunque sabía que ni Vira ni Aris me dejarían ir sólo sabiendo que estaba distraído, mi hermana me había visto así muchas veces, una de esas veces casi caído del techo de la casa.

—¿Unas alas?—Preguntó Aris, Arrugando la nariz—en un partido, ver algo como un ángel parece imposible

—La magia también parecía imposible y mira donde estamos—Bufé, lo pensó y entonces alzó los hombros dándome la razón, mi hermana aún estaba pensativa y me preguntaba si no estaba teniendo alucinaciones.

<< ¿Cómo voy a tener alucinaciones? Ni siquiera soy capaz de imaginar algo tan detallado como eso>>Le dije, ella me dio la razón porque entre nosotros tres el único que podía soñar o imaginar cosas imposibles era Aris, ni Vira ni yo teníamos esa capacidad, aunque a veces lo intentaramos.

—Pensé que un ángel tendría arco y flechas con una armadura plateada y un cabello en forma de hongo todo mojado—Habló Aris cuando llegamos—no es tan necesario investigar sobre esto

—Tenía el cabello corto, ropa blanca—Recordé—No vi su cara pero su espada brillaba más que cualquier cosa que haya visto, quizá no sea necesario investigar pero quiero hacerlo

—Yo no

—Pero yo si—Atacó Vira—Aunque no tenga que ver contigo, Tom, estaba aquí por algo.

—Tal vez estamos exagerando—Le dije a mi hermana, porque quería investigar esto pero no si me metía en algo que no debería—Podemos dejarlo para después, puede que nos metamos en algo que no queremos

La verdad eso no me importaba, y nunca me había importado. Ahora estaba en un punto en el que no sabía si hacer o no hacer varias cosas y algo como esto era más para pensarlo en privado, resolviendo el misterio sin nadie más a lado, creía que me sentiría más relajado contándolo a mis amigos o a mis hermanas pero sentía que había más personas a las que debía de contárselo, pero no personas cualquiera.

Aris y Vira se quedaron en la biblioteca por trabajos que tenían, Yo fui a unos de los jardines de la escuela, en el que se ve más el exterior, sólo para pasar el rato y no hacer nada más que pensar como siempre que quería alejarme un poco de las personas, o de los hechiceros que residen en Hogwarts.

Volví a escuchar esa voz a mis espaldas pero no había nadie ahí, después la escuché en todos lados. No sabía si me estaba volviendo loco pero entonces cerré los ojos, me había recostado sobre el pasto y entonces en mi mente comenzaron a aparecer miles de imágenes que no tenían sentido, muchas de ellas eran de espaldas dañadas.

Espaldas dañadas en las que se iba formando una V invertida y entonces su cuerpo resultaba menos formado, sólo de la espalda. Escuchaba gritos y entonces en mi mente iban y venían plumas negras que caían en el suelo junto con espaldas ensangrentadas, aunque no estaba seguro que fuera eso porque lo que salía de la piel era de un color plata brillante, uno que realmente me deslumbró.

A continuación escuché un "Esto es guerra" seguido de imágenes que me mostraban personas, o lo que fuera que sean, cayendo del cielo sólo con pantalones rotos y camisas rasgadas, todos ellos o...ellas estaba inconscientes y cuando caían al suelo lo hacían suavemente, como si por un segundo la gravedad dejara de serlo sólo para que no se dañaran.

Abrí los ojos, estaba oscureciendo, me había quedado dormido.

Caminé hacia la sala común sin hacer ruido aunque aún quedaba tiempo para irme a la cama, sentía que esto tampoco debía contárselo a nadie si quería tener una conversación sin que salieran a tema las alas o las V invertidas, más porque aquellas me parecía más peligros que celestiales, como me lo había parecido aquella cosa que había visto en el partido.

Decidí guardármelo hasta la tumba, si era necesario para no pasar por momento incomodos o estresantes, porque después de un tiempo de lo mismo te va enojando que las personas salgan con lo mismo cada vez que quieren hablar contigo, me ha pasado cientos de veces.

No sabía si significaba algo, pero al menos con el tiempo lo averiguaría.