Hogwarts ; Zodiac.

25.

Narra Avery.

Sólo dos días pasaron y ya estábamos de regreso, mi brazalete nos había advertido sobre algún tipo de peligro, no dijimos nada y nos fuimos sin siquiera decir cómo o porqué. Me sentía culpable pero sabía que si algo pasaba no viviría nunca en paz o probablemente ni siquiera lo haría, mi hermana estaba preocupada por todos como yo, pero ella siempre había sido muy optimista y me preocupaba que ahora estuviera pensando en cualquier cosa que fuera peligroso para nuestros amigos, haciendo hipótesis de lo que pudo haber ocurrido y que eso fuera malo.

—Recuerda que esto es exactamente lo que no tenemos que hacer—Le recordé a mi hermana, ella me miró con los ojos rojos mientras leía sobre posibles peligros en un castillo de un libro de defensa contra las artes oscuras de primer año.

—Quiero estar preparada, por si acaso—Me respondió, sin apartar la vista del libro.

—Georgi, Ya has luchado contra caídos y sabemos que hacer

—Me preocupa Patch—Dijo directamente—Ya sabes, por lo de los entrenamientos y todo, sé que los demás son capaces de controlar el miedo aunque sea demasiado pero para él es difícil.

—Y también te preocupa Tom, aunque no lo quieras admitir—Deduje, era cierto porque se puso colorada—Y a mí me preocupan todos— quizá por una parte más Liam, pero eso no lo voy a aceptar en voz alta—Pero lo menos que debemos hacer es pensar que van a pasar cosas malas

No dijo más hasta que llegamos al castillo y oímos crujidos, a nuestro lado todos los que se había ido regresaron, incluso Ly que no estaba en condiciones de hacerlo lo hizo, dijo que en lo que sea que el pudiera ayudar lo haría, y yo entendía porque los caídos querrían que él no estuviera.

Pensamos primero en Patch, Vira corrió desesperadamente con nosotros atrás a la sala común de Hufflepuff, cuando llegamos oímos el sonido de varias cosas cayendo al suelo y el grito de nuestro amigo por sobre el ruido, tuvimos que dejar que Cameron llegara a decir la contraseña, que no supimos de dónde salió hasta que nos dijo que el brazalete le avisó, él había estado en la sala común de Slytherin con sus hermanos y creía que Patch pensaba que él se había ido porque no le había avisado nada. Cuando entramos encontramos al ojiazul inconsciente en el suelo, algo sudado y temblando, lo tuvimos que secar con un paño húmedo helado y después dejarlo en la cama bien tapado. Vira decidió quedarse con él en la cama contigua al igual que Cameron, sólo que él dormiría en el sofá de la habitación.

Con mi hermana fuimos a la sala común de Gryffindor, aquí en donde me sentía tan segura a pesar de cualquier momento por el que esté pasando, no me costó mucho dormir y fue tan fugaz la noche, que ni siquiera note cuando cerré los ojos o cuando los abrí y ya era de día.

Al día siguiente en el almuerzo todos estaban muy pendientes de Patch, pero hablamos sobre prepararnos mejor a los que nos faltaban, principalmente a aquellos que aún no recordaban nada. Algunos ya habían platicado con los profesores, ellos ahora estaba patrullando el castillo para encontrar pistas a menos que terminaran en otra cosa.

Alguien se sentó a mi lado y pasó su brazo por encima de mí, exactamente el chico que ahora estaba a un paso más cerca de ser más que mi amigo, Liam estaba a mi lado con una gran sonrisa y los ojos medio cerrados pero no dejaba de ser encantador. Cada que estábamos en entrenamiento antes de que todas estas cosas pasaran él siempre hacía eso cuando comíamos, incluso iba a buscarme al terminar la clases y nos poníamos a hablar de cualquiera cosa, el de su vida como hijo de Magos y yo de mi vida repleta de Muggles, eso a él le interesaba mucho.

—Tengo una teoría—Dijo Eva, sorprendiéndonos y captando nuestra atención—Creo que todo lo que pasó es porque quieren que estemos juntos, y si conocen nuestras debilidades sería más fácil para ellos

—Entonces hay que encontrar nuestras debilidades—Habló Cameron, a su lado—Y encontrar cómo las pueden usar en nuestra contra

—Claro—Reafirmó Patch—Mi debilidad era el miedo, y por eso hicieron esto. Entonces, ¿Cuáles son sus debilidades, chicos?

—Creo que no deberían hablar de esto tan tranquilamente—Dijo Ly, por primera vez desde que estamos aquí—Porque si ellos están aquí entonces les será más fácil.

—Pero se supone que ellos ya lo saben—Dije con obviedad, a lo que Ciara de inmediato respondió a eso

—O quizá no lo sepan, pero están esperando a que ustedes empiecen a preocuparse tanto por ellas que sea fácil saber cuáles son—Alzó los hombros, como si fuera la cosa más simple del mundo, ¿Por qué recordando tan poco podían razonar tan bien estas cosas?

—Los caídos, por lo que leí en la biblioteca hace un día, tienen la capacidad de transparentarse frente a sus enemigos—Nos informó Tom—y para ellos todos en Hogwarts son su enemigos, a menos que no estén aquí pero tengan un infiltrado.

—Pero ¿Qué pasa con aquella frase que parece más una amenaza?—Preguntó Liam—Aquí hay muchos chicos que no saben lo que está pasando o en la guerra en la que estamos metidos, si uno o algunos de ellos son nuestra salvación entonces ¿cómo carajos van a ayudarnos?

Sonaba lógico, porque aquel caído o lo que fuera había dicho que las únicas personas que podrían salvarnos no lo sabían. Aún me desconcertaba la gran inteligencia de los chicos que ni siquiera podían ser capaces de reconocernos como sus amigos, se supone que si no recuerdan nada entonces su años en el castillo no están en su memoria y tampoco lo que aprendieron. Sin embargo pudieron crear hechizos fácilmente sólo oyendo la palabra inicial de uno. Quizá sus memorias no se hayan borrado pero si se guardaron y es trabajo de ellos encontrarlas.

Y en todo caso, los caídos buscaban nuestras debilidades en nuestra contra pero, ¿Qué debilidades tenían estos tres chicos en todo caso? Porque conociéndolos incluso cuando recordaban todo no parecían temerle a nada o los problemas que habían tenido con la magia los habían superado con tanta rapidez que me habían sorprendido a mí y a todos. Eso me hizo pensar en la posibilidad que había de que los caídos quisieran borrar sus memorias para que comenzaran a temerle a algo, o a empezar con ellos todo lo que tenían planeado hacer.

Todo esto se los conté a los chicos, lo que creía que pasaba y lo que no pasaba, ellos me dieron la razón menos aquellos 3 chicos que se miraban entre sí y movían los hombros de arriba abajo como si no tuvieran comentarios acerca de eso.

—Entonces, debemos trabajar en eso—Dijo mi hermana a mi lado—en la sala de menesteres, a las seis en punto.