capítulo 28

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Ana

Un nuevo bufete

Ya era mi hora de salida. Cogí mi maletín  y salí. Pase por la mesa de Andaría  aunque parecer tiene mucho trabajo. Oí la voz de Ivan llamando me pero me hize la loca, y seguí caminado. Al llegar al puerta vi a Amir allí parado y me sorprendí.

—¿Amir? ... ¿Que haces aquí?

—Hola Ana— Me da dos besos.

—¡Hola!  ¿está todo bien?

—He venido por ti.

—¿Por mi?

—Si , no recuerdas que habíamos quedado desde el jueves pasado, para ver el bufete.

—¡Yo no recuedo haber aceptado!— Pero tampoco quería hacer le el feo, y me fui con el. No perdía nada por verlo.

Ivan

Vi a Ana salir de su oficina , la quería saludar que desde la boda no nos habíamos  visto. La llame pero al parecer no me escuchó. Al llegar a fuera la vi hablando con un hombre mayor. Después se subió con el en un  coche y se fue. Yo decidí seguirlos.

Llegaron a un y edificio no muy grande, donde había otro señor de la mismo edad que el otro. Se saludaron entre ellos, se abrió la puerta y entraron.

—¿Que habrá allí,...que?—dije para mi.  Decidí bajar  y entre en el edificio sin permiso.
  Era un bufete de abogados. A Ana parecía encantarle pues no paraba de sonreír.

El hombre le preguntó:

—¿Que, te gusta?

—Si , me encanta. Tenias razón al decir que era un sitio Bonito.

El otro señor apartado un poco de la conversacion , se acercó a ella y se saco algo del bolsillo.

—Bueno , señorita no se diga mas. Es suyo.

—¿Que dice? ¿ Como puede ser mio si no he pagado?

—Ana , Mónica y yo hemos decidido compra lo— dijo el hombre con él que había venido.

—¡¿Que?! No Amir yo no puedo aceptarlo. Si decido comprarlo, pediré a banco un préstamo.

—Por favor, toma lo como un préstamo.

—No , no ,no.

El la cogió la mano y le puso la lleve en en ella.— Por favor Ana, Mónica no acepta un no, así que...

—Vale , lo voy aceptar como un préstamo.

—Entonces nos vemos mañana en el notario— dijo el otro hombre brincando de felicidad.

—No puede ser Ana esta comprando un bufete— pensé yo para mis adentros.

Ana

No sabia si contarles las nuevas a mi familia o dejarlo para mas adelante.

—¡Hola!

Me encontré a mi tia sentada en el sofá, y a mi hermana en la cocina con un vaso en la mano

—Hola cariño. ¿Te hago algo de cenar?

—No. Solo vengo a cambiarme , que tengo una cena.

¿Con quien?— Pregunta mi hermana saliendo de la cocina.

—jajaja, no es lo que estas pensando, es de trabajo .

—Ah, que aburrido.

—Bueno,me cambio y me voy— y así lo hice.

Cuando llegue al restaurante se me acerco un hombre mayor con pinta de ser el gerente.

—Buenas noches.

—¡Buenas noches , señorita! ¿Tiene reserva?

—Si, bueno creó que me están esperando.

—¿Nombre?

—Lo siento , creo que la secretaria se olvido decírmelo.

—Ah. Bueno ¿diga me su nombre?

—Pérez , Ana Pérez.

—Si , lo están esperando.

Me llevo hasta la mesa, y se fue.  El señor estaba de espalda , pero al sentirme detrás, se levanto y se giro hacia mi.

—¿Max? No puede ser, ¿otra vez tu? ¿otra artimaña tuya para traerme hasta aquí? ¿trabajo, en serio?

Yo me gire sobre mis talones para irme pero, el me agarro de la muñeca reteniéndo me.

—Por favor no te vayas .

—Por favor, no quiero hablar contigo.

El no se rindió.

— No puedes irte dejando a un cliente así , creí que eras una profesional.

Al escuchar eso ella se dio la vuelta y se sentó.

— Bueno señor ¿en que le puedo ayudar?

—Pedimos la cena y después te digo mi problema licenciada— llamó al el camarero.

—¿Que desean pedir señores?

—¡Primero la señorita!

—No , yo solo quiero agua , por favor.

—Por que ...—Ella lo interrumpió.

—No , no quiero. Por favor dime lo que quieres  de una vez que no tengo tiempo para tonterías.
— Mira, mi problema es que hay una chica de ojos marrones y sonrisa de infarto que me gusta mucho.Yo por tonto y por celos la aparte de mi.

Ella se puso nerviosa. —Max...
—Dejame acabar por favor. Ana el otro día me pase contigo en la discoteca. Por eso te quiero pedir perdón.

—Ya lo olvide—   Me levante para irme pero el me frenó e intento besarme, y esta vez me tocó frenar a mi.

—No Max, esta vez no.

Quiero que vuelvas a insultarme o que pienses que Soy  una cualquiera.







Ana Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora