Ana Te quiero

capítulo 36

Fiesta sorpresa

Isa

Grite de felicidad hasta casi quedarme sin voz. Tenía un descapotable y era mio y solo mio. Lo pensaba y me daban mas ganas de gritar. Ana se había lucido.
Para estrenarlo me fui a dar vueltas y vueltas con mi tía Adriana.

Saque todas las fotos de todos los posibles ángulos existentes y las subí a las redes para el postureo.  Enseguido se llenaron mis perfiles de comentarios.

"Aaaaaaah!!!! Ya podemos salir a desmelenarnos juntas" Decía una.

"Jo... Tía que envidia. Ya estarás contenta".

Así pasaron toda la tarde en todas las redes.

Quería celebrar mi cumple en grande e irme de fiesta hasta las tantas; incluso brindar hasta no poder mas por el descapotable. Pero el corazón no me dejaba por Ana. Estaba muy preocupada. De eso estaba hablando con Irene.

De repente llegó Betty y entró súper arreglada con un modelito azúl y unos tacones de infarto.

—¿A donde vas tan arreglada? — pregunté curiosa.

—!Pues voy a cazar un novio! Que estoy un poco aburrida.

—Pues nada. Pasalo bien.

—¿Que? ¿No quieres venir conmigo?

—No yo paso.

Cinco minutos después de que Betty partiera, Ana me llamó.

—¿Isa?

—¿Que pasa Ana? ¿Estas bien?

—Necesito que vengas por mi ,que he escapado de el hospital.

—¿Que?...—pregunte desconcertada—¿Pero que ha pasado?

—Después  te lo explicó. Ahora te voy a mandar el dirección un whatsapp. Corre.

Esa tía estaba loca. Muy loca. Como podía escaparse del hospital. Aquello era inviable.

Segundos después llego la dirección. Estaba muy lejos del hospital. A saber como había llegado allí. Coji las llaves de mi nuevo coche y pise el pedal a fondo hacia allí.

Al llegar estaba todo oscuro. Era una especie de zona industrial abandonada. La busque por todos lados, pero no logre encontrarla. Y eso me extrañó así que decidí llamarla.

—Ana, ya estoy aquí, pero no te veo.

—Estoy adentro. Necesito un poco de ayuda, que no puedo caminar— dijo jadeante.

Empuje la puerta del edificio 23 donde ella había dicho que estaba.  Entre y grité: —¡Ana! ¡Soy yo, estoy aquí!.

De repente note que algo se movía entre las sombras y retrocedí. Se encendió una luz y el corazón me dio una voltereta. Luego se ensendieron poquitas para acabar estallando en un resplandor. Un gran cartel de sorpresa se hallaba delante mía y un gran grupo de gente gritaba "sorpresa"

Ni  si quiera me lo habría imaginado. Mire entre la multitud y encontré a montones de caras conocidas;  a las locas de mis amigas, a la que se había ido a cazar un novio, a Ivan y los chicos... Pero no veía a Ana.

— ¿Donde esta Ana?— pregunte desanimada.

—Cariño ¡tu hermana esta en hospital! — me dijo mi tía.

—¿Que?

—Si.  Mira todo eso es para ti , disfrutarlo— Pone sus manos sobre mis hombros señalándome todo lo que había.

—¿Pero sin ella?

—Si mi amor, así lo quiso ella.

—Si Isa la idea fue de ella , mira es mas te ha dejado un Mensaje— dijo Ivan acercándose.

Era un video.

—Holaa rubia yo se que no quieres celebra sin mi , pero chica para que necesitas una moribunda —y se ríe— Es broma , te quiero decir que no dejes tu vida por mi, disfruta de ella, de tu día ¿Ok?  Venga corre a bailar, que ahí están  las zorras que tienes como amigas.

—Ves, Ana esta feliz por ti. Ven que tengo un regalo— me agarro la mano y tiro de mi.

Llegamos a una de les mesas y llamamls la atención de todos los invitados.

—Isabel Pérez, para mi es un honor entregarte los llaves de este local que a partir de hoy va a ser el lugar donde vas a diseñar y vender tus productos de moda.

Isa se poner a reír. Pensando que es una broma— Muy bueno Ivan, ya deja te de bromas y vamos a partir la tarta.

Ivan se giró hacia mi y me entreguo unos papeles y unas llaves. Lo leí y cuando termine le pedí  a Irene que me pellizcará

—¿Isa estas bien?
— No se si aceptarlo, aquí dice que lo compró Ana, y eso ya es demasiado.

—Isa te prometo que Ana ha ganado  dinero limpio.

—¿Pero donde lo saco?

Por favor Isabel— dijo su tia— no pienses así de tu hermana no le hagas sentir mal que ella te lo a echó con mucho cariño. Es mas, si quieres saber donde lo saco pregunta le a ella cuando la veas. Ahora disfruta de tu fiesta.

La fiesta siguió hasta tarde. La cumpleañera lo paso bien hasta que se le olvido toda la preocupación que tenía. No se separaba de Ivan ni un momento. Y es que algo surgió.