capítulo 33

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El beso

Max

Ella me estaba mirando con estas miradas que me ponen mucho. Le dije que no me mirara de esa manera pues, no la iba a besar. Y ni falta que hizo porque ya lo había echo ella por mi. Madre mía si no hubiera entrado la enfermera Y hubiéramos puesto fin a nuestras manitas.

— Yo solo vengo a hacer mi ultima ronda— dijo como si no hubiera visto nada.

Ana y yo nos quedamos mirándonos  fijamente y nos reímos .

Cuando se fue la chica le dije a Ana.

—Ana vamos a intentarlo, a conocernos, después veremos que pasa. ¿Que dices?

—No se. ¿Quieres que tengamos una relación?

—Si. Yo quiero que vayamos despacio.

—Max yo...—no la deje terminar de hablar.

—Escucha me, no tengas miedo lo que te haya pasado en el pasado no te va pasar conmigo. ¿Que dices?

—Es que...

—No digas nada. Cuando te pongas bien y te den de alta, me respondes.

Ella sonrió. En ese momento tocaron las puerta y yo abrí

—Hola chicos— dijo la tía de Ana.

—Yo las dejo a solas. Voy por un café.

Adriana se recuesta junto a Ana y le dice:
—¿como esta mi princesa?

—Tía quiero que me traigas mi cartera y mi móvil mañana cuando vengas.

—Claro amor. ¡Sabes el chico ese se muere por ti!

—¿Y tu como sabes eso?

—Es por que se le ve a leguas.

—No me digas ¿ que ahora eres igual que Mónica que ves el futuro?

— Eres muy graciosa. Solo te digo que la vida te esta dando una nueva oportunidad así que aprovecha lo , que el chico es muy guapo. Mi amor ya olvida te de David, olvida te de el .

Raquel

Hace días que no  paso por mi casa. Tengo un montón de llamadas de mis padres y de Lisa, e incluso de Malenna. Llegue a mi casa y detrás mio vino mi madre.

—¿Se puede saber donde estuviste este fin de semana?

—Ay ma , por ahí

—¿Como que por ? Tu Amiga, mejor amiga esta muriendo en el hospital.

Al soltar eso , mi mente empezó a dar vueltas , la única amiga de infancia es...

—¿es Ana mama?

—Si , es Ana.

—No mama no puede ser, no puede ser.

—Es que no tienes vergüenza , todas las chicas y chicos estuvieron con ella menos tu.

—Mama por favor no me digas eso.

Que quieras que te diga, es la verdad.

Salí corriendo hacia el hospital. Llegue y pregunte por el cuarto de Ana.

Entre ahí estaba acotada y Max estaba en la sofá dormido. Yo toque los piernas de Ana me agache llorando pidiendo que me perdonara.

—Por favor perdonadme tu no merece  todo lo que te he echo.
¿Recuerdas la primera vez cuando nos topamos en el parque? apenas teníamos ocho años y tu acababas de llegar a este país. Me dijiste que no tenias amigas. Nos prometimos que nuca nos ibamos a separar

—¿Raquel que pasa por que lloras así?

Oigo su voz , levantó la cabeza viéndola a los ojos. Max estaba despierto aunque no me di cuenta.

—Ana, yo...—entra una enfermera.

—Buenas días. Necesito que salgan los dos de aquí. Que la voy a preparar para la cirugía

—Hablamos después— Max me hizo un señal de que venia en un momento.Se despidió de ella con un beso en los labios.

—Aquí estaré esperándote, y no olvides de lo que te dije— y la vuelve a besar. Pero antes de llegar al puerta Ana lo vuelva a llamar.

—Toma este collar quiero que lo tengas cuando salga bien me lo devuelves, este es muy importante para mi. 

Estuvimos muchas horas esperando en la sala. Pero seguimos sin saber nada de Ana. Todos  estamos muy nerviosos.

—Pobre Ana con lo que ella odia los hospitales y ahora esta en quirófano , que irónico ¿verdad?

Todos me miraron de reojo.

Adriana  se  levanto de la sofá caminado hacia él mostrador,  y pregunto:

—Señorita, me puede decir ¿porque tardan tanto?

—Disculpa señora , yo no puedo darle esa información.

Segundos después vino él médico.

—¿ Como esta mi hermana?—dijo lsa caminado así el.

Responde dudosos— Ana...entró en paro cardíaco.

—¿Que? —Pregunta Max casi a gritos.

—Pero... tranquilos logramos establecer la, en unas horas la pueden ver.

Todos nos abrazamos después del asusto que nos metió.

—¿Y tu que haces con el collar de mi hermana?— señala Isa la mano de Max

—Me lo dio ella antes de entrar en quirófano.

—Ah , que raro que se lo quito.

Era verdad, desde que la conocí me dijo que se lo regalo su padre y desde ese momento nunca se lo quito. —Ese collar es muy importante para cuando se pone triste— lo apreté con toda mi fuerza como si abrazara a su padre.

Ana Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora