capítulo 34

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Renata

Mi padre me llamo a noche para decirme que Ana estaba ingresada en hospital desde hace días.
Decidimos volver y no seguir con la luna de miel. Lo estaba pasando súper bien la verdad.

—Que lástima amor que nos vamos ya, con lo bien que lo estábamos pasando— comenta Federico recogiendo su maleta .

—Pero mi vida¡ yo no podre seguir disfrutando sabiendo que ella esta en el hospital!

—Si tenés razón. ¿Ella es muy importante par ti?

Renata asiente y sigue conduciendo.
En 15 minutos llegamos. Ella pregunta por habitación de Ana, pero antes de ser respondida vio a los chicos en la zona de espera.

—Holaaaa. ¿Como estan? —Todo se sorprendieron al verla. —Por que no me avisaron .

—Por que no quisimos arruinar tu luna— responde Ivan besándola. Llega una enfermera.

Le pregunte si podíamos verla y dijo que si.

Entre en el cuarto. Estaba Max sentado a su lado cogiéndose de la mano. Ella estaba un poco pálida.
Ella Levanto la cabeza al sentir la puerta abierta.

—¿Rene? ¿ Pero se puede saber que haces aquí?

—¡He venido a ver que si era verdad que te estabas muriendo! —Max se sorprendió a escuchar eso. Pero puerta se abrió.

—Lamento decepcionarte hija, pero no va a morir —comenta el padre de tras de ella.

—Hola,pa.

—¿Mi amor cuando llegaste ?

—Cogí él vuelo cuando me avisaste que estabas operando a la flaca.

—Pues me alegra saber que te importa tu amiga.

Bueno — comenta Max— creo que es mejor que salgamos y las dejemos solas ¿no cree doctor?— el asintió y se fueron. Nos quedamos solos.

—¿ Como te sientes flaca?

—Me siento como si me hubieron apuñalado en el corazón y me lo hubieran sacado del cuerpo— Lo dos se ríen.

—Oye por lo visto Max y tu ya estais...—hago señales con la mano sin acabar la frase.

—¡Nooo!

—No te hagas amiga.

—Cuenta me ¿donde te llevo feder de luna de miel?

—¡A París! Lo he pasado muy bien. El es súper romántico, es dulce, tierno. No sabes, me ha hecho sentir como una reina.

—¿Y que , como es en la cama?__ pregunta Ana levantando los cejas.

—¡Oye!— La da unos golpecitos en le hombre y ella se queja.

Unos minutos después llegan todos su familia amigos,  participan en conversación, y las bromas y todo.
Ana se sentía muy feliz y afortunada de tener tanta gente queriéndola de es manera.
Aun que ella piensa que no lo merece.

Ana

Los días pasaban, y sus  ganas de salir de hospital  aumentaban.

—¿Doctor cuando me va a dar el alta?

—Ana no insistas, que todavía sigues delicada.

—Pero yo me siento bien.

El medico cambio de la tema— Por cierto ¿donde están tus amigos? ¡no los veo en ninguna parte!—

Ah, se fueron para sus casas. Es que llevan muchos días aquí, yo no podía permitir que dejaran sus vidas por mi, no es justo.

—Pues si es justo. Bueno voy a ver los otros pacientes.
Me sentí tan aburrida desde que se fue Alfredo. De repente entro la enfermera.

—Hola , Ana. Te están buscando.

—¿Quien es?

Ella se parta de la puerta dejándola entrar.

—¡Betty!

—Hola— enfermita se me cerca me besa y se sienta en la cama a mi lado.

—Y que ¿cuanto tiempo te vas a quedar?

—Huy, huy. Ya me quieres echar.Pues para que te jodas me voy a quedar hasta la semana que viene— Y añade— me estoy quedando en tu cuarto.
Me río.

—¿Me sacas al jardín?

—Claro.— Ella acerca el silla de rueda.

Llevamos 30 minutos en el Jardín. Y de pronto vi a Max viniendo hacia nosotras.

—¿quien es ese guapo?— pregunto Betty.

—La verdad es que si Max es guapicimo. Ups¿Lo he dicho en voz alta? —Ella asiente apoyándose en la silla.
Es que Max es bello con este pantalón negro y camiseta larga hasta los codos blanca y un chaleco mismo color que el pantalón.

—¿Como se porto la mejor Abogada?

—Hola cabezón. Te dije que no vinieras hoy.

—No podía concentrarme. Y la culpa lo tienes tu— Y me besa. Y Betty, como buena amiga, carraspera llamando nuestra atención.

—Ay, perdón. Mira Max te presento una amiga Beatríz que vine de Ibiza.

—Betty el es...—

—Tu novio...— dijo ella sin pensar si quiera, haciendo que Max y yo nos sonrojaramos hasta alma. Se dieron dos besos en las mejillas— Que guardadito lo tenias.— luego miro a Max— ¿ A que te dedicas?

—Soy empresario Trabajo con mi padre, en una empresa de venta de vehículos.

Y eso dio rienda suelta a la conversacion. Ella no se callaba. Hasta le contó a Max todo lo que hacíamos de niñas.

—Disculpen pero me tengo que llevarla su cuarto— llego y dijo una enfermera.

Me despedí de ellos.

Ana Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora