capítulo 50

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—Me encanta cuando estoy con ellos. Me  tratan como a una reina, me hacen reír. No se... estoy confundida. Ayudadme que hago.

—Estas en un gran problema. m
Mira que enamoraté de los dos... Yo lo único que te puedo decir es que te des prisa. O si no, los dos se cansaran de ti y al final se irán con la primera que se les acerque —asi lo soltó Betty sin respirar. Tenía toda la razón

—¿Y tu que dices Renata?— pregunta Ana.

—Tu sabes que yo siempre luché para que estuvieras con Max. Pero ahora lo que importa es tu decisión. No me gusta verte sufrir así amiga. Si vas a elegir a Ivan... Lo respetare.

—Es que él siempre está cuando mas lo necesitó; nunca me a engañado. Miralo está, aquí dejó todo su vida para venir a estar conmigo en un día como hoy— Señala a Ivan que estaba junto a su tía hablando.

—Ella tiene razón. Lo digo por que a Max también lo invité para celebrar tu cumple aquí.

—¿Ah si?  ¿Y donde esta?

—No me respondió

—Me lo imaginaba. Seguro esta con ella— Dijo Ana molesta

—Ana es que él...

—No te atrevas a defenderle —dijo Ana interrumpiendo a Renata que la iba decir que Max la tuvo buscando y que también había perdido él móvil.

—¿Entonces que vas hacer?— Pregunta Betty ansiosa por saber lo que esta pensando la abogada.

—Pues a estar con alguien a quien si que le importo, que sabe como tratarme y que nunca me engañará.

—¿De que estas hablando? —Preguntan con confusión.

Ella los miro las dos al vez dibujando una sonrisa en su cara y se pone de pie y camina hacia dirección en donde esta su compañero. Las  dos amigas están perdidas sin saber lo que va hacer.

—Iván puedo hablar contigo un momento? —El estaba junto A Isa.

—No, yo creó que ya hemos hablado lo suficiente.— dijo él con dolor.

—Por favor Iván solo sera un segundo.

Los dos caminaron hacia él salón. Al llegar él estaba desesperado para que hablara.

—¡Dime!

—No se por donde empezar.

—Empieza por donde quieras, Pérez habla ya me están esperando para irnos.

—Parece que no tienes ganas de hablar me — las amigas de ella estaban otra vez escuchando.

—Bueno seré rápida. Yo en este momentos estoy súper confundida. Cuando estuve en la Uni yo sentía algo muy fuerte por ti, o sea eras él único hombre en que pensaba...

—Que...— Pregunta él sorprendido al mismo tiempo feliz de escuchar eso.

—Por favor no me interrumpas. Pero al sentir que no tenias interés en mi me fui olvidando de ti poco a poco.

—Pero si yo también te deseaba. Pero si no me atreví a demostrarte mi sentimientos era por que eras mi alumna estaba prohibido tener algo entre los dos.

—Ya me lo había imaginando. Deja me terminar quieres.

Isabel estaba intentando entrar en salón pero las amigas de la hermana la impidieron. —Cuando Isa se entere de lo que están hablando aquí se va armar un duelo de muerte— Dijo Renata mordiendo él dedo.

—¿Pero de que estas hablando?

—Es que Isa odia a Ana.

—No es para tanto. Vale que ella se muere por él, pero nunca hará daño a si propia hermana.

—Shuu, calla te, me escuchar.

—Pero de repente llega Max con mucha alegría a mi vida haciéndome sentir que puedo creer en el amor. Me fue contagiando poco a poco con su locura, su risa, su franqueza y me enseñó que si en verdad un hombre  desea a una mujer no se corta.

—Eso es Max desde él primer momento se enamoró de ella y se le dijo sin importarle nada— dijo Renata con orgullo.

—Vaya manera de amar, engañándola con su mejora amiga— Dijo la otra con ironía.

—Calla te que nos va a cachar —ahora fue Renata quien mandó callar.

—Entonces me estas queriendo decir que quieres a Max.

—Los quiero a los dos. Te estoy diciendo que me ayudes a volver a enamorarme solo de ti, y olvidarlo a él.

—¿Estas hablando en serio?

—Si, mas serio que nunca.

—No te vas a arrepentir.

El no podía con tanta felicidad en cambio ella no sabia si lo hizo bien o no. El la iba a besar y de repente entran las tres a la vez intermedio, los dos giraron hacia ellos . Habla Isa la primera.

—Iván nos teníamos que haber  ido ya que nos están esperando en él  aeropuerto.

—¿Te vienes?— pregunta él a Ana, pero ella niega.

—Yo me tomo una semana de vacaciones. Que buena falta me hacen.

—Vale, intenta disfrutar de ello.

—Te  aseguro que eso haré—

Se despiden y se van los tres. Ella se queda con su amiga  de infancia.

—No me mires así.

—No, no te voy a juzgar que tu sabes que hacer. Lo importante es que te
vas a quedar una semana con nosotros.

—Si.

—No sabes lo bien que lo vas a pasar.

—Necesito ir a un hotel.

—¿Como a un hotel? Si aquí hay suficientes habitaciones.

—Beatríz yo no quiero molestar a tus padres, por eso quiero ir me a un hotel. ¿Si?

—Vale ya no voy a insistir mas. De todos modos siempre ganas con lo terca que eres, pero solo a cambio De algo.

—¿De que?

—De que mañana me acompañas a la agencia de modelos.

—Ok.

 

Ana Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora