capitulo 32

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La verdad

Isabel

El doctor me había llamado para darme varias noticias. La primera, que mi sangre no era 0- por lo cual no podría donar a Ana. Luego me hizo unos chequeos para asegurarse de que no tenia na enfermedad tan avanzada como Ana, pues era genética, pero resulto que ni siquiera la tenía, lo cual era agradable al oído. Hasta que dejó de serlo cuando el medico me preguntó si no eramos hermanas de sangre y me hizo un análisis genético que me volcó el mundo. No eramos hermanas. No nos unía nada.

De camino a la sala de espera pensé que la única que podía explicarme aquello era mi tía. Y me entraron las dudas, pues quizás ni ella era mi tía.
No la vi en la sala de espera, solo estaban los chicos. Les pregunte donde estaba y me dijeron que en terapia intensiva.

Entre en el cuarto y ella se acercó y me beso.

—Mira tu hermana parece un ángel. dijeron en cualquier momento se puede despertar.

—¿Te puedo hacer una pregunta?

—Claro que si amor. ¿De que se trata?

Y la quise probar y ver si me diría la verdad.

—  El médico me acaba de decir que lo que tiene ...—hize una pausa me acerque a Ana y le acaricio el pelo—... que lo que tiene Ana es hereditario ¿Si es así por que yo no lo tengo?

Ella se quedo callada unos segundos.

—No se mi amor. Sera que uno de tus padres no lo tenia.

Reí irónicamente
— Si puede ser eso ¿verdad? Bueno , y también me dijo que mi hermana no es mi hermana. ¿eso también puede ser no?

—¿En serio eso te dijo?

—Así me lo dijo.

Ella agacho la cabeza después la levanto —mi amor seguramente se equivoco ya sabes.

—¡Aquí la única que miente eres tu!
Así te exijo que digas la verdad.

—Pero....

—Tía por favor dime la verdad. Hazlo por ella — dije señalando a Ana— nadie sabe si Va a salir de esta.

—Esta bien. Todo lo que te dijo el medico es verdad. No eres la hermana de Ana, los padres de ella te adoptaron.

—¿Quienes son mi padres?

Me hubiera respondido si no hubiera despertado Ana en ese preciso instante.

—¿Por que se están gritando así?—dice con debilidad. 

—Mi amor ,¡que bueno que despertaste!

—¿En donde estoy? Por que me siento tan débil.

—Estas en hospital hermana llevas dos días inconsciente.

Llame al doctor. En unos minutos vino a revisarla. Y también avise los chicos,  habían llegado las dos amigas de Ana. Cuando les conté salieron corriendo al cuarto de Ana.

Ana

Me desperté en un hospital. No recordaba como había llegado allí,  pero sentía un dolor tremendo en el pecho.
Estaban alli todos mis amigos. Yo los tenia allí enfrente de mi felices por que desperté mirándome y Apoyándome.

—¿Como esta mi paciente mas querida de este hospital?

—Hola doctor.  ¿vienes a darme de alta o que? 

—Ni lo sueñes. Vengo a decirte que mañana te operamos.

—No por favor yo me quiero ir de aquí. No me pueden hacer eso. La verdad no me gusta los hospitales.

—¿Que pasa? ¿No te quieres poner bien? —  Ivan se me acercó preguntando.

—Lo que pasa aqui es que la señorita le da miedo los hospitales ¿no es así Ana? —Le responde el medico.

Todos se echaron a reír de mi. Yo agache la cabeza por que después de todo era la verdad.

El doctor se me acercó me puso su mano encima de la mia —Ana tranquila todo va estar bien.

Yo me quede mirándolo— ¿Me vas a operar tu?

—Lo siento Ana , pero yo no voy a poder. Pero no te preocupes. Te va operar un cardiólogo muy bueno y también es un buen conocido mío.

Se acerco a la puerta y dejó entrar a alguien.

—¿Alfredo? — dije yo sorprendida.

—¿Se conocen?—pregunta el.

—Claro que si. Ella es la amiga de mi hija— dijo el.

—Ya ves, ya no tienes nada que temer.

—Si. Mira Alfredo, te presentó a mi familia, mi tía Adriana y mi hermana Isabel.

Yo no se que lo que me están ocultando estas dos por que tenían unas caras largas que no podían con ellas.

Después todos se fueron, los echo el medico dijo que sobraban, el único que se quedo fue Max. No se como hizo para quedarse.

Se sento en una silla enfrente mio , me tomo la mano. Me extraño verlo así. Aun que en este momento tengo tanta ganas de besar de decirle lo que siento. Su ojos azules empezaron a brillar.

—¿Que pasa? ¿Esta todo bien?

Tosió antes de responder— Si. Solo que quiero pedirte perdón.

—¿Perdón? ¿Por que?

—Por ser un idiota y por dudar de ti.

—Hey, yo no tengo nada que perdonarte al contrario, ¿vale?

—Si, tienes mucho. Todo este tiempo pense que estabas embrazada. Y que...— le corte ahí

—Espera,¿ por eso me insultas te la otra noche?

—Si, por eso y por mis malditos celos.

—¿Celos?— Preguntó extrañada.

—Si Ana celos, mucho celos.

Reí hasta que me dolió el pecho.

—¿Estas bien? Voy llamar al medico.

—No, estoy bien.

—Ana no te ríes, es la verdad. No me gusta pensar o verte con otro chico. No me digas que no te has dado cuenta por lo que siento por ti.

Me quede mirándolo unos segundos y después el dijo:— por favor no me mira así , por que si no...

—¿Si no que?— No deje que acaba tire su cara hacía  mi y lo bese hasta quedarme si aire.

Ana Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora