Capitulo 21

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MAIDER

Mi cumpleaños se había acabado, oficialmente tenía 18 años y un día, y lo había disfrutado como nunca, había tenido de todo, amigos, fiesta, sexo, y....LUKE. Sobre todas las cosas casi lo tengo a Él. Esto tenía que acabar como fuera, parecía atracción fatal en estado puro, primero nos peleábamos nos decíamos burradas y acabamos siempre con una tensión que solo de pensarlo me pone los pelos de gallina. Abrí los ojos con mucha pereza y mire el reloj, las 12 del mediodía, genial, había dormido como un tronco, aunque tampoco me extrañaba después del día tan ajetreado que tuve ayer.

Me desperece cuando fui consciente del bulto que había bajo mis sabanas, Alex. Me había olvidado completamente de él, No me apetecía nada cargar con el todo el día así que me acerque y le grite al oído.

-FUEGO, FUEGO, FUEGO.- Salto cual canguro por los prados de Australia, me meaba de la risa, que ridículo fue, me miro con cara de pocos amigos.

-Que graciosa estas por la mañana eh guapa.- le sonreí irónicamente.- pues que sepas que yo no, tengo una resaca de la leche y tu vas y me gritas al oído, de puta madre Maider, de puta madre.- ahí estaba, el autentico alex había salido a la luz, estaba cabreado, perfecto, voy a cabrearlo mas así hoy me deja en paz.

-Vaya gruñón estas hecho, no quiero ser grosera, pero mejor que te vayas a casa, hoy tengo que hacer muchas cosas que hacer, entre ellas limpiar la casa de la playa.- puso cara de ¿me estas echando?

-Si quieres te puedo ayudar.- dijo acercándose a la cama, NOOOOO NO TE ACERQUES MAS POR HOY, grite en mi cabeza.

-No, No hace falta que me ayudes, quiero un día tranquilo.- mi no lo izo parar, bien.- para mi sola.- fui muy borde y directa.

-Como quieras.- se vistió y se fue.

Gracias a dios, no me apetecía pero nada tenerlo pegado a mi culo todo el día. Era bueno en el sexo, no lo niego, pero la verdad, me estaba cansando un poco de él. A lo mejor debería buscarme a otro, a lo mejor no me podía olvidar de luke por que en realidad Alex no me gustaba nada. Esa teoría la desarrollaría conforme pasara mi día tranquilo.

Salí de la cama, me vestí con un chándal, y me dispuse a no hacer absolutamente nada. El precioso sofá que compro mi hermano al mudarse aquí era el típico mueble, que te atrapaba y te llamaba, "ven aquí y no te levantes en todo el día" yo le hice caso a mi sofá y ahí me tire. Me puse mi disco duro externo y le di a la primera película que vi. No me dio tiempo ni a ver a cual le había dado cuando el objeto de todas mis pasiones apareció por la puerta de su cuarto, en calzoncillos y con una rubia de la mano. GENIAL.

No les mire ni a la cara.

-Buenos días.- dije sequísima mirando la tele, piratas del Caribe la maldición de la perla negra, vale me gusta la peli.

-Buenos días.- Dijo luke seco también, y ahí entro la arpía al ataque.

-¿Que pasa Maider? ¿Qué te has tirado a Alex y le has gustado tan poco que se a ido sin ni siquiera despertarte?.- que zorra era, cada día me daba más asco. Luke se carcajeo, muy bien, muy bien.

-Cree lo que quieras Anna, no me importa lo mas mínimo lo que pienses, si sabes pensar claro, cosa que dudo mucho.

-Uiiii eso es que tengo razón.- se rio la muy cerda, me daba igual, no tenía que dar explicaciones de nada así que la ignore, y seguí a lo mío, mirando a el capitán jack sparrow, cuando el tercero en discordia hablo.

-Me parece Annita, que por lo que oímos ayer, tanto la señorita maider como el señorito Alex, disfrutaron como auténticos.- hizo una pausa.- cochinos.- no me moleste ni en mirarle, no quería hacerlo, seguramente soltaría alguna burrada y hoy estaba solo citada con una cosa, mi sofá.

Cuando cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora