capitulo 40

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LUKE

Cogidos de la mano nos encaminamos hacia la puerta, no desesperados ni mucho menos, si no con ganas de estar solo los dos, ambos sabíamos que había que aprovechar esta tregua, y lo haríamos.

En cuanto pisamos la calle la agarre fuerte y la atraje hacia mi.

-Feliz año mala ostia.- le di un pequeño beso.- cuando llegaste a mi vida pensaba que nunca nos acabaríamos llevando así, me equivoque.- le di otro beso, este mas largo.

-Mala ostia me dice, yo pensaba que no llegaríamos vivos al 2015 al paso que ibas, te hubiera matado varias veces.- me sonreía como nunca lo había echo, se le notaba que estaba contenta.

-Va... tonterías te resulto irresistible preciosa.- fui a besarle pero me hizo la cobra.- ¿me haces la cobra? que mala la vasca esta, eso no se hace.- me hice el indignado.

-No me seas tan creído anda, y vamonos ya, hace muchísimo frió luke.- la cogí de la mano y nos dirigimos al apartamento.

No se que extraño efecto tienen los portales pero nada mas abrir la puerta se abalanzo sobre mi, empujándome hacia el ascensor, le di al piso como pude, y seguí besándola como si no hubiera mañana, como si fuera el primer beso y el ultimo de la tierra.

Ya me había cansado de que mandara ella, la empuje a la otra pared del ascensor le agarre las manos encima de la cabeza y la seguí besando. Hacia un frio horroroso y nosotros desvistiéndonos en medio del ascensor, nos daba totalmente igual. La seguí besando hasta que llegamos a nuestro piso.

-Luke, estoy muy muy bien aquí, pero ¿entramos en casa?.- lo dijo jadeando, no me había dado ni cuenta de que habíamos llegado.

-Vamonos, o te juro que no puedo parar.- lo dije muy enserio, a lo que ella sonrió y se fue caminando hacia atrás conmigo cogido de la corbata.- no me voy a ir a ningún lado, puedo ir solo rubia.

-Uiii por se a caso, no sera la primera vez que salimos por patas, esta vez no te lo voy a permitir, simplemente no me da la gana.

-Que mandona eres, deja de mirarme asi o no llego a abrir la puerta, de verdad.- me seguía mirando con una mirada perversa que me volvía loco.

-Haber si tienes tantas ganas y tan poco control como me dices ahora, dentro de unos minutos.- se  acerco seductora mientras yo buscaba la llave correcta.- conmigo encima.- me mordió el labio.- o debajo.- me mordió el cuello, me estaba poniendo cardíaco, la cogí en volandas y ella hábilmente se enrosco en mi cintura.

-Para quieta por dios, necesito entrar para hacerte todo lo que te quiero hacer desde hace mucho tiempo.- y la bese con ganas mientras abría la puerta de la casa.

Nos tranquilizamos un poco, aunque nos moríamos el uno por el otro, saltaba a la vista. Nos quitamos las chaquetas, ya que los abrigos llevaban quitados desde el ascensor y nos sentamos relajados en el sofá.

-¿Que nos esta pasando luke? no entiendo que me pasa contigo, eres como mi droga de ojos grises.- sonreí al oírle decir eso.- y esa sonrisa me quita el hipo, es que no lo se, llegue a América fuerte, decidida, en mi vida no estabas tú.- asentí a lo que me estaba diciendo, la entendía perfectamente.- pero ahora, ahora no es que quiera verte, es que necesito verte, me fui celosa de los ángeles, nunca he sido celosa con nadie, pero me sentí engañada después de aquel precioso tango, y estas aquí, conmigo.- se acerco un poco mas a mi y la cogí para sentarla encima miá.- Nos hemos echo la vida imposible estos meses el uno al otro, y ahora mismo no quiero estar en otro sitio. Vaya ñoñez acabo de soltar, pero quería que lo supieras, pocas veces me veras diciendo lo que siento, aprovecha, cuando volvamos volveré a ser igual de agria que siempre.

Cuando cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora