Cuando cambio mi vida

capitulo 44

MAIDER

Desde ese pequeño rifirrafe del primer día luke y yo estuvimos como una feliz pareja hasta acabar las vacaciones, el último día como se acostumbraba se hacia una gran fiesta.

Aunque diciendo la verdad, no todo fue muy tranquilo desde el momento en que anna e irene estuvieron tocando las narices en momentos puntuales tanto a matt como a luke, y como era de esperar carrie y yo no sentíamos ni la más mínima pena de esas dos.

 Por mi parte sabía que luke no les hacia ni caso pero me inquietaba demasiado el hecho de que hace unos meses esos tres intimaran de muchas maneras posibles, me ponía realmente nerviosa. Luego estaba el tema de alex, que aprovechaba cualquier momento que estaba sola para acercarse y hablar conmigo cosa que a mí no me hacía ninguna gracia y al moreno que miraba desde lejos en TODAS las ocasiones menos todavía. La guerra del pasado y del presente estaba totalmente servida.

Me apetecía bailar y divertirme pero es que parecía que la situación de mi alrededor me lo impedía, ya fuera el coqueteo de anna a luke o del pesado de alex al lado ofreciéndome de su cerveza, todo el rato. Decidí que quería pasar del mundo entero y bailar y reírme con mi amiga del alma, aunque era inevitable mirar hacia donde estaban nuestros respectivos chicos, y todavía mas inevitable sentir unas ganas irrefrenables de arrancarles el pelo a cada una que se acercaban a ellos.

2 HORAS les costó venir a donde estábamos, tarde, pensamos las dos. Una cosa es que estén por ahí pasándoselo bien, carri y yo también lo hicimos, y otra muy distinta es que pasen de nosotras casi toda la noche, entre la chispa que llevaba por el alcohol y lo que me apetecía dar guerra, la fiesta estaba a punto de comenzar.

-¿Como están las chicas más feas de toda la fiesta?.- dijo matt al llegar ganándose una mirada asesina de carrie a la que le seguí yo encantada.- ¿qué te pasa chiquita?.- le pregunto a mi amiga.

-Piérdete rubio, no me apetece ni verte ahora mismo.- le contesto carrie, en ese momento en el que los enamorados empezaban a discutir, desvié mi mirada al moreno de ojos azules que me tenía tan cabreada.

-¿a gusto la noche no?.- le dije con mi mejor sonrisa irónica.

-Perfecta diría yo, ¿y tu también no? ya he visto que alex anda ofreciéndote bebida todo el rato, que halagador por su parte.- estaba empezando ya a sacar humo por todos mis orificios faciales.

-¿Ahora te va expiar a las personas? no me imaginaba esa faceta de mi, aunque debo decirte que eres malo en tu nueva afición, mas que nada porque no he bebido nada de lo que me ha dado pero e!!! la próxima vez no me lo pienso, ya que a ti te ha encantado hablar unas cuantas horas con nuestra querida amiga irene.- no quería darle a entender que me había puesto mas celosa que nunca pero es que no podía faltar algún mención así en mi discurso.

- ¿celosa mai?.- pregunto riéndose, cosa que me sentó todavía peor.

- ¿por un chulo playas como tú? ¿o por la descerebrada de irene? o no majo, no me rebajare hasta esos puntos, ale vete con ella que te está esperando.-

Tan digna como siempre me di la vuelta y me fui hacia el bosque, no quería verle la cara ya, tenía ganas de llorar, ¿impotencia seria? seguramente, me senti estupida, si es que le quiero joder, estoy mas perdida que perdida. ¿cómo me he podido meter en este embrollo? y yo solita además, que injusto es todo, el no me conviene, pero a la vez creo que no podria vivir sin el ahora mismo en mi vida. Seguí andando y llegue al llamado picadero sin darme cuenta, genial!!! yo enfadada con el chico que me vuelve loca y sin razon y los demás a mi alrededor disfrutando, manda narices, me di la vuelta en cuanto me di cuenta y me choque con alguien, tenía la esperanza de que fuera él, pero me equivoque, irene esta plantada delante mía.