MAIDER
Me llamo mi hermano al rato diciéndome que se quedaba con carrie en la casa de la playa y que ni se me ocurriera ir a limpiar, que se ocupaban ellos. Estos se creen que soy idiota, limpiarían, si que limpiarían, y muchas cosas más, en definitiva que no venia hasta mañana. La verdad es que me pasaba tanto tiempo con Luke en casa que parecía que estaba compartiendo el piso con él en vez de con mi hermano. No me quejaba en absoluto.
Pasaron las horas y las películas, nos vimos toda la saga de piratas del Caribe, no nos molestamos ni en cocinar, pedimos un chino a casa y tan tranquilos. Parecía que éramos amigos y todo, cosa que sabíamos que no podía ser posible, ya que por lo menos yo, tenía unas ganas de tirarme encima suya horribles.
Me resultaba increíble que hubiéramos estado tan tranquilos todo el domingo sin pelear ni hacer nada subido de tono, nos fuimos a nuestras respectivas camas, en cuanto a cabo la cuarta parte de piratas del Caribe. No nos dijimos nada, solo nos levantamos y nos fuimos a dormir.
Al siguiente día, era una persona totalmente distinta, no sé si fue porque nos acojonamos al ver que nos podíamos llevar bien o yo que sé. Nos esperaba una semana llena de trabajos y clases. Que pereza. Parecíamos completos desconocidos, nos juntábamos por los pasillos de la universidad, y simplemente nos saludábamos con un gesto de cabeza.
Lo vi un par de veces con Anna por la universidad, seguramente probando todo tipo de aulas. En esos momentos, me sentía tan celosa, si que eran celos, más que nada porque yo no lo tenia de ninguna manera, solo era el amigo de mi hermano, el que dormía en la habitación de al lado. ¿Como podía cambiar tanto en una noche? si estuvimos súper a gusto el domingo. En realidad, yo tampoco ayude porque fui la primera en ignorarle totalmente.
Pasaba tan despacio la semana, que asco de verdad, y para colmo, lo echaba de menos, esos piques esas idas y venidas nuestras. Me odie por ello.
No quería ni extrañarle, ni quería querer estar con él ni hablar con él, pero me sentía tan vacía... que mierda enserio. Esta semana era la última que se quedaba en nuestra casa, ya que el lunes siguiente ya podría volver, y me sorprendí pensando que no quería que se fuera, pero estaba claro, que mi orgullo me impedía ser yo la que diera el paso.
Quede con alex un par de días, ya ni hablábamos, se nos había acabado el tema de conversación, empezábamos hablando de la uni, 5 minutos, nos quedábamos callados, y follábamos. Así fue los dos días que quede con él.
Ya no me importaba pensar en Luke mientras lo hacíamos, al principio, me sentía mal por Alex, pero conforme pasaban los días ese sentimiento se hizo nulo. Alex y yo no éramos nada, es mas no éramos ni follamigos, por que no éramos amigos, solo follábamos. Eran unos polvos, como lo diría, sucios, parecía una peli porno, y yo que me metía con anna por eso mismo, manda huevos. Pero me excitaban, me hacían olvidar que en realidad yo no quería tener debajo ni encima a Alex, quería a otra persona.
-Sí, rubia, cabálgame, hazlo fuerte.- le molaba muchísimo hablar mientras lo hacíamos así que le cogí al final gusto y me metía en el papel.
-Me encanta, es tan grande, me llega tan adentro, OOOOH.- lo dicho una peli porno, lo dije de verdad muy excitada tirando la cabeza para atrás, viendo la imagen en su espejo de la habitación, me gustaba ese espejo más de lo que nunca reconocería. Verme ahí, gritando y cabalgándole me ponía mucho. Cuando note que él se iba a correr, cerré lo ojos, y pensé en Luke, en sus ojos, y como en todas las ocasiones anteriores, llegue a un orgasmo alucinante.
La segunda vez que lo hicimos esa semana fue en el salón de su casa, y lo de siempre, bla bla bla bla o si nene dámelo todo, pienso en luke, Fin. Era lo que había, no iba a poner remedio a esa situación, el único remedio era violar a luke, y no lo haría, no no no no no no no y no.
ESTÁS LEYENDO
Cuando cambio mi vida
Teen FictionEn escasos dos segundos cambio mi vida por completo, una gran mentira de mi madre me hizo volar miles de kilometros para encontrarme con miles de nuevas experiencias que, para una niña de 14 años, eran mas grandes de lo que parecian. Una familia des...