Viejo Amor (Austin Bass y Alison Black)

Capítulo Dos:

Sonreí, sin dejar de morder mi labio. Pronto sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, recordando. Recordando aquel día donde Ellie nos tomó la foto. Yo sonreía delante de la cámara y él de la nada tomó mis mejillas y las presionó, depositando un beso en una de ellas.

Habían pasado cinco años que no sabía absolutamente nada de él. Cinco años donde intenté olvidarlo y arrancarlo de lo más profundo de mi corazón y cinco años donde no sabía si lo había logrado.

Cerré los ojos con fuerza, despidiendo a las pequeñas lágrimas y miré a mi hermana.

-Había olvidado esta fotografía.-Sonreí con melancolía.
-Recuerdo que ese día fuimos a casa de Emma. Papá me regaló esa cámara para mi cumpleaños número trece y estaba tan emocionada, sacaba fotos a todo lo que veía, fue cuándo los observé... -Me miró y sonrió negando.-Joder, eran tan lindos, se notaba que se amaban tanto. Me dije, porque no hacerlo, enfoque mi cámara en ustedes y sólo lo hice. Era lo más hermoso que había tomado, por esa razón guardé la fotografía, aún es valiosa para mí.

Bajé mi cabeza y asentí sonriendo a penas.

-¿Lo extrañas? -dijo y la miré.
-¿Que?
-Eso ¿Lo extrañas?

Suspiré, sin saber que responder.

-Tal vez... Ya lo superaste. -dijo mirándome.
-¿Alguna vez te enamoraste? -pregunté, ella negó. -Quizás cuando lo hagas, me entiendas. Austin fue algo muy difícil y hermoso, algo así como malo pero de lo que no te arrepentirás nunca en tu maldita vida.
-Entiendo... -susurró asintiendo lentamente. -Bueno, me gusta alguien ¿eso cuenta?

La miré y reí.

-Si ese alguien es Chad, creo que no cuenta en absoluto. -dije, riendo.
-¡Oye! -rió y se tumbó en mi cama.-¿Cómo puedes saber que Chad es la persona que me gusta? -levantó una de sus finas cejas.
-Llevo observandolos a ambos... mucho tiempo y créeme, son pésimos disimulando. -la miré sonriendo.
-Vaya... -abrazó mi almohada de un emoji sonriendo. -Pensé que jamás lo descubririas.
-Estabas tardando demasiado en decírmelo, eres una mala hermana.
-¡Eso no es cierto! -Me miró mal y reí.-Sólo que... él es tu amigo y la verdad es que no sabía cómo lo tomarias.
-¿Como lo tomaría? ¡Ellie, él es sólo mi amigo! -suspiré.
-Lo sé, pero ya sabes, a algunas hermanas no le gusta que su hermana menor tenga algo que ver con el amigo.
-¡Pero no soy de esas hermanas!
-¡También lo sé! -exclamó riéndose.
-¿Y entonces...? -la miré y ella suspiró algo molesta.
-Chad es un idiota.

Reí.

-¿Porque?
-Él... ¡No se declara! -exclamó y solté una carcajada. -¡No te rías!
-Es que es inevitable. -dije riendo.-Sabes como es Chad, algo cerrado a decir verdad.

Ellie asintió y soltó un largo suspiro.

-Chad en serio me gusta. Él tiene algo que los demás no.
-¿No está persiguiendote todo el día, verdad?
-¡Exacto! Chad no me insiste para que salga con él, ni me regala cosas costosas y ni aparenta lo que no es.

Sonreí y la observé mientras hablaba.

-Chad me llama bastante la atención. Hace que quiera todo con él, Alli.
-¡Estas enamorada, hermana!

Ella miró el techo y sonrió de oreja a oreja.
-¿Lo estoy? -preguntó, sonriendo.
-Lo estás. -afirme, mirándola.
-¡Oh por Dios! ¡Estoy enamorada! -dijo feliz, pero luego borró la sonrisa. -Y me enamoré de un idiota.
-Ambas nos enamoramos de un par de idiotas. -sonreí triste y la miré. -Lo mío no funcionó, pero lo tuyo puede. Chad es una persona difícil, pero sé que tendrás lo mejor de él.
-Si, creo que tien...

La puerta de mi habitación se abrió y dejó ver a nuestra Madre. Ellie rápidamente se sentó junto a mi en la cama.

-¿Se puede saber que hacen despiertas a estas horas? -se abrazó a su bata de ceda.
-Sólo... no podíamos dormir, mamá. -explicó Ellie, yo asentí.
-Entiendo... -dijo caminando hacía nosotras. -Ellie deberías estar dormida, al amanecer tenemos que ir a lo de una amiga.
-Mamá... -alargó Ellie, yo reí.
-Ellison. A la cama. Ahora. -la miró divertida. Ellie suspiró y tomó su pequeña caja.
-Buenas noches... -susurró antes de desaparecer por la puerta.

Sin decir nada me acomode bajo mis cobijas.

-¿Qué es eso? -preguntó mamá, tomando el cuadro en sus manos. -¡Austin y tú! -dijo sonriendo, mirando la foto.
-Ellie la tomó.
-Lo sé. Es una hermosa fotografía, Alison.
-Antes lo era, mamá. -la miré. -Hace mucho tiempo dejó de ser un buen recuerdo para mi.

Ella me observo por unos segundos y luego sonrió.

-Siempre será un buen recuerdo algo que te hizo feliz, Alison. -dijo tranquila y serenamente.
-Él rompió mi corazón, mamá. -la miré.-¿Cómo puede ser un buen recuerdo eso?
-Él no quiso hacerlo y lo sabes. Austin esperaba que lo apoyaras en la decisión que tomó y, no lo hiciste. Hija, no estoy echando toda la culpa en ti, sólo eran unos niños, no podían pensar como adultos ni aunque quisieran.

La miré y pronto mis ojos se aguaron.  Ella siempre tenía la razón. Siempre me decía como eran las cosas aunque dolieran.

-Eso creo... -susurró y me pegué a ella.
-Sólo fue un amor... -me miró y sonrió.-Créeme que vendrán miles.
-Llevo cinco años soltera, creo que esto va para siempre. Tus nietos serán diez gatos. -dije y provoque que ella riera.

Riéndose se levantó de mi cama y me miró.

-No creas, tendré los de Sean y Ellie. -dijo y la miré mal, ella rió. -Sólo bromeo. Apuesto a que mis primeros nietos me los darás tú. -se acercó y beso mi frente. -Pensaré los nombres para los gatos.
-¡Mamá! -dije mirándola mal, ella soltó una pequeña pero fina carcajada.-Mejor vete a dormir.
-Ya, me voy. -me miró sin dejar de reírse.-Hasta mañana, cielo. Descansa.
-Tu igual, mamá. -le sonreí. Me miró por última vez y cruzó la puerta, dejándome sola.

Suspiré y tomé el cuadro en mis manos, llevándolo a mi pecho.

-Ni siquiera yo puedo admitir cuanto te extraño. -susurré y, estirando mi brazo, apagué la luz, dejando a oscuras toda la habitación. -Ni siquiera yo.