Le eché un vistazo por última vez a mi habitación y tomé con fuerza la pequeña maleta antes de salir y bajar rápidamente las escaleras.
Salí de la casa y mi familia se encontraba esperándome afuera, incluyendo a mi querida Nana. Al mirarme todos sonrieron.-¿Lista princesa? -preguntó papá y asentí.
Vi como Ellie subía al carro de Sean, seguida de él. Yo había decidido ir con mis padres y Nana.
Suspiré cuando el coche se puso en marcha. Miré como mi casa se hacía más y más y más pequeña a la vez que el auto avanzaba. Cuando la perdí de vista, me incorporé bien en mi asiento, mirando a la nada.
Una semana había pasado desde el último encuentro con Austin y no lo había vuelto a ver desde entonces. Mi mente lo agradecía... mientras que mi corazón cada vez moría un poco más.
Papá había intentado convencerme de que había hecho lo correcto, pero algo dentro de mi no me dejaba creerlo, y aunque me hubiese dejado no quería creerlo.
Había luchado conmigo misma varias noches por no llamarlo y decirle que lo necesitaba más que nunca. Puse tanta voluntad propia para no decirle que viniera, que yo lo esperaría con los brazos abiertos toda la vida.
Pero sobretodo luché contra el deseo de decirle ese "Yo también te amo" que no me había animado a decirle ese maldito día y que hoy me arrepentía, porque quizás más adelante no tenga la oportunidad de hacerle saber que lo voy a amar hasta el final de los tiempos.-¿Estás bien, cariño? -la voz de Nana me sacó de mis pensamientos.
La miré algo perdida y asentí sin mucha importancia.
-¿Segura? -preguntó algo preocupada.
-Lo estoy, Nana. -le dije, aunque el nudo que tenía en la garganta no quería que hable.Ella asintió, sin creerme una sola palabra, lo sabía, pero no me importaba. Hoy no tenía ganas de explicar ni mucho menos de trabajar más en mis mentiras para que sean creíbles.
Miré por la ventanilla, el día estaba nublado y las nubes amenazaban con soltar una gruesa capa de agua sobre toda la ciudad.
Estaba segura que no pasaría ni veinte minutos y empezaría a llover.-Lloverá ¿no creen? -preguntó papá, mientras adentraba el coche al aeropuerto.
-Eso parece, Cielo. -le respondió mamá.
-Según escuché el clima no mejorará hasta el otro mes. -contó María.
-Te gustan los días así. -dijo mi madre, mirándolo a mi padre. -Alison es igual a ti, disfrutan los días así.
-La lluvia y la soledad son excelentes compañeras siempre. -habló está vez, mi padre. -¿No es así, Alli?Todos se quedaron en silencio, mirándome. Yo también los miré.
-¿Qué? -pregunté, saliendo de la burbuja en la que me encontraba.
-Bebé ¿En serio te encuentras bien? -dijo mi madre.
-Si, sólo... -suspiré. -Estoy algo cansada, no dormí bien anoche. -mentí. Mis padres asistieron, mientras que Nana me miró y negó.Sonreí con ironía al darme cuenta que mi Nana me conocía mucho más que mis propios padres.
-Fin del recorrido. -dijo mamá feliz cuando mi padre detuvo el coche.
Sin decir nada bajé y tomé mi maleta de mano, papá ayudó con las demás y Sean corrió a ayudarlo.
Empecé a caminar hacia adentro del aeropuerto, gracias a Dios éste se encontraba casi vacío y no había mucho movimiento.
-Tu vuelo sale a las 20:30 P.M. Son las 19:23, llegamos a la hora perfecta.
Me senté y mi madre se sentó a mi lado, colocando su costoso bolso de Louis Vuitton en sus piernas.
-¿Estás nerviosa? -preguntó.
-Algo. Supongo que empezar un nueva vida en otro país no es nada fácil. -susurré.
-Lo sé. Pero sabes que nosotros siempre te apoyaremos, Cielo. -me dijo.
-Lo sé. -dije bajo. -y la verdad es que no sé qué haría en Inglaterra sin Chris.
-Que lindo que ese amigo tuyo esté contigo en estos momentos. -dijo.
-Si. -murmuré.
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Viejo Amor (Austin Bass y Alison Black)
Ficção AdolescenteÉl se había borrado de la vida de Alison, Ella... Lo superó, al menos eso era lo que ella creía.