Capítulo 24:

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Escuché que alguien tocaba la puerta. Despegue mi húmeda cara de la almohada y me quite el resto de lágrimas de ella. Me levanté y caminé hacia la puerta, abrí y volví a la cama.

-Veo que no debí ir. -la voz de Ellie llenó la gran habitación. -¿Qué sucedió?

Sentí como una parte de la cama se hundía, supe que se había sentado.

-Ella no entiende. Nadie entiende. -dije, con la cara aún pegada en la almohada.

Ella suspiró y luego añadió:

-Yo te entiendo. -dijo y yo me volteé, mirando el blanco techo.
-No lo haces.
-Bueno, no lo hago, pero... -y se calló.
-Lo ves. -negué y suspiré. -Mi cabeza es un completo lío. No se si hacerle caso a nuestra abuela o a mi corazón.
-Tengo dieciocho años y creo que pienso mucho mejor que tú.
-¿Qué quieres decir?
-Tu corazón y nuestra abuela dicen lo mismo, Alli. Lo único que falta es que tú te animes a hacerlo.
-Ese es el problema. -dije sin mirarla. Suspiré y negando, seguí. -No me animo y tampoco quiero.

Esta bien, tal vez haya mentido en eso de que no quiero, pero era por una muy buena causa.

-Alison Black. -alargó.
-No me digas nada. -susurré y volví a la posición en la que había estado desde un principio. -No quiero decir, ni escuchar tus tontos regaños.

Ella se levantó y caminó hacia la puerta.

-Les llamas tontos por que estas consciente de que mi abuela y yo te decimos la verdad.
-Déjame sola. -murmuré.
-Tú eres la única tonta aquí. -me susurró algo molesta. -No, tonta no eres.
-Gracias.
-Eres una cobarde. -dijo y me levanté de golpe, mirándola algo mal. -Una verdadera cobarde.
-¿Que? -dije entre dientes.
-Lo que escuchaste. -dijo seria. -Siempre creí en ti, Alison. Siempre te tuve a ti y a Sean como ejemplos para absolutamente todo y, ¿esta es la forma en la que me enseñas a luchar por lo que amo? ¿Huyendo?

La miré, no sabia que decir ¿Es que acaso hoy todo el mundo tenía razón?
Con los ojos llenos de lagrimas, nuevamente, volví a colocarme boca abajo. Escuché como ella se rio sin humor.

-Esperaba esto de Sean, jamás de ti. Pues ve, MI hermano, luchó por la persona que ama y si no lo sabias, si, él esta con alguien... por qué jamás se rindió, luchó hasta el final por la persona que quiere, algo que tú evidentemente no sabes, no sabrás y no lo intentaras nunca.

Sozolle bajo aquella mojada almohada. ¡Maldición! Vaya que dolían aquellas palabras y mucho más si eran de ella. Me quemaba, ardían dentro de mi ya desecho corazón.

-Vete. -susurré, llorando desconsoladamente.
-Tú no mereces a Austin. -dijo y la miré, sin creerle lo que dijo.

Negué repetidamente, esperando que ella se echará atrás. Esperando que se arrepintiera y me lo hiciera saber en este mismo instante. Necesitaba que me lo dijera.

-No te mereces nada que venga de él.
-¿¡Como puedes decirme esto¡? ¡Eres mi jodida hermana! ¿Acaso no ves que me lastimas?
-Según dicen la verdad no duele.
-Pero la mentira si y, se perfectamente que lo que dices es una mentira.
-No, tú estás intentando convencerte a ti misma de lo que digo es una mentira.
-Lo es... -susurré.
-Ya despiertate de ese sueño, Alli. Bajate de esa nube. Ya no eres una niña pequeña, eres toda una mujer. Abre los ojos. Ya es tiempo de que estés con alguien y no habló de Zack, él no es a quien quieres. Tienes la decisión de ser feliz en tus manos, solo... animate. Vive al extremo una vez en tu vida, recuerda que después de esta no hay otra.

Me miró por última vez y abrió la puerta. Antes de marcharse se detuvo y giro sobre sus talones, mirándome.

-Baja, la cena está lista. -me dijo fría y duramente y, salió.

Viejo Amor (Austin Bass y Alison Black) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora