Capítulo 38:

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Miré a Christopher mientras me metía una papa frita en la boca. Este estaba tan concentrado en su teléfono que ni se había percatado de que acaba de llegar a la cafetería y me había sentando frente a él, ah, y que le robé una papa.

-¿Tu concentración a que se debe? -le lancé un sobrecito de mayonesa pegándole en la frente.

Él pegó un saltito y quitó la mirada de su móvil para mirarme. Sonrió.

-¿Qué haces aquí? -preguntó sonriendo.
-Estudio aquí. -le respondí divertida.
-Me refiero a... -se calló y negó. -olvidalo. Marcus me habló. -me contó.
-¿A si? -sonreí. -¿Qué dice? -pregunté entusiasmada.

Chris levantó una ceja y me miró.

-¿Por qué tú tan felíz ahora? -preguntó algo serio.
-Porque Marcus me cae muy bien. Incluso puedo decir que mejor que tú.

Él soltó una carcajada demasiado fuerte, haciendo que algunos volteen a mirarnos.
Me cubrí el rostro con ambas manos.

-Cállate. -le dije, aún con mis manos en mi rostro.
-Tú me amas y te callas. -me dijo y reí.
-Está bien. -le sonreí. -¿Me dirás que dijo Marcus?
-No. -me miró.
-¡Me la debes! -le dije riendo.
-¿Por qué? -se rio conmigo.
-¡Le dijiste al conserje que eramos novios!

El niño volvió a reírse exageradamente.

-Pero te gusto. -dijo riendo.
-No inventes, Balbiani. -lo señalé con mi dedo.

Levantó su mano y con un golpe suave bajó mi pequeño y flacucho dedo.

-Eso... -me dijo. -Es de mala educación, Black.
-¡Ya dime! -dije y él se rio.
-¿No te pondras celosa? -jugó.
-Christopher... -alargué.
-Me contó que una ex novia está aquí, en California.

Me senté bien y lo miré seria. Apreté mis labios y empecé a jugar con mis manos.

-¿Y cómo lo sabe él? -pregunté. -Está en Londres.
-Ella lo llamó, preguntado por mi y el idiota le dijo que estoy aquí. Según Marcus tomó el primer vuelo a California.

Mierda, esa chica estaba completamente loca y yo con algo doloroso en el estómago.

-¿Por qué te busca? ¿Qué es lo que quiere contigo? ¿No es tu ex? -le pregunté rápida y seriamente.
-No lo sé, tampoco lo sé y si, es mi ex novia... por suerte. -respondió mis preguntas.
-No entiendo. -le dije.
-Te dije que las rubias son huecas. -me dijo riendo.

Lo miré mal y él se calló.

-Cuéntame todo. -me acerqué a él.
-No quiero hablar de ella.
-¿Por qué?
-Porque uno nunca quiere hablar de su ex, ¿no te parece?
-Uno no quiere hablar cuándo recordar a la persona le duele.

-¿Insinuas que no la superé?
-Lo estoy afirmando. -dije seria.
-¡Por supuesto que lo hice!
-Entonces háblame de ella.
-Y tú háblame del imbécil de Austin.

Guardé silencio y negué lentamente. Christopher me miró y suspiró.

-No. -murmuré.
-Perfecto. -dijo. Tomó su teléfono y se levantó de su lugar.
-¿A donde vas? -lo miré.
-Tengo clases, Alison. -me miró. -Y créeme que prefiero estar allí que aquí con una persona que no confía en mi.

Abrí mi boca y sonreí con ironía.

-¿Y qué me dices de ti? -también me levanté y caminé hacia él. -Ni siquiera eres capaz de contarme algo de la estúpida de tu ex.
-Soy increíblemente bueno con los negocios y, en los negocios nada se da a cambio de nada.
-¡Eres un idiota! -lo miré mal.
-Piénsalo y búscame cuando decidas contarme sobre ese capullo, que yo te contaré de ella.

Viejo Amor (Austin Bass y Alison Black) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora