Capitulo 2: ¿Qué es ese olor?

5.6K 331 13
                                    

Abrí mis ojos y volví a mirar a mí alrededor. Las mujeres que iban y venían estaban quietas y me miraban con aprobación. Con cuidado me senté en la silla y noté algo completamente distinto en mí. Me puse de pie y no pude evitar notar que estaba más alta. Miré mis pies y vi aquello. Un par de extraños e incómodos zapatos.
La puerta de la habitación se abrió y Hugh y Erica entraron, ambos se detuvieron al verme. Una sonrisa orgullosa se dibujó en el rostro de Jones. Mientras que Hugh me miraba como si fuera una completa extraña.

-¿Qué me han hecho? -pregunté aterrada.

-Te han convertido en una chica linda, delicada y frágil -me dijo Jones sin dejar de sonreír.

-Simplemente no eres el Monstruo que conozco -dijo Hugh.

Me volví a mirar y pude apreciar la ropa que tenía puesta. Unos shorts blancos y una camisa de mangas cortas color rosa claro. Toqué mi cabello y no estaba atado. Simplemente nunca me había dado cuenta de lo largo que era.

-Quiero un espejo -sentencié.

Una de las mujeres que estaba a mí alrededor se alejó y trajo lo que yo pedía. Lo colocó bien frente a mí y con duda me acerqué para mirar mi rostro. Mis pestañas se arqueaban largas y negras, mis ojos estaban pintados y deliñados, mis labios tenían alguna sustancia espesa y brillante que le daba color.

-Has quedado perfecta -dijo Erica acercándose a mí. Miré su reflejo a través del espejo -Hasta podrías conquistar al hijo de Pimentel.

La miré mal, haciéndole saber que si seguía hablando me olvidaría por completo de su alto rango en el lugar.

-Muy chistosa -dije y me incorporé un poco para comenzar a caminar. Pero al intentar un movimiento de mis pies, me tambaleé -No puedo caminar.

Erica rió por lo bajo y volví a fulminarla con la mirada.

-Párate derecha -dijo y así lo hice -Ahora recuerda esto: Tacón, punta.

Empezó a caminar mostrándome como se movía con facilidad con aquel par de zapatos de taco aguja.

-Es fácil para ti, pero jamás en mi existencia he utilizado zapatillas -le recordé.

-Tendrás que comenzar a utilizarlas -miré a mi guardia y él asintió con la cabeza.

-No quiero hacer esto -chillé.

-Pero lo harás -afirmó ella -Lo harás y bien 403.

-No es un número, no voy a permitir que la llames de esa forma -le dijo Hugh.

Erica soltó un suspiró y me miró.

-Lo siento... no volverá a suceder -se disculpó -Pero por favor TN_____, coopera en esto. Todo va a salir bien.
-Está bien -dije asintiendo.

Nos alejamos de aquella habitación y llegamos de nuevo a la oficina de Jones. Aquellos malditos zapatos iban a acabar conmigo. Pero no voy a dejarlos, no van a ganarme. Me senté pesadamente en la silla.

-Hoy mismo iras con Hugh y mañana mismo él va a llevarte a tu primer día de clases, como todo buen padre -dijo ella.

Miré de costado a Hugh y su semblante era completamente serio, no mostraba ningún tipo de emoción.

-¿Podré tener armas? -pregunté.

-No -sentenció ella.

-No -dije desvastada -No puedes dejarme si ellas.

-TN_____, no puedes tener armas. Porque simplemente vivirás entre gente normal. Y la gente normal no tiene armas -me contó.

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora