Capítulo 40: El disfraz.

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Caminé un poco más rápido dirigiéndome hacia la cafetería en donde había acordado encontrarme con Erick. Dijo que tenía ganas de hablar con una amiga y que yo era la indicada para aquello.
El viernes había llegado mucho más rápido de lo que pensé. En esta semana tuve varias sorpresas. Primero enterarme quienes eran mis padres y el final trágico que tuvieron. Después discutir por dos horas seguidas con mi conciencia, ya que se le metió la estúpida idea en de que me estoy enamorando de Joel. Luego la llegada de Jones a casa de Hugh… totalmente amable y dulce. Demasiado empalagosa. Casi diría… Jones ha perdido el juicio. Al parecer las cosas entre ella y el extraño están un poco acarameladas. Ustedes me entienden.
Luego enterarme que Becca ha decidido fugarse con Mayer. A Erick le va a agarrar un ataque cuando sepa que su hermana tiene pensado irse con su profesor de literatura. Luego el repentino ‘tiempo’ que han decidido tomarse Danielle y Liam. Y después Sofía y Demi más enamoradas que nunca de sus respectivos novios. E Isabella más integrada al grupo y con mucho afán hacia Erick. Esto es simultaneo.

Y Joel, ¿Qué decir de Joel? Metido en su propio mundo. Riéndose fingidamente con los chicos que están a su lado por puro y simple interés. El hijo del futuro gobernador tiene que estar rodeado por mucha gente. Aun no he podido hacer que se de cuenta de que no puede seguir así. Aunque debo reconocer que en estos días ha estado más recatado. Ya no me decía aquellas estupideces cada vez que me lo cruzaba. Y ya no me buscaba pelea y esas cosas.

Quizás ese abrazo impulsivo que le di el otro día sirvió de algo. Recordé la sensación tonta que había recorrido mi espalda cuando colocó los brazos alrededor de mi cintura y me acercó un poco más a él.

‘No te enamores de él, por dios’
‘No me estoy enamorando de él’
‘Si lo estás haciendo. No dejas de pensar en él. En su abrazo. En su aroma. En la sensación tonta que te dejó más tonta aun’
‘Eres… te odio’
‘Jajajaja —se rió irónicamente —Me das tanta gracia’

Choqué con alguien y me tambaleé un poco. Esa persona tuvo un rápido reflejo y me tomó por la cintura manteniéndome derecha. Lo miré algo sorprendida.

—Andas un poco distraidita, gitana —me dijo y me soltó despacio.

—Joel—susurré. Sentí aquel molesto cosquilleo en mi estomago. Sacudí mi cabeza y acomodé mi garganta —Lo siento… estaba pensando un poco.

—¿En qué? —quiso saber.

—Mmm… en… en que todavía no tengo un disfraz para hoy a la noche —dije lo primero que se me vino a la cabeza.

—Justo estaba por ir a tu casa —fruncí el ceño.

—¿A mi casa? ¿Para qué? —pregunté.

—Sabía que no sabrías que ponerte para hoy así que me tomé el atrevimiento de elegirte un disfraz.

Mis ojos y mi boca se abrieron un poco del asombro. Las cosquillas en mi estomago se hicieron más seguidas. Eso es considerado… Y ¿Por qué él está siendo considerado?

‘Te lo dije, tonta. Te dije que pensó que te le tiraste por el abrazo del otro día. Debe estar intentando seducirte para que termines en su cama, debajo de sus sabanas y principalmente debajo de él’

Mis mejillas enrojecieron al instante de escuchar semejante barbaridad por parte de mi adorada conciencia.

‘¿Cómo se te ocurre decir una cosa así?’ —le pregunté.
‘Yo solo digo la verdad, TN_______. Así que considéralo amiga, quizás sea nuestra única oportunidad de conocer el deseo carnal’

—Yo… —intenté hablar pero no pude. Joel rió por lo bajo.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo. Asentí —Que yo sepa no te he dicho nada de esas cosas que siempre te ponen nerviosa. Como por ejemplo, que estás linda o que me gusta tu sonrisa. Entonces ¿Por qué estás sonrojada?

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora