Capítulo 65: La verdad.

3.5K 302 8
                                    

– Joel.

El discurso de papá ya comenzaba a aburrirme de sobremanera. No pude evitar bostezar… hace días que no duermo. Mi pie derecho comenzó a moverse, como siempre cuando estoy aburrido o nervioso. Miré a mi alrededor… periodistas, camarógrafos. Gente de política.

Pero entonces ahí la vi… TN_______. Me puse rápidamente de pie y la seguí con la mirada. Ella empujaba a la gente y se abría paso hacia la salida.
Rápidamente salí de aquel palco.

—¡Joel! ¿A dónde vas? —me preguntó Erick. Me giré a verlo.

—A buscar a TN________… ya vuelvo —dije y volví a correr.

No había sido mi imaginación. Esa era ella… tiene que ser ella. Logré salir del lugar. Miré nervioso a mí alrededor. ¿Dónde mierda está?

Un auto negro arrancó a toda velocidad. Y la que manejaba era ella. Vi como el auto se alejaba. ¡Mierda, no traje un auto! Me acerqué al auto que mi padre había contratado para que nos trajeran. El chofer estaba dentro. Abrí la puerta y me miró algo asombrado.

—¿Qué hace? —me preguntó.

—Dijo mi padre que me prestara el auto, señor. Cuando el salga se lo paga… —dije nervioso.

—Pero…

—¡Ya! —grité y lo saqué rápidamente de allí.

Me subí y arranqué lo más rápido que pude. A lo lejos divisé el auto negro. Aceleré lo más que pude… tengo que alcanzarla, tengo que verla. Dobló hacia la izquierda… ¿Hacia donde demonios esta yendo? Trate de alcanzarla pero iba demasiado rápido. Por suerte no la perdí de vista. TN________, TN________ ¿Qué estás haciendo, amor?

Me sorprendí al detenerme frente a su casa. El auto negro estaba mal estacionado sobre el camino hacia la cochera. Me bajé rápidamente del auto en el que estaba y corrí hacia la casa. Me detuve antes de tocar el timbre. Quizás si me ve… no quiera atenderme. Mejor va a ser entrar por la fuerza. Rodeé la casa y me subí como me había subido aquella vez a su balcón. Las cortinas estaban cerradas. Logré forzar la cerradura, también como aquella vez, y entré. La habitación estaba vacía… pero había un bolso vacío sobre la cama.
Ella salió del pequeño vestidor y la respiración se me fue del cuerpo. Su mirada encontró la mía y se quedó quieta con toda la ropa entre los brazos. Su rostro estaba empapado en lágrimas.

—Joel —musitó y más lágrimas cayeron de sus ojos —¿Qué… qué haces aquí?

—¿Dónde estabas, TN_______? —le pregunté. Ella sollozó y rápidamente colocó la ropa dentro del bolso. Volvió a entrar al armario —¡¿Por qué no me contestas maldita sea?!

—¡Vete! —me gritó sin dejar de llorar. Seguía y seguía sacando ropa y metiéndola en el maldito bolso.

—TN________… —la llamé.

—¡Por dios, Joel! —lloró desgarrada —Lo mejor que puedes hacer en este momento es irte de aquí. Déjame… déjame.

Me acerqué a ella y la tomé de los hombros haciendo que se quedara quieta y me mirara. Su cuerpo temblaba por el llanto.

—¿Qué estas haciendo TN________? —quise saber.

—Debo irme —musitó.

—¿Irte? —dije sin entender —¿A dónde?

—Tengo que huir antes de que vengan por mí…

—¿Venir por ti? ¿Quiénes van a venir por ti? —dije ya un poco más nervioso —¿Por qué no me dices lo que sucede de una buena vez?

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora