Capítulo 59: Arruinadora de momentos.

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Miré nerviosa a mí alrededor. ¿Qué demonios está haciendo Danielle aquí?

—TN______, TN______ —susurró Joel agitado y sentí sus labios sobre mi mejilla, sus manos sobre mi cintura —No le contestes.

—¿Estás loco? —le pregunté algo nerviosa, siempre hablando en voz baja. Lo alejé de mí. Todo estaba demasiado oscuro. Intenté buscar mi remera… pero me congelé al darme cuenta de que estaba en corpiño frente a Joel —¡Ya salgo Dani!

—Te espero abajo —la escuchamos decir.

Solté lentamente el aire que había estado aguantando. Me apoyé contra algo… ahogué un gritito cuando la luz se prendió de repente y divisé a Joel frente a mí. En ese preciso momento me envolví con mis brazos y me sentí repentinamente nerviosa… muy nerviosa.

—¿Por qué te cubres? —la pregunta salió ronca de sus labios. Me estremecí y las palabras no salieron de mí al estar babeando, literalmente, por mirar aquel torso desnudo. Aquellos eran los mejores abdominales que una chica podría ver. Aquel rostro de pervertido era el rostro más sensual del mundo. Aquel cabello ligeramente desordenado… tanta tentación. No es normal… no debe ser normal que sea tan… tan… —TN______ ¿Por qué me estás mirando así, bonita? —la pregunta sonó divertida.

—¿Eh? —soné como la persona más idiota del mundo. Sacudí la cabeza —Nada… nada. Lo siento, solo te… te miraba.

—¿Te gusta lo que ves? —dijo. Me sonrojé como siempre lo hago.

—¿Gustarme? Mmm… eres… bien… eres bonito… más bonito que algo muy bonito. Eres… me gusta —yo seguía cubriéndome con mis brazos. Él estaba semi apoyado contra la puerta. No muy lejos de mí.

—¿Qué cosa? —inquirió arqueando una ceja. Mi miraba bajó más allá de su abdomen y yo…

—¡Joel! —chillé y me llevé las manos a los ojos.

Lo escuché reír estrepitosamente y sentí una mezcla de enojo y vergüenza. Seguí chillando como una niña de cinco años pero me callé cuando sentí su presencia más cerca. La piel se me erizó. Lentamente entreabrí un par de mis dedos. Su rostro estaba cerca del mío. Los volví a cerrar.

—¿Qué has visto, TN______? —preguntó con tono burlón.

—Tú… tú estás… ¡Ay no me hagas decirlo! —bramé al borde de la histeria.

—¿Excitado? —indagó. Apreté los labios y me encogí de hombros al sentir su respiración cada vez más cerca —¿Al palo? ¿Alzado? ¿Total y completamente caliente?

—Cerdo —murmuré.

Mis piernas casi se doblaron cuando sentí que su cuerpo se aproximaba al mío. Me arqueé tratando de evitar el escalofrío que recorrió mi espalda, pero solo conseguí chocar con el calor de su cuerpo. Sentí algo húmedo en la piel que hay entre mi cuello y mi pecho. Rápidamente me quité las manos de los ojos y lo miré. Volví a colocar los brazos sobre mi corpiño y lo empujé levemente.
Fue como incitar a un león. Se acercó de manera brusca y me acorraló contra la pila de ropa que allí estaba. Estiró su brazo hacia la derecha y la luz se apagó. Me agité… no podía verlo, no podía saber que era lo que iba a hacer. Me exalté al sentir una mano sobre mi trasero.

—¿Sabes cuantas veces quise agarrarte el trasero, TN______? —su pregunta cayó caliente contra mi garganta.

—No —logré decir apenas.

Su mano recorrió la forma circular de mi trasero… no pude evitar agarrarme de sus hombros. Sentí que iba a caerme si no lo hacía.

—Muchas veces —musitó.

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora